Mientras casi todo el país detuvo su marcha habitual el 20 de marzo cuando se decretó el “aislamiento social, preventivo y obligatorio” por la pandemia del covid-19, la cadena agroalimentaria continuó con sus actividades.
En marzo se inició la primera campaña de vacunación anual contra la fiebre aftosa del 2020, en todas aquellas provincias en las que se aplica en forma sistemática. El objetivo es resguardar la inmunidad de la ganadería argentina.
A nivel nacional, tuvo la particularidad de modificar el esquema de vacunación en las provincias de Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos y Misiones, adaptándola al resto de las provincias de la zona central, es decir, ejecutando la primera campaña de totales y la segunda campaña de menores.
De esta manera se facilitan los movimientos de hacienda entre las distintas zonas, sin necesidad de revacunar animales (a excepción de los terneros que deben moverse con dos dosis).
FUNCAP
Dentro de La Pampa, la Fundación para la Sanidad Animal del Departamento Capital (FUNCAP) es responsable de coordinar y realizar la campaña en el Departamento Capital. Su Comisión Directiva está integrada por miembros la Asociación Agrícola Ganadera de La Pampa y Trabajadores Unidos Cooperativa Mixta Limitada de Anguil.
El grupo operativo de la Fundación está coordinado por el veterinario Daniel Dubié en Santa Rosa y Estela Fernández es programadora en el subcentro Anguil. En total son 23 vacunadores, de los cuales 10 veterinarios y 1 paratécnico son contratados, los otros 12 veterinarios son incluidos por la Resolución 368/11 de SENASA.
La FUNCAP, cuenta con una base de datos histórica de cada campaña desde 2005. Los cuales reflejan la incidencia de los eventos climáticos, económicos y políticos que atravesó la actividad ganadera.
Los datos muestran que entre 2005 y 2020, el mayor stock de hacienda se registró en los años 2017 y 2018 con más de 130.000 cabezas cada campaña. El período crítico fue en 2011 con un total de 93.649 vacunos.
Comparando la campaña 2019 y 2020, se observa una disminución del 9% del stock total, que se explica por la sequía del año pasado.
Se perdió 5% del rodeo de vacas, que representan 2.138 animales. Se pasó de 42.155 cabezas en 2019 a 40.017 en 2020.
Las vaquillonas son la categoría que perdió mayor cantidad de animales, 3.581 cabezas menos. Pasando de 20.181 a 16.600 cabezas, mermó 18% respecto de la campaña anterior.
La cantidad de novillos se redujo en un 22%. Se vacunaron 11.833 en 2020, 3.369 cabezas menos que en 2019.
Solo los terneros se registraron en mayor número, aumentando 5%. Se vacunaron 17.186 terneros, que son 764 más que el año pasado.
La próxima campaña será en primavera, solo las categorías menores. Esperemos que todo el país pueda estar ya en actividad.