Mientras los candidatos se bajan, el dólar blue sube a niveles récord cada día, los rumores crecen, el humor social empeora, algunos proyectos se apagan, otros nacen, y los precios suben todos los días… la vida sigue.
En la calle, en las cocinas de cada hogar, de cada familia, en los barrios, en el día a día de las empresas, de las aulas, en las mesas de reunión, la vida continua.
Los estudiantes sueñan con un país mejor. Dentro de las aulas conocen la historia de lo que ya pasó, estudian la geografía para ver la diversidad, la biología para comprender el funcionamiento, la matemática para hacer los cálculos, la literatura para conocer mundos ideales, el dibujo para ponerles color, y así en cada materia. En las universidades todos van por más, se especializan, diseñan y planifican un país ideal, con futuro, con el que todos soñamos.
En el barrio se vive y se sobrevive. Se habla, se especula, se comparten estrategias para cuidarse -de la inseguridad en todos los sentidos-, y se ayudan entre todos.
En cada empresa se hacen y se rehacen los números, se remarcan, se acomodan, se ajustan, y se sobrevive a la adversidad.
En las cocina de cada hogar se tachan actividades y compras, se charla cómo acomodarse. Se sigue. Se emprende. Se ama y se odia también muchas veces ante el conflicto económico. Se llora y se juntan para pasarla un poco mejor.
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La muestra ExpoPymes que se realizó el fin de semana pasado en el autódromo de Toay fue un gran catálogo de todo lo que La Pampa tiene para dar.
A pesar de la adversidad, cientos de emprendedores, empresas pequeñas, medianas y grandes, trabajaron intensamente para estar presentes ahí esos 3 días y mostrar sus productos, y el fruto de su trabajo.
Muchos de ellos vendieron en un fin de semana lo que suelen vender en un mes, o en varios meses. Y hasta más. El público en general, en el que hubo familias, empresarios nacionales e internacionales pudo ver todo los productos y servicios que los pampeanos son capaces de producir.
Aunque cueste, aunque duela, aunque quite el sueño, no es la primera vez como argentinos que nos toca “surfear la ola” económica y política. En cada hogar, en cada escuela, en cada barrio, en cada universidad, y en cada empresa, está la esperanza potente de ser argentinos. Porque la vida sigue y estamos entrenados para superar este mal momento.
Por que como dijeron unos filósofos argentinos del rock nacional «Ya sufriste cosas mejores que estas…»
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