Recién empezamos el 2023 y arrancamos el año hablando de las vacaciones: ¿ya tenés casi todo listo para partir hacia algún destino? ¿Cuál elegiste este año? Tal vez se pregunten qué tiene que ver las vacaciones con una columna ambiental, pero tiene que ver y mucho.
Por dos razones:
El primer punto es el destino. Planificar el destino, calculando la distancia que está de tu lugar de origen, cuántas horas de viaje te va a llevar, si tenés que hacer alguna parada previa, puede que tengas planificada alguna actividad o excursión, la cual puede ser gratis o no. En dónde te vas a alojar, en hotel o algún sitio más “ecológico” o “amigable con el ambiente”.
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Todas estas acciones, corresponden a un modo de darle “valor económico al ambiente”, sin importar el destino. La acción o el acto de invertir dinero en tus vacaciones es un valor de uso (definición técnica) de los recursos naturales.
Es un concepto intangible, difícil de ver desde una perspectiva económica, pero cada acción de pagar es lo que en principio le da el sostén económico para mantener ese sitio, ya sea un patrimonio histórico, un Parque Nacional o Provincial, una Reserva o el ambiente en sí mismo.
Sucederá que cuanto más valorado esté más caro va a ser. En muchos de los casos es importante comprender que eso a veces ayuda como no a conservarlo, puede ser que se invierta, pero que esa inversión solo sea por “intereses” o moda.
También hay accesos a sitios que pueden ser gratis, pero el costo tiene que ver con respecto a la inversión que le lleva al turista llegar hasta al lugar: ya sea un monumento, un Parque Nacional, una reserva, etc.
Cuando se paga para ingresar a un Parque Nacional, en la gran mayoría de los casos, se lo hace como una forma de valoración de ese sitio, por la importancia ecológica o porque es único en el mundo.
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Otro detalle que es necesario tener en cuenta es el límite de personas para ingresar a un Parque Nacional, esto muchas veces está relacionado con la capacidad de carga y acceso permitido en un lugar, una temática diferente, pero que encaja en esto.
¿Qué significa este término?
Que los ambientes al igual que cualquier lugar tiene un tope de ingreso, visualízalo como tu casa, si entran 20 personas en un comedor pero quieren entrar 100, ¿qué pasaría? un desborde seguro. Bueno en el ambiente pasa lo mismo, es muy diferente que caminen 10 personas por un sendero, cada determinadas horas, a que lo hagan 50 personas en 1 hora.
De esta manera se evita el deterioro en la cobertura del suelo, alteraciones del paisaje en la flora. La fauna autóctona se adapta al mismo movimiento continuo, en horarios determinados y se debe respetar si se encuentran en época reproductiva. Por eso es importante evitar las visitas. Siempre depende mucho de las características de la especie.
El segundo punto: los desechos. Todo, todo, todo lo que te lleves debe de volver con vos. Desde el mínimo papel de caramelo, colilla de cigarrillo, hasta un tupper roto, una botella, latas, cualquier cosa que ya no uses más deben volver y la depositas en cualquier sitio autorizado para tirar tus desechos.
Muchas veces, no se encuentran cestos de basura, pero esa no es una razón suficiente para que tires tus residuos en cualquier parte.
Si vas a la playa, vas a buscar un lugar para tu sombrilla, generalmente se convierte por unas horas en tu “comedor”, por eso si no dejarías nada tirado en tu casa, no lo hagas ahí tampoco. Ponemos el ejemplo de la playa, porque a quien no le ha pasado de ir caminando y encontrarse con botellas o, lo más común, colillas de cigarrillos, paquetes de galletitas y demás.
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Si bien sabemos que hay mucha gente que trabaja limpiando los espacios públicos o privados, eso no significa que dejemos todo sucio, porque también mucha de esa basura puede ir a parar al mar o a la cueva de algún animalito curioso.
Dependiendo del ambiente de tu destino, estos residuos pueden ser los causantes de incendios. Hay zonas muy sensibles por las altas temperaturas y sequías, es decir, el reflejo del sol durante horas en un vidrio o una colilla mal apagada, son las principales causantes de graves incendios y sobre todo en época de verano.
Entonces, si ya falta poco para tus vacaciones, es importante recordar que vayas donde vayas estás dándole una forma de valor económico a ese ambiente y a todo su entorno. Y no te olvides de llevarte un par de bolsitas de más para traer de vuelta todos tus residuos.
De esta manera tan simple, en épocas de “conciencia ambiental”, aprendemos a valorar y a cuidar más nuestros recursos naturales.
Guillermina Porcel Tavernelli. Mujer, soñadora, curiosa e intuitiva, poseedora de pensamiento crítico casi Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente a un paso de defender la tesis. guillerminatavernelli@gmail.com
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