La ciudad de Eldorado, Misiones, fue la sede del Encuentro Nacional de Sericicultores. Los productores de territorios disímiles como La Pampa, Jujuy, Salta, Buenos Aires y Córdoba encuentran en la cría de gusanos de seda una actividad productiva en común que representa una oportunidad de crecimiento.
Susana Villegas, de Sedas Pampeanas, productora desde hace 22 años en Realicó, fue la presentante de La Pampa.
¿Qué es la sericicultura? Es la producción de hilo de seda, la activación de los huevos, la cría de las larvas del gusano de seda, la alimentación con hoja de mora y el devanado de los capullos.
En el marco de la ejecución del Proyecto Seda, el establecimiento Sedas Misioneras (SEDAMI) fue sede del encuentro y capacitación de productores y productoras de gusanos de seda. Este proyecto se trata de una iniciativa de la Unión Europea del Programa de Cooperación Triangular ADELANTE que cuenta con la coordinación a nivel local del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
El desarrollo de la cría de los gusanos de la especie Bombyx Mori encuentra la base de la producción del proceso de la producción de la seda junto con las plantaciones de la mora que constituyen su alimento.
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En el caso particular de los anfitriones, Carolina Butvilofsky, titular de SEDAMI, manifestó que “encontré en la cría de gusanos de seda un nuevo modelo productivo para productores minifundistas lo que permite diversificar las producciones habituales de la región como la yerba mate”.
Por otra parte y teniendo en cuenta estas iniciativas, el Instituto Nacional del Tecnología Agropecuaria (INTA), está acompañando 18 proyectos a lo largo y a lo ancho del país que lograron financiamiento para mejorar el cultivo de la mora, la infraestructura para la cría de gusanos de seda o el equipamiento para el hilado.
Francisco Pescio, ingeniero agrónomo de INTA y coordinador a nivel nacional del Proyecto Seda, explicó que “mediante la ejecución de este proyecto se busca reforzar las redes vinculadas a la cultura de la seda en la Argentina, tanto a la producción y la formación de nuevos sericicultores. Son fondos que están destinados a mejorar la actividad en nuestro país y que genera acciones que vinculan a los diferentes participantes que trabajan con la seda de una u otra manera”.
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Pescio asegura que en la Argentina, la sericicultura es una estrategia de desarrollo para la agricultura familiar y combina la diversificación productiva y el agregado de valor local con una producción agroecológica. La sericultura es una actividad productiva que no requiere una gran inversión inicial y su desarrollo es sustentable con el medioambiente.
La seda, el principal producto obtenido, es una fibra natural destacada por su brillo, suavidad y textura, con una gran capacidad para la absorción del agua y los colorantes, y es muy requerida por destacados diseñadores. En todo el país, se multiplican las experiencias de artesanas y artesanos de la seda que convierten los capullos en hilados para tejer en prendas con diseños de alto valor en el mercado.
La experiencia de La Pampa
Susana Villegas, fue la pampeana que viajó desde Realicó hasta Misiones para participar y compartir su trayectoria de Sedas Pampeanas con el resto de los participantes. “Hace 22 años que estamos en la actividad y habitualmente participamos de encuentros junto a los sericicultores de otros puntos del país”, cuenta Villegas.
“En el encuentro realizado en Misiones se evidenciaron algunas ventajas que facilitan este tipo de producción más allá de que se desarrolle en diferentes partes del país, en diferentes ciclos y según el clima de cada región. Destacamos el intercambio de experiencias entre los pares, compartir, aprender con los otros y que puedan emerger más productores”.
Susana Villegas
Además de la parte productiva en Sedas Pampeanas, Villegas destacó que “nosotros tenemos un centro demostrativo y de coordinación sericícola que contó con financiamiento internacional y sirve para el conocimiento y desarrollo de nuevos productores. Es un espacio importante para aprovechar, sumarse, nutrirse para incorporarse a la producción de seda”.
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Sedas Pampeanas cuenta con el ciclo completo de la producción, desde la cría del gusano de seda, el devanado, tejido y el desarrollo de una amplia gama de productos.
Para producir la seda se necesitan los huevos del gusano Bombyx mori y un pequeño bosque de moreras para alimentar a los gusanos con sus hojas. El ciclo de vida del insecto en La Pampa es de 28 días, en los que se alimenta, hace la muda y crece.
En el caso de que se le permitiera terminar el ciclo, hace la metamorfosis, se transforma en mariposa y perfora el capullo. Inmediatamente después de eso se aparea, las hembras ponen los huevos y mueren, pero este proceso afecta la producción de hilado ya que el capullo agujereado tiene menor valor porque se corta el hilo.
Susana Villegas tiene 400 moreras en su predio de Realicó lo que le permite alimentar 100.000 gusanos en una temporada. Cada 20 días Susana realiza nacimientos y después, con paciencia, alimenta a las larvas con las hojas del árbol. Cuando son pequeños los alimenta una vez al día y cuando crecen más comen más. Las hojas frescas, son su único alimento por el gran nivel de proteínas que tienen.
En La Pampa, se depende mucho del clima. Hay años que son muy secos y eso afecta en el ciclo del gusano. Además, la humedad es crucial para que el ciclo no sea mayor a 28 días y que el capullo resulte de excelente calidad. Lo ideal para las crías es que la temperatura oscile entre 24ºC y 26ºC, y que nunca se superen los 30ºC .
Martín Ghisio. Lic. en Comunicación Social y Periodista Agropecuario. Nació en Santa Rosa, La Pampa. Reside en Misiones desde hace más de 10 años. martinghisio@gmail.com
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