Según la mitología griega el Ave Fénix era un plumífero fabuloso que supuestamente vivía en el desierto de Arabia, del tamaño de un águila con dos plumas largas a modo de cresta. La misma era como el símbolo de la inmortalidad. Según Heródoto, historiador, cada 500 años creaba una hoguera de incienso en la que ardía y de la que surgía con más belleza.
La comparación exagerada con el club que nos ocupa tiene por objeto significar lo que fue la primera época de esplendor y su decaimiento total, al punto de quedar «a merced de vagos», vándalos y ladrones comunes, que se llevaron hasta las cañerías. He sido testigo impotente de todo ello como también lo soy de esta hermosa realidad que con el empeño de personas que quieren mucho al club y la ayuda de organismos oficiales han transformado aquello en esta linda realidad.
Un poco de historia. Corría el año 1943 en esta bendita Pampa Bravía, que venía saliendo de años duros con extrema sequía y viento Pampero que soplaba fuerte. Recién se reanudaban los Torneos de la Liga Cultural, suspendidos en los últimos años del 30 por la difícil situación que se vivía.
Leé también Un viejo amigo que viene del sur: el Pampero
Como el Fútbol por entonces era el deporte más practicado y se podía jugar hasta de alpargatas, un grupo de jóvenes entusiastas del barrio Villa Tomás Masson, participaban con buen suceso en Campeonatos de Barrios con un equipo al que denominaron Cañoncito. La pasión por este deporte popular fue creciendo en ellos que, alentados por buenos resultados, comenzaron a juntarse con la firme idea de fundar un club modesto, que con el tiempo, pudiera participar de los Torneos Liguistas que ya contaban en la incipiente ciudad con Gral. Belgrano, All Boys, Atlético Santa Rosa, Estudiantes e Institutos Penales. Para ello vinieron reuniéndose en la casa de Don Servando Lucero en actual calle Jujuy al 500 -dónde luego funcionó la Imprenta de Mario Vega-.
Ellos: Pancho y Cacho Alcántara, los hermanos del Monte, Eleodoro Barroso, Liberato Fernández, Arturo Lezano, Victorino Alvarez y el mencionado Vega, para dar vida el 4 de abril de 1944 al nuevo Club que se llamaría Argentino F.B.C., y adoptaría los colores verde y blanco para su bandera y camisetas, simbolizando la esperanza y la paz.
Paralelamente con el Fútbol, el flamante club rápidamente comenzó a practicar Ciclismo y Boxeo. Para este último contaron con un mínimo gimnasio detrás de la Carpintería de los Del Monte en calle 1° de Mayo. Allí entrenaba un destacado boxeador de la época Liberato Fernández. Así, la entidad enclavada en la esquina de Gobernador Duval y Antártida Argentina, fue creciendo deportiva e institucionalmente.
Como en todos los barrios, por aquellos años surgían grandes figuras de los potreros que fueron conformando excelentes equipos de gran calidad individual. Los Grandes Bailables fueron muy destacados y concurridos por muchos años. Participaba gente de toda la ciudad y más de una vez a algún «pituco» lo calzaron de cross peleando por un amor…
Leé también Ernesto Galván: la vigencia de un campeón de la vida, deportista eterno
Hasta el mismísimo gobernador Dr. Ismael Amit, hombre muy respetado, concurrió alguna vez dada su amistad con Don Arturo Lezano y otros. De aquellos tiempos me quedó el gratisimo recuerdo de Don José Caliva (que hoy anda por los 103 «pirulos» y su gran esposa que trabajaron duro y parejo desde la Cantina.
En los últimos años del 50´ y principios del 60´, Argentino luchaba por ascender a Primera con un grupo de dirigentes que eran verdaderos leones. Nombraré a los más cercanos a mí, un chico por entonces, como el Sr. Prandi (director de la Escuela 314), Juancito Roldán, Regino «Quino» Gómez Luna, Argañaraz, Cepeda y Don Juan Otero, un ex policía de absoluta rectitud y hombría de bien, vecino de mi casa que los sábados cuando Argentino era local en cancha de All Boys, me llevaba en su «chatita» vieja para ayudarle a recibir las entradas que él solo, vendía en la boletería de calle Duval y la Avenida.
Será difícil creer para los más jóvenes, que un pibe de la primaria y con pantalones cortos, solo y sin custodia policial, pudiera cumplir esa función comparando con estos tiempos pero fue la absoluta verdad y normal en esos años entrados los 60. Y lo bueno de todo eso fue que en tantísimos partidos solo se me coló una persona. No era otro que un querido personaje de la época Rolo Alcántara que se metió como Pancho por su casa al verme fácil. Por supuesto lo seguí como buen «cuzco garronero» pero Don Juan me dijo – vuelva a su puesto…
Leé también All Boys de Santa Rosa, una historia de 100 años
En los años posteriores Argentino revolucionó nuestro fútbol siendo el primero en «importar» futbolistas de Buenos Aires. Así llegaron grandes figuras como Roberto «La Vieja» Biaggio, Arin (un marcador de punta espectacular), Chacho Maldonado, Velazquez y Aldo Bafundo entre otros.
Sin embargo con los años, el cansancio de dirigentes y la no participación activa de socios y vecinos del Barrio, hicieron que Argentino FBA cayera en un pozo oscuro y en el desmejoramiento penoso de sus instalaciones.
El nuevo Argentino. Orgullo del barrio
Ya hace unos cuantos años, una querida amiga de esa barriada de toda su vida, se cargó al hombro una tarea que muchos no entendían ni creían. Era Carmen «Negrita» Bertone quién con su clásica simpatía y empuje, aprovechando su relación con la política y personas influyentes, rodeándose de un grupo de laburantes que no aflojaron, consiguió ir dando vuelta la taba.
Rápidamente empezamos a ver los cambios. Se hicieron nuevas obras, inauguraron canchitas de fútbol, mejoraron mucho el amplio gimnasio e hicieron un lindo recinto para el boxeo y un salón continuo para enseñar danzas y demás disciplinas.
Leé también Historias de la Laguna Don Tomás: el barrio El Salitral
Hoy tiene una intensa actividad todas las tardes, con muchos pibes que practican Básquet, Fútbol y demás deportes. Son 18 las actividades que se cumplen diariamente destacándose una muy buena cantidad de mayores que practican New Com, linda actividad deportiva descubierta no hace mucho en la ciudad por hombres y mujeres con unas cuantas «primaveras» pero con el espíritu más jóven y activo que el de una quinceañera.
Y como si esto fuera poco…
Cómo decían aquellos históricos vendedores en trenes urbanos, tengo que decirles que Argentino FBC, además de las 18 actividades que práctica, ha recibido el solar de enfrente, de una manzana, pegado a la Escuela, para ampliar su actividad deportiva, el fútbol en especial.
Y lo bueno es que ya van adelantadas las obras de cerramiento del predio con alambre olímpico y entrada al mismo. Felicitaciones Oscar Lezcano, actual presidente que sigue los pasos de Don Arturo, su padre fundador, con toda la Comisión Directiva y colaboradores por este esfuerzo que vale la pena.
Negrita Bertone, descansa en paz querida amiga. Tu Argentino FBC sigue «viento en popa» y parece que no tendrá que resurgir más, como aquella mitológica ave griega. De sus dirigentes, deportistas y gente del barrio dependerá su continuo andar.
Leé también Nostalgias por esperanza: 72 años del Club General San Martín
Juan Carlos Carassay, locutor y periodista. Más de 50 años de pasión por la comunicación y el deporte juancarloscarassay@gmail.com
*****
Este contenido es posible gracias al apoyo de nuestros lectores y auspiciantes. Compartí esta nota, opiná, y publicitá en nuestra web, para promover un periodismo distinto en la región: Contacto y Publicidad