Hace más de 10 años Fernando Fernández volvió a vivir a Santa Rosa, su ciudad natal, con la idea de generar un espacio en el que los chicos tuvieran un lugar para aprender a jugar al rugby, para hacer amigos y generar un espacio de contención. Así surgió Calfucurá Rubgy, un club social de barrio.
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En la actualidad, el principal referente de Calfucurá Rubgy, un club social de barrio ubicado en 1° de Mayo y Stiebenes, es Leandro Iviglia. El rugby y el hockey son muy conocidos por los valores que se les enseñan a los niños, como el respeto, el compañerismo, el esfuerzo y la solidaridad. También entregan la merienda y dan apoyo escolar. En un principio está destinado a niños y niñas del barrio Zona Norte pero asisten de distintas zonas.
Desde #LPN hablamos con Fernando Fernández, uno de los fundadores de Calfucurá Rubgy. Fernando jugó toda su vida al rugby, al principio en el Club Náutico de Santa Rosa, un espacio que hoy ya no existe, solo queda la parte de náutica. Después se fue a estudiar a Buenos Aires, jugó en el San Isidro Club (SIC) y, más tarde, con un grupo de pampeanos, se fueron a jugar a Centro Naval, en Nuñez.
“Caímos los pampeanos y armamos un equipo. Éramos un grupo bastante grande. Ahí jugué 20 años. Al final de mi carrera me invitan a participar de un encuentro en el Club Virreyes. Fui allá, ayudé en una práctica y pensé en que tenía que replicar eso en cualquier barrio periférico de La Pampa”.
Fernando Fernández
Fernando se quedó con la idea picando y cuando en 2010 se volvió a vivir a Santa Rosa se volvió a juntar con todos los que habían jugado con él cuando era chico y les dijo: “¿Empezamos a dar rugby en un barrio, y si abrimos un poco la jugada?”. La idea era romper un poco con el mito de que al rugby solo juegan las clases acomodadas.
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“En un momento cae Michingo O’Reilly (un referente del rugby) y me invita a ver el proyecto que estaban haciendo. Ahí copiamos la idea y nos propusimos dar rugby en un barrio. Vos estás loco, me decían, ¿cómo se te ocurre?, acá es todo pelota redonda”.
Fernando Fernández
Hasta que otro de los amigos le pregunta qué necesitaba: una pelota. Y la consiguió. En 2011 escribieron el proyecto y se lo llevaron al Intendente Francisco Torroba. En ese momento, Patricia Escudero, quien estaba como directora Municipal de Deportes, se puso el proyecto al hombro y gestiona un espacio en la esquina de 1° de Mayo.
“Nos propuso esa esquina y a nosotros nos pareció que el lugar estaba muy bien. Queda a 15 cuadras del centro de Santa Rosa, en el barrio atrás del molino abandonado, un barrio en el que no hay mucho asfalto, no hay muchas luces. Así que nos fuimos para allá y empezamos a dar rugby”.
Fernando Fernández
“Cuando terminó la primera clase eran ocho chicos y les dijimos que se queden a tomar la merienda, compramos galletitas y la leche y les dijimos que para la próxima cada uno trajera a un amigo. Y vinieron 16 chicos. Ahí arrancamos y quedó institucionalizado lo de la leche”.
Fernando Fernández
No solo avanzaron con el rugby y la leche, sino que les empezaron a dar un espacio de apoyo escolar. Se vincularon con la Escuela Nº 201 Coronel de La Marina Benito José de Goyena, en la Antártida Argentina al 500. La escuela les empezó a prestar aulas para dar clases de apoyo en las asignaturas que los chicos necesitaran.
“Se generó un vínculo interesante con la escuela, con los chicos y con las necesidades que tenían. Se armó una red con la gente, con nuestros amigos y con los familiares que no son del barrio. Hicimos una red de colaboración”.
Fernando Fernández
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Con el tiempo se fueron sumando más chicos, hoy asisten más o menos 50 chicos que van a entrenar y a tomar la leche los miércoles y los viernes de 17.30 a 19 horas. Además, se armó un grupo de colaboradores de entre 20 y 30 personas que se van turnando y cumplen diferentes funciones.
“Los colaboradores son voluntarios que ayudan con plata, con ir a servir la leche, con maestros que se ocupan del apoyo escolar, con suscripciones a gimnasios, algunas panaderías nos regalan las facturas y también contamos con el proyecto del litro de leche. Eso es básicamente el club”.
Fernando Fernández
Además de las colaboraciones que fueron consiguiendo, la Municipalidad les aporta dos profesores de Educación Física que van a enseñar hockey y rugby, además reciben un subsidio. Sin embargo, siguen buscando y mangueando colaboraciones a todos los que se quieran sumar con su aporte.
Hoy están trabajando duro para que la gente del barrio se involucre más, para que se apropien del club. Con las donaciones que fueron recibiendo a lo largo de los años hicieron un quincho, pero los vandalizaron bastante. Cada tanto reniegan con los robos y las roturas. Por eso Fernando insiste en que los vecinos se pongan la camiseta por los chicos y que se acompañe en este proyecto que tan bien les hace a los más chicos.
Información para todos aquellos que quieran sumarse a las actividades o con donaciones: el Club social Calfucurá Rugby está ubicado en 1° de Mayo y Stieben. La actividad es libre y gratuita para niños y niñas. El facebook es Calfucura Escuelita | Facebook
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