¿La mente puede influir en cómo funciona el cuerpo?Para responder esta pregunta lo vamos a hacer desde la psiconeuroinmunoendocrinología. Es una palabra larga pero si logramos separarla vamos a entender el concepto.
Psico: es nuestro sistema que está ligado a los pensamientos emociones, creencias, historia de vida etc. que viene con nuestro bagaje personal.
Neuro: acá estamos hablando de nuestro cerebro como órgano. Tu cerebro es como un hardware y tu mente como un software. El cerebro está constituido por tus neuronas y sus conexiones que forman circuitos o “cables”. La mente o actividad mental son tus pensamientos y emociones que corren por tu sistema operativo, que es el cerebro.
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Inmuno: (inmune viene de exento) acá abrimos un gran capítulo porque inmunología es muy amplio, lo vamos a resumir diciendo que es nuestro ejército, el que nos defiende de los patógenos como virus, bacteria, parásitos etc. que vienen de afuera. Tenemos un ejército especializado que “tira al blanco” y otro que patrulla y avisa al resto. Lo importante acá es que este sistema siempre esté de nuestro lado y elimine al enemigo.
Endocrinología: aquí entran en juego las hormonas, sabemos de la función vital de ellas porque no se podría dar la vida si no estuvieran presentes. La principal estructura endocrino es el hipotálamo desde ahí tiene íntima relación con el resto de los sistemas.
Todos los sistemas están en permanente relación y la modificación de uno producirá el cambio en el otro. La íntima relación entre ellos es la responsable de que se den las respuestas adaptativas desde el medio hacia nosotros y desde nosotros hacia el medio donde nos desarrollamos. La desregulación de este equilibrio conlleva a la enfermedad que puede, y esto es muy importante, desarrollarse en el plano físico o psicológico.
Se produce entonces en todo nuestro SER una remodelación permanente, que estará tallada por las experiencias vividas como factores estresantes (principalmente a temprana edad) ya sean reales (catástrofes nutrición) o imaginarias. Sí, como leíste imaginarias traumas psicológicos, conflictos fantaseados, aplica para pensamientos positivos, pero también para los negativos. Así nos vamos construyendo.
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Es verdad que tenemos predisposición genética, pero no es lo determinante, ya que lo que se expresa de los genes va a estar influenciado por lo que hago y donde me desarrollo a eso lo llamamos exigentica, “epi” sobre los genes.
Resumiendo, los individuos respondemos con nuestros mecanismos adaptativos, que cada uno tiene el propio, mecanismos tanto psicológicos como biológicos que dependen del bagaje bio, psico, socio, espíritu, cultural.
La PINE nos enseña que lo “normal” es la adaptación tanto en los ritmos circadianos, en el metabolismo, en el sistema endocrino y psicológico frente a los cambios permanentes. La adaptabilidad define la salud, la pérdida de esa capacidad nos lleva a la enfermedad.
El sistema nervioso transmite señales entre el cerebro y el resto del cuerpo, incluidos los órganos internos. De esta manera, la actividad del sistema nervioso controla la capacidad de moverse, respirar, ver, pensar, entre tantas otras.
Para entender a dónde quiero llegar vamos explicar brevemente cómo se divide el sistema nervioso: hay una primera división en somático y autónomo, el primero hace posibles las acciones voluntarias y el segundo, las involuntarias. A su vez el autónomo se divide en simpático y parasimpático. Cuando está en funcionamiento el simpático regula acciones como el corazón, la elevación de la frecuencia cardiaca, el exceso de transpiración, la dilatación de las pupilas entre otros. La reacción principal consiste en estimular la reacción de lucha ante un peligro real o imaginario
El sistema parasimpático ejecuta las funciones exactamente opuestas al simpático, se encarga de conservar la energía, relajar el cuerpo y ralentizar las funciones de alto rendimiento del sistema simpático.
Estos dos sistemas tienen vías de comunicación entre el cerebro y los órganos como el corazón, los pulmones, el intestino etc. Están en constante comunicación. Se sabe que existen más vías que llevan información del cuerpo al cerebro que las vías que viajan desde el cerebro al cuerpo: se podría decir “que el cuerpo sabe lo que la mente aún no se ha dado cuenta”.
Estos sistemas trabajan todo el tiempo para mantener un estado de equilibrio u homeostasis entre todos los sistemas del cuerpo.
Por ejemplo, las emociones pueden influir entre las conexiones neuronales entre el corazón y el cerebro y así lograr coherencia entre ambos.
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Por otro lado, una manera de equilibrar nuestro sistema es con la respiración, podemos activar nuestro sistema parasimpático y así poder gozar de sus beneficios.
La Psiconeuroinmunoendocrinologia pretende estudiar a la enfermedad como resultado de la ruptura de una interrelación de sistemas en continuo cambio.
Respondiendo a la pregunta inicial, podemos decir que la interacción entre la mente y el cuerpo es una vía de doble sentido. No solo los factores psicológicos pueden contribuir al inicio o al agravamiento de una amplia variedad de trastornos físicos, sino que también las enfermedades orgánicas pueden afectar a la forma de pensar o al estado anímico.
María Paula Aguilera. Bioquímica. Mg. en Psiconeuroinmunoendocrinologia. Especialista en química clínica. Máster en Neurociencias del deporte. Apasionada por la química y la biología. mariapaulaaguilera@hotmail.com
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