Durante la última semana de octubre, se llevó a cabo el Primer Congreso Santa Rosa Ambiental organizado por la Municipalidad a través de la dirección de Educación, la Secretaría de Cultura y Educación y otras instituciones. La idea era generar una “propuesta pedagógica integral para concientizar, sensibilizar y construir saberes con énfasis en las garantías y la ampliación de derechos a vivir un ambiente sano, digno, diverso y sustentable”.
Este espacio estuvo dirigido para el público en general, con lo cual, no había que ser experto en la temática. Por lo tanto, me pregunto ¿a cuántos les habrá parecido importante asistir?
Me sorprendió un poco con lo que me encontré: como estaba pautado tenía una orientación más educativa y, no lo digo como crítica negativa, sino como una manera de volver a ver y escuchar lo que diariamente escuchamos. El público siempre se renueva.
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Santa Rosa Ambiental estaba distribuido en charlas de distintas temáticas dentro de lo ambiental y stand fijos, donde participaron colegios de Santa Rosa y otras localidades como Ing. Luiggi, Anguil y Lonquimay. Ahí se presentaron proyectos que realizan con los docentes: robótica, energía limpias con paneles “reciclables”, compostaje, reciclados, fabricación de ladrillos ecológicos con papel reciclado, construcción de juguetes con envases plásticos y hasta había un robot gigante llamado “Botito” armado todo con recipientes plásticos.

Por otro lado, colegas mostraron su trabajo diario como: la gestión sobre los residuos peligrosos generados por las estaciones de servicio, la implementación de energías limpias en los hogares “Generación Distribuida”, a cargo de la Secretaría de Energía y Minería de La Pampa, “ECOS” paneles de Energía Renovable Solar, la Escuela Hortícola Municipal, Recicladores de la ciudad, los creadores de Composteras LP y “Maci” el Museo de Cáñamo Industrial que se encuentra en la provincia de Buenos Aires, entre otros.
Otras empresas dedicadas a lo automotriz presentaron al auto eléctrico “Tito” y otros medios de transporte sustentables “eléctricos”.
Las charlas y café científico estuvieron destinadas a trabajos de profesionales, como por ejemplo estudios sobre Hidrología Urbana de la ciudad, el Calentamiento Global, Economía Verde, estudios que se realizan en la Antártida, el proyecto sobre el estado de salud ambiental de la laguna Don Tomas, club de ciencias de Cuchillo Co, entre otros.
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Otro punto característico fue la propuesta: “educando desde la cultura”. Se presentó un show musical con objetos reciclados, talleres de instrumentos musicales y circo con elementos reciclados.
El objetivo era mostrar las diversas alternativas que tanto desde el sector público como privado están trabajando para mejorar la calidad ambiental de la provincia. Y es muy valorable, desde la perspectiva de generar conocimientos creativos o inspiradores con respecto al ambiente.
Cuando se trata de educar, se escucha decir que tanto los niños como los jóvenes “son el cambio” y es a quienes hay que educar sobre la temática. Eso se ve, aprenden porque son como esponjas. Y claramente lo son: porque están limpios de expectativas, porque sus realidades son diferentes a la de los adultos ya que a los adultos los hábitos diarios nos impiden ver otras cosas.

Me quedo con mi opinión personal. A veces, hay hábitos que no se pueden aplicar por falta de tiempo, la actividad diaria, más la laboral que ocupa gran cantidad de horas del día y no siempre todo lo que se aprende de niño se puede aplicar.
Gestionar sobre esos pequeños hábitos con un fin útil es muy provechoso y hoy lo vemos representado en nuevas ideas, diversos productos “ecológicos” que podemos comprar. O sea, no solo se está aprendiendo a darle una segunda vida útil a los residuos o incorporar productos sustentables, sino que también se convierte en una fuente de ingreso.
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Entonces, si el foco está en educar a los niños que son como esponjas, no podemos dejar de lado que un día serán adultos y tal vez no tengan la posibilidad de aplicar hábitos. Hagamos el cambio más fácil. Por ejemplo, si es “sustentable” viajar en colectivo en vez de movernos en auto o moto (la bici no siempre es el medio perfecto) hagamos ese viaje factible.
Si se busca reducir la basura, que haya continuidad en las campañas y en las obras básicas en una ciudad, como colectores diferenciados en distintos puntos, pautas claras con sanciones a quienes no cumplan, porque faltan eslabones para que al ciudadano lo impulsen a continuar. Eduquemos en conjunto para que no se dañen ni rompan los espacios, no olvidemos que también fue niño quien lo hace, debemos hacernos cargo de eso.

Claramente parte del objetivo era compartir el trabajo que desde el Municipio se realiza en conjunto con la cooperativa recicladora y otros sectores comprometidos con los residuos. Si se toma desde ese punto de vista, no está tan mal el “compromiso” que ha asumido la gestión actual, si está mal que la sociedad no tenga la información completa.
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Que en este momento exista un ciudadano que desconozca de estas acciones, significa que hay fallas. Que un ciudadano no sepa hoy en día qué hacer con su basura, significa que el trabajo no está siendo completo.

Guillermina Porcel Tavernelli. Mujer, soñadora, curiosa e intuitiva, poseedora de pensamiento crítico casi Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente a un paso de defender la tesis. guillerminatavernelli@gmail.com
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