Por Ana Souto
Hay un dicho que dice “quien no planifica, lo planifican”. En la actividad agropecuaria lo planifica el banco, el clima, las roturas, los clientes, los proveedores, las deudas, y sigue la lista.
Se refiere a que si uno no organiza sus prioridades termina corriendo detrás de lo urgente, y posterga lo importante. La ganadería es un ciclo y es difícil encontrar el momento para frenar y reflexionar. Lo importante es hacerlo.
Cómo planificar
En los meses de febrero y marzo se define cómo va a presentarse el invierno. Si es que llovió, cargar el perfil, y generar pasto antes que lleguen los días fríos. Es el momento de implantar los cultivos de invierno, el forraje para la época que suele ser la más cruda del año.
Diseñar la cadena forrajera puede resultar un rompecabezas. Cuando se planifica la siembra, hay que definir qué sembrar, en qué potreros, con qué tecnología. Elegir los insumos, semillas, fertilización, que la máquina esté lista a tiempo y, además, cómo se van a afrontar los gastos. Luego a rogar que llueva y acompañe el clima.
Si las actividades se pensaron previamente, los barbechos se hicieron con anticipación, y los potreros ya están seleccionados. La historia del lote también es un elemento para analizar a la hora de definir qué implantar. Según las malezas presentes puede ser conveniente sembrar una gramínea como avena y centeno, o puede resultar mejor una pastura de alfalfa.
Otro aspecto fundamental a considerar es cuántas raciones serán necesarias para pasar el invierno. También dependerá si se cuenta con reservas o no. Los últimos dos años secos, consumieron las reservas. Este verano, con suerte, se logró algún maíz o sorgo para picar, o que pueda quedar diferido en pie.
Al definir la cadena forrajera, a esta altura del año, ya se sabe cuántos terneros nacieron. Algunos se venden para pagar cuentas. Si se decide recriarlos, al igual que retener hembras como futuras madres, habrá que contemplar las raciones que van a consumir. Es importante tener en cuenta que esta categoría requiere proteína, y eso define la calidad del forraje.
Por la condición de las vacas durante el servicio puede estimarse cómo será la preñez, y por ende, cuántas vacas van a salir vacías y cuántas quedarán en el campo.
Durante la etapa de gestación, los requerimientos son menos exigentes que el resto del año, por eso aprovechar los montes diferidos suele ser una buena alternativa, si es que alcanzaron a recuperarse. Es importante evaluar cuántas raciones ofrecerá para llegar bien a la primavera.
En los diferidos, se sugiere incorporar suplementación, o consultar un profesional. Un punto para atender en la planificación de las reservas forrajeras es recordar qué resulta más barato corregir: calidad o cantidad.
De acuerdo a las zonas y los sistemas productivos, las condiciones varían. En un sistema con invernada los requerimientos para engorde son más exigentes.
Si se cuenta con encierre, además requiere la compra de varios insumos. Atender los costos y controlar la ganancia de peso.
Cada sistema productivo tiene sus particularidades. En general, los más intensivos se asocian con mayores riesgos. Por eso, si se descuidan los detalles, al final del ciclo los resultados pueden ser pérdidas.
Si se dispone de pasturas implantadas, requieren cuidado todo el año. Revisarlas, evaluar si necesitan algún trabajo de mantenimiento: fertilizar, controlar malezas, plagas. Para aprovecharlas, calcular cuánto rendirán y en qué fechas se van a comer.
Cada empresa tiene su propio escenario. Hay que conocer la cantidad y la categoría de animales que se quedará en el campo para pasar el invierno.
A poner números
A lo antedicho, hay que ponerle números. Lleva tiempo, requiere esfuerzo, pero es mejor evaluarlo antes que trabajar a pérdidas.
Poner en la balanza costos y beneficios, evaluar resultados. Analizar alternativas financieras y contemplar las cuestiones impositivas.
La actividad agropecuaria es un ciclo dinámico y continuo. Por eso, los empresarios, tienen que encarar también el desafío de hacerse un tiempo en el año para frenar, pensar y planificar.
*Ana Souto
Lic. en Adm. de Negocios Agropecuarios
Facilitador y Coach Ontológico
anargasi@yahoo.com.ar
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