Entre los meses de marzo y abril, La Pampa se convierte en sede mundial para el avistamiento de ciervos colorados con la llegada de turistas de todas partes del mundo. En mi experiencia, hace sólo tres o cuatro años empecé a participar como guía de la brama en el Parque Luro.
El ciervo colorado es una especie emblemática y cuestionada, que forma parte de “nuestra fauna” desde hace más de 100 años. Esta especie fue introducida para la actividad cinegética (caza), cuya práctica se mantiene hasta la actualidad.
La brama se convirtió también en un evento único y apasionante para aquellos que aman la naturaleza. Es la época de celo y los ciervos salen del bosque cerrado en busca de su propio harem para aparearse. Este cambio hormonal, se convierte en un rugir particular y muy específico para llamar a las hembras.
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Estos gritos son conocidos como “brama” y junto a este sonido característico se escuchan los cuernos de dos machos peleándose en la búsqueda de liderazgo y de ganar más hembras. Los machos tienen otros hábitos para marcar territorio: como el raspado de sus astas en los árboles y el segregado de un tipo de sustancia especial.
Con el correr de los años, y para evitar la pérdida de buenos ejemplares, fue necesario regular la caza de los ciervos colorados y prohibir durante los meses de marzo y abril, la época de reproducción.
La experiencia de avistaje está acompañada de un ambiente único en el mundo. La flora y el clima de La Pampa fue muy beneficioso para que el ciervo se adaptara al ambiente sin ningún tipo de problema.
El ciervo colorado es una especie invasora y, seguramente, fue una de las causantes más destacadas del desplazamiento de nuestra fauna autóctona como el venado de las pampas, entre otras especies, que se vieron perjudicados tanto por la competencia de territorio como por el alimento.
El ciervo colorado (Cervus elaphus), es una animal exótico, herbívoro de gran tamaño. Fue introducido a la Argentina desde Europa por Pedro Luro a principios del 1900. El hecho de que sea un animal “exótico” implica que fue introducido a un ambiente que no es el de origen.
Muchas veces esta introducción puede ser intencional, con un fin económico o de posesión, pero en otros casos puede ser accidental, como por ejemplo que se traslade adherido en los neumáticos de los autos, en las zapatillas de los turistas (como puede suceder con las semillas) o en barcos (como sucede con roedores o moluscos).
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Pedro Luro. En este caso, la introducción de la especie se generó con fines económicos. Pedro Luro, nació en Buenos Aires, era médico, político, empresario, y uno de los emprendedores más destacados de la Argentina de principios de siglo XX. Asimismo, fue un visionario en la creación de un coto de caza al estilo europeo, una actividad practicada por la élite de la época.
En aquellos tiempos, Luro poseía una estancia llamada San Huberto, que en la actualidad se conoce como Reserva Parque Luro. Otra característica de la reserva es que se encuentra rodeada por un bosque de Caldén, donde se creó el primer coto de caza de la Argentina. Entre las especies que se introdujeron se encuentran: ciervos, jabalíes y faisanes.
Luego de atravesar varias crisis económicas, comenzaron los conflictos. El mantenimiento de las jaulas no era el adecuado y muchos ejemplares comenzaron a dispersarse por la zona. Se convirtieron en especies invasoras sin ningún tipo de problemas en la adaptación al ambiente. En alguna oportunidad, también se trasladaron ejemplares a la provincia de Neuquén y hoy en día se encuentran muchas poblaciones de ciervos distribuidas por gran parte de la Patagonia.
Estos grandes herbívoros, sobre todo los machos, se caracterizan por su gran porte, muy robustos y atractivos. Se los puede ver solitarios dentro del bosque. Poseen una gran cornamenta que cambian todos los años. Esto dice mucho de la genética del animal, tanto para las hembras como para los amantes de la cacería.
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Cuanto mayor sea el número de puntas en la cornamenta y esté mejor armada, significa que es un buen macho reproductor, con buena genética para su descendencia y representa un muy buen trofeo para el cazador.
En contraposición, las hembras son más pequeñas, tienen una variante en la coloración del pelaje y no presentan cuernos. Se mueven en grupos de entre 3 a 20 ejemplares compuesto por hembras y juveniles, en donde la hembra adulta es la líder. Después de una etapa de apareamiento exitosa, la hembra suele tener una parición por año.
¿Cuál es el problema real que existe con esta especie? Aunque lo tengamos incorporado como propio, es una especie introducida que logró adaptarse a las nuevas condiciones del ambiente y trajo una gran cantidad de conflictos con la fauna nativa.
El ciervo colorado es reconocido por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), dentro de las 14 especies más dañinas del mundo.
En la provincia de La Pampa, los efectos negativos se relacionan con el desplazamiento de otras especies herbívoras nativas, como el venado de las pampas. En la actualidad está siendo reintroducido y compite por el alimento y territorio. Otro de los efectos adversos es que pueden causar enfermedades en animales domésticos, como el ganado.
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Para muchos, la actividad cinegética es rentable y podemos entrar en un debate si estamos a favor o en contra de tener animales para la cacería. A pesar de tener un pensamiento conservacionista, no se puede ni debe descartar la pregunta acerca de qué hacer con estos ciervos, ya que no se trata de liberarlos y generar una nueva invasión de especies.
En la provincia no se aprecian las consecuencias que genera. Sin embargo, el lado positivo para el turismo pampeano, implica sorprenderse y descubrir un ambiente embellecido por su vegetación única y un cielo que puede verse a lo llano, digno de un paisaje para encuadrar. Podemos darle ese plus a la especie y declararla como “protectores del bosque”, ya que no sólo recorre el área del Parque Luro, sino también existen muchos sitios privados, como campos o cotos de caza, que conservan su vegetación natural en pos de la presencia del ciervo.
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Guillermina Porcel Tavernelli. Mujer, soñadora, curiosa e intuitiva, poseedora de pensamiento crítico casi Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente a un paso de defender la tesis. guillerminatavernelli@gmail.com
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