Las elecciones son momentos cruciales en la vida política de cualquier país. En la Argentina, siempre están acompañados por incertidumbre económica y política que afectan nuestros negocios. Hoy vamos a explorar las implicancias de un clima de inestabilidad como el actual y cómo los emprendedores podemos enfrentar estos desafíos.
La incertidumbre política se traduce en incertidumbre económica. Las PASO sugieren un inevitable cambio de gobierno y por tanto, un cambio en las políticas económicas. El mercado no tardó ni 24 horas en reaccionar a lo que el pueblo expresó en la urnas.
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Los inversores se volvieron más cautelosos, por tanto hubo fluctuaciones en los mercados financieros y el tipo de cambio, y esto atrajo a un sinfín de especuladores de ocasión. La confianza del consumidor disminuyó, pero con las tasas de inflación actuales, tampoco se quiere quedar con los pesos, que cada día valen menos. Un escenario enrarecido: sectores con mucha demanda, otros con casi nada, desabastecimiento, sin precios para poder operar, etc.
En el corto plazo, las recomendaciones de manual son: diversificación de ingresos (si tu negocio depende en gran medida de una sola fuente de ingresos o cliente, es conveniente diversificar para reducir riesgos); priorizar la liquidez (mantener una reserva de dinero en fondos comunes de inversión, por ejemplo, para poder enfrentar estos tiempos de incertidumbre, pero al mismo tiempo no perder contra la inflación); y postergar la grandes decisiones de inversión (lo que hasta ayer era negocio, no sabemos si lo será el próximo año). Esto ayudará a tu negocio a navegar estos tiempos.
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En el mediano plazo, hay que tener en cuenta que un cambio en el liderazgo político llevará a cambios en las políticas gubernamentales, afectando directamente a ciertos sectores empresariales, determinando una vez mas de forma arbitraria: ganadores y perdedores. Esta ha sido la historia de la Argentina en los últimos años, sin reglas de juego claras y estables para la toma de decisiones empresariales.
Los emprendedores debemos estar atentos a los cambios en las regulaciones (fiscales, comerciales o medioambientales) y al mismo tiempo en las oportunidades de mercado que pudieran surgir (nuevas políticas económicas, pueden abrir sectores previamente restringidos o que eran poco atractivos).
Para esto, es bueno estar informado, pero seleccionar cuidadosamente nuestras fuentes, ya que es mucho el ruido que se genera en estos tiempos. Además, debemos ser flexibles y capaces de adaptarnos nosotros y nuestros negocios a las nuevas circunstancias (ajustando estrategias, explorando nuevas oportunidades de mercado, discontinuando líneas de producto), y sobre todo conocer los números vitales: Ventas, Margen Bruto (nuestras estructuras de costos y nuestros precios de venta) y los compromiso fijos.
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Por otra parte, la inestabilidad política suele venir acompañada de protestas, huelgas y tensiones sociales. Lo que conlleva a desafíos adicionales: posibles interrupciones en la cadena de suministros, inseguridad, inflación, variaciones en el tipo de cambio, etc. Es importante mantener una comunicación abierta con clientes, proveedores y nuestro equipo de trabajo para minimizar preocupaciones y malos entendidos.
En conclusión, los emprendedores contamos con herramientas para enfrentar la inestabilidad económica y política: diversificar los ingresos, ser cautelosos a la hora de realizar nuevas inversiones, estar informado, ser flexibles, conocer los números vitales y mantener una buena comunicación.
Nicolás Lorda contador, emprendedor y docente universitario. Más de 25 años de experiencia asesorando a pymes. nlorda@estudiolorda.com.ar
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