Las alergias alimentarias, cada vez son más reconocidas por la sociedad, y esa condición también las tenemos que tener presente como familias y pediatras, porque pueden existir indicios muy pequeños, como así también otros más marcados y evidentes.
Es de vital importancia el acompañamiento de las instituciones de educación para la seguridad de las infancias, la familia y la institución.
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¿A qué alimentos podemos ser alérgicos?
Estos son el grupo de los 8 grandes alergenos alimentarios:
- Leche
- Huevo
- Soja
- Trigo
- Maní
- Frutos secos
- Mariscos
- Pescados
Estos son los alimentos a los que con más frecuencia se puede ser alérgico, pero hay tantas alergias como personas en el mundo. Cada persona deberá tener sus controles y a veces estudios para llegar a confirmar dicha sospecha diagnóstica.
Es importante aclarar que solo se debe evitar el alimento que genera la alergia y los derivados o productos que contengan en su preparación estos alergenos.
¿Qué síntomas tiene una persona alérgica?
- Cutánea: ronchas en la piel, picazón de ojos. Hinchazón de labios y párpados. Dermatitis atópica.
- Gastrointestinal: vómitos, diarrea, deposiciones con moco, con sangre. Colicos, reflujo.
- Respiratorios: mayor producción de moco ante el consumo. Estornudos, broncoespasmo, dificultad para respirar.
- Irritabilidad, alteración en el sueño.
Hay un dato súper importante que es necesario resaltar: a veces en las dietas de exclusión de un alimento, si es un bebé el que tiene el síntoma, y se alimenta con lactancia materna, también la mamá deberá hacer la dieta, ya que por lactancia materna atraviesan las proteínas de los alimentos. No es para todos los pacientes y todos los casos, pero muchas veces es una información que se desconoce y los síntomas se mantienen en el tiempo.
En el caso de alérgicos a la proteína de leche de vaca (APLV), que es la más frecuente de todas las alergias alimentarias, existen fórmulas especiales en el caso de que el niño o niña se alimente solo con fórmulas, o lactancia con fórmulas maternizadas.
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Otra situación a favor de los niños menores de un año es que hace un tiempo, la leche de vaca se consume a partir del año de vida, tiempo en el que generalmente suelen curarse de esta alergia. Ya no se ofrece más yogur ni quesos en pastas ni nada que sea lácteo hasta que se cumple el año de vida. Con o sin alergia, en todos los casos es así.
¿Cómo se llega al diagnóstico?
- Evitando el alimento sospechado y evidenciando mejoras inmediatamente o luego de un tiempo de evitarlo.
- En algunos casos se pueden realizar test cutáneos con reactivos y con el mismo alimento.
Tratamiento:
- Evitar el alimento y todo lo que pueda contenerlo en su preparación.
Lo más importante es que en la mayoría de los casos se cura. No tenemos una edad que sí o sí pase, somos personas diferentes y nos pasan situaciones diversas.
Siempre es de suma importancia, sentirse acompañado por profesionales y familias que estén atravesando las mismas vivencias tanto en las dietas a realizar, como en disminuir la angustia y ansiedad ante el diagnóstico.
Es una condición que se acompaña de mucha culpa de parte de las familias, por accidentes ante el consumo de algún alimento o el no haberse dado cuenta antes.
Es muy frecuente que los abuelos y abuelas o personas mayores de la familia “no crean” en estas alergias, incluso van a escuchar, “hace 30 años esto no existía”. A no desesperar, hay muchas formas de explicar y poder encontrar acompañamiento en ellos, tal vez mostrarles alguno de los síntomas y quizás entiendan de esa manera que no se puede ofrecer ni un poquito, ni ocultar el darle algún alimento riesgoso para esa infancia.
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Otra problemática se presenta en las instituciones y es muy evidente en este momento del año, donde muchísimas familias necesitan certificados para que la escuela conozca la condición de estas infancias.
Más allá de la condición de alergia alimentaria, las infancias deberán ser escolarizadas, no es una situación que necesite maestros a domicilio, ni tratos “diferentes” sino tener más atención en momentos en donde puede existir contacto con alimentos como por ejemplo en cumpleaños o si hay desayunos o meriendas.
Dependiendo de la gravedad de la alergia, muchos padres y madres tienen miedo de que sus hijos tengan reacciones en el colegio, jardín o maternal. Por lo tanto, lo mejor que se puede hacer a las familias es acompañarlas y ser lo suficientemente empáticos. La mejor herramienta es siempre tener información, y hoy en día por suerte la podemos obtener más fácil, solo es cuestión de querer aprender.
Dra. Estefania Juszkiewicz Franze, médica especialista en Pediatría. Realizó la posbásica en Alergia e Inmunología en el Hospital Italiano de Buenos Aires. Reside en Santa Rosa, La Pampa. MN 145096 MP 2855 ME 1722 @draestefijusz
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