Se le llama «dólar soja» al tipo de cambio que estableció el Gobierno nacional a partir del Programa de incremento exportador.
Durante septiembre se hizo la primer edición con un tipo de cambio de $200, cuando el tipo de cambio oficial estaba en torno a los $140.
El lunes pasado se lanzó una segunda edición. En esta ocasión, el valor se estableció en $230, cuando el tipo de cambio oficial Banco Nación “promedio” está en torno a los $170.
Cabe aclarar que es difícil definir contra qué dólar compararlo. En la actualidad en Argentina hay 18 “dólares” o tipos de cambio -el dólar soja es uno de esos 18-.
¿Por qué se creó?
En la primer edición el Gobierno formalizó la creación del Programa de Incremento Exportador, mediante el cual se aplica un tipo de cambio de $200 por dólar para las exportaciones de soja con el objetivo de acumular divisas y reforzar las reservas del Banco Central, a través de Decreto 576/2022 publicado en el Boletín Oficial.
Leé también El conflicto en Rentas afecta también a la producción agropecuaria
Desde hace años, los ingresos de divisas del país se originan en un 75% del sector agroindustrial, 45% sólo del complejo sojero (exportaciones de soja, harina y aceite de soja). Este año, inclusive sin qué saliera este programa, las liquidaciones de divisas del sector agroexportador fueron récord histórico.
Pero a pesar de haber tenido estas exportaciones récord, las reservas del Banco Central seguían disminuyendo, y frente a eso, el Gobierno usa esta medida para incentivar ventas de soja que aún no tengan precio. La primer edición el TC fue 200$ y ahora $230.
Desde hace años los ingresos de divisas del país se originan en un 75% del sector agroindustrial, 45% sólo del complejo sojero
¿Cuál es el efecto de estas medidas?
El efecto más “visible” e inmediato de esa medida, fue la reducción de la brecha cambiaria -de un día para el otro- entre el valor oficial y otros dólares de referencia como MEP (Mercado electrónico de pagos) o dólar CCL (Contado con liquidación) qué en julio llegó a un máximo de 150% , a comienzos de septiembre estaba en torno a 110% y actualmente entre 90 y 95%. Esa reducción en la brecha del tipo de cambio, permitió qué quién aún tenía o tiene soja, pueda hacer nuevas compras de insumos por ejemplo, o cubrir otros compromisos, sin tener qué “perder” toda esa brecha cambiaria. Más allá de que la brecha no desaparece, sino que se achica y queda cerca de 35-40%.
Sin embargo, hay muchos otros efectos qué distorsionan toda la cadena. Por ejemplo lo que ocurre con quienes deben pagar sus alquileres en valor “soja” pizarra Rosario (de un día al otro tienen una fuerte suba del costo), o quienes compran soja para elaborar subproductos para consumo doméstico, para alimento animal, etc. Y no sólo afecta al complejo soja, si no que al elegir vender soja, es probable qué haya menos oferta de otros granos, como por ejemplo maíz. Los consumos como feedlots, tambos, u otros, que necesitan comprar maíz, tendrán dificultad de conseguir o deberán aumentar sus ofertas para asegurarse la disponibilidad.
Leé también «Trillizos de oro» en Winifreda: un hecho natural y asombroso
Otro efecto que se genera en el mercado es que como ya se comprobó que ante la falta de dólares el Gobierno instaura esta medida las decisiones de venta se ven alteradas, o postergadas, a la espera de la “nueva edición”.
De todas maneras, la segunda vuelta generó menos volumen de operaciones y por el momento parece difícil qué cumpla con el objetivo que se puso el gobierno.
¿No hay un artículo qué habla de que los alquileres y otras actividades qué no son de exportación no están alcanzadas? Sí, el artículo está. El gran problema es qué el mercado históricamente viene usando en la gran mayoría de los contratos previamente establecidos, los valores de la “pizarra Rosario”. Y los valores de la pizarra Rosario, surgen de “operaciones/negocios concertados cada día en el ámbito de la Bolsa de Comercio de Rosario, y mientras esta “el dólar soja», las operaciones son en $ al valor resultante de aplicar el tipo de cambio dólar soja, y es por eso qué distorsiona a toda la cadena. Es “imposible” por ahora, separar pizarra por “operaciones qué terminaran en manos de empresas qué adhieren al programa de incremento exportador” y pizarra de resto de compradores. Hoy no es aplicable.
Cuando el productor pierde, pierde toda la cadena, y el país…
¿Cómo afecta a la economía?
En corto plazo genera incremento en el ingreso de divisas, pero qué son las que van a faltar en un futuro si la cosecha llega a tener mermas de producción.
Pero por otro lado, la realidad es que no es que la soja es “infinita”. Lo que se vende hoy, no estará disponible en próximos meses. Lo qué se exporta hoy y se liquida, las divisas que ingresen por esas ventas, no estarán en meses venideros.
Entonces hoy se consigue el ingreso de dólares qué se necesitan con urgencia, pero ya sabemos qué si por ejemplo la sequía continúa como hasta ahora, será muy difícil tener buenos ingresos de dólares en los meses/año venidero.
Factor sequía. La gravedad de la sequía nacional es muy grande. Obviamente los primeros damnificados son los productores, qué ya vienen de dos campañas, en algunas zonas, de bajos rindes o pérdidas de superficie. Nunca mejor la frase que uso siempre en mis charlas: «si el productor gana, gana toda la cadena y en definitiva el país». En fin, más producción, más viajes de camiones, más venta de insumos, más acopio de granos, más ventas al exterior, más ingresos para el Estado por derechos de exportación, y más ingreso de divisas al país.
Pero cuando el productor pierde, pierde toda la cadena y el país. Un dato qué es contundente sobre la importancia del Agro en la economía del país es qué en la última gran sequía del 2018, el PBI cayó cerca del 2%.
Leé también Agripay: el medio de pago que nació en General Pico amplió su estructura
¿En que se diferencia la primera edición dólar soja de la segunda edición?
En este caso se agregó un punto adicional. Se “vuelve” al diferencial de derechos de exportación entre soja y sus subproductos. “Se vuelve” a los valores que hubo desde enero 2021 a febrero de 2022, soja 33% y harina y aceite 31%. En realidad lo qué hicieron acá, fue adelantar la resolución de marzo qué establecía que sacaban ese diferencial hasta el 31 de diciembre del 2022.
¿Cómo altera el mercado cambiario?
Suma otro tipo de cambio más. Otra distorsión adicional. Durante la edición de septiembre esa mayor liquidación e ingreso de dólares ayudó a que la brecha cambiaria mencionada baje del 114% a cerca del 90%.
¿Cómo afecta al país? ¿Y a La Pampa?
En realidad afecta a la economía en general por igual en cualquier parte del país donde uno de los cultivos sea soja. Y además afecta al resto de la cadena por lo que mencioné de la distorsión de precios. Inclusive, para quienes no producen soja, esta medida o le encarece alquileres, o compra de otros granos, entre otros.
Leé también Larti Innova: 1200 jóvenes en el evento que reúne tecnología y sustentabilidad aplicadas al agro
En conclusión
Cualquier medida qué altera el libre mercado, genera justamente todo tipo de distorsiones que en algún caso pueden ser aprovechadas por algunos y son muy perjudiciales para otros.
Por otro lado, con estas medidas, siempre vienen “letras chicas” qué no están en los titulares, y cuando ves el detalle aparecen restricciones para hacer otras operaciones, etc., que finalmente quitan todo el “supuesto beneficio” de la medida.
Sumado a esto, para corregir las distorsiones después se crean “fondos” de “compensación” o fideicomisos, que en nuestro país, por lo menos, suman burocracia y poca transparencia de lo que pasa con ese dinero, entre otras cuestiones.
Paulina Lescano Ing. Agrónoma especialista en Mercados de Granos. Asesora a empresas del sector y brinda charlas de mercado y capacitaciones en uso de herramientas de cobertura. http://paulinalescano.com
*****
Este contenido es posible gracias al apoyo de nuestros lectores y auspiciantes. Compartí esta nota, opiná, y publicitá en nuestra web, para promover un periodismo distinto en la región: Contacto y Publicidad