Hartos. Todos cansados

Unos y otros. Todos cansados. La inflación que no para un segundo. Los precios de todo inalcanzables, en medio de una ola de calor extremo, el enfrentamiento entre quienes apoyan al presidente que ganó con el 56% de los votos y los que lo rechazan drásticamente con un paquete de medidas que quiere imponer como Ley y ya rige por DNU.

Alrededor de cinco mil personas participaron ayer en la manifestación en contra del gobierno de Milei, el DNU y la Ley ómnibus en Santa Rosa, La Pampa. Y se sumaron a los miles que lo hicieron en todo el país. Un acto y Paro General convocado por la Confederación General de Trabajadores (CGT), el primero en contra del gobierno de Javier Milei que tuvo como lema principal «La Patria no se Vende».

En Santa Rosa los asistentes eran variados: empleados estatales, militantes de la oposición, gremios, colectivos feministas, culturales, agrupaciones barriales. También ciudadanos «de a pie» asfixiados por la inflación, algunos con miedo de perder su trabajo, jubilados desesperados por no llegar ni a mitad del mes, otros muy asustados por la pérdida de derechos que plantea la nueva ley.

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Del otro lado los que siguieron trabajando. Los que -por más que quieran- no pueden parar de trabajar. Los autónomos, cuentapropistas, o independientes. También los que la pandemia llamó «trabajadores esenciales». «El campo no para», por ejemplo, fue el lema del sector agropecuario.

La Cámara de Comercio de La Pampa emitió un comunicado en el que expresó «No adherimos al paro y mantendremos abiertos los comercios», «respetando el derecho a huelga», y también expresaron que adhieren a los reclamos pero pidieron «un llamado al diálogo y el consenso».

Pablo Moyano, hijo de Hugo Moyano -ex diputado y gremialista-, fue uno de los oradores principales en el acto principal frente al Congreso de la Nación, y se despachó con una frase que horrorizó a cualquier ser pensante y ya despertó una denuncia penal: “Si Caputo -ministro de Economía– lleva adelante estas medidas, los trabajadores lo van a tirar al Riachuelo”.

Esther es empleada doméstica. Y aunque está en contra de las medidas de Milei, tuvo que trabajar igual. «Esperar el colectivo fue un infierno. Con el calor que hacía ayer…una hora lo estuve esperando para volver a casa. Estas cosas son las que me dan bronca».

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Susana fue a renovar el carnet de conducir a la Dirección de Tránsito de Santa Rosa. No pudo completar su trámite. Los médicos cortaban su atención a media mañana — Disculpen, ¿pero el paro no es al mediodía? ¿por qué dejan de trabajar antes?, preguntó, enojada y sin respuesta. «Por estas cosas ganó Milei…» cree. Lo mismo pasó en otras oficinas y entes públicos en donde la atención se cortó a media mañana por la adhesión al paro de algunos empleados.

El tránsito también comenzó a complicarse en el centro de Santa Rosa a partir de las 11 de la mañana cuando comenzaron las convocatorias.

Silvina fue al Juzgado Municipal de Faltas de Santa Rosa a pagar una multa. Luego de que la atendieran a ella la cajera gritó — ¡Uno más y corto la atención!, para la alegría de los que estaban haciendo la fila y habían dedicado una mañana a hacer trámites o querer retirar su auto.

No se tolera más el aumento de precios. No se aguanta no ver la solución cerca. No ver a mediano plazo un futuro posible. Dan miedo las medidas que cambian leyes de un día para otro. No se tolera más la imposición de medidas por Necesidad y Urgencia.

Pero tampoco se soporta más la violencia. La amenaza. La corrupción para enriquecer bolsillos con plata del Estado. La «compra de voluntades». La agresión verbal y muchas veces física al que piensa distinto. No se tolera el avasallamiento de los derechos del otro. No se tolera la falta de libertad para transitar, y aunque parezca un tema menor pero ejemplificador: para resolver un trámite cuando uno puede o lo desea.

Y aunque todos queremos un país mejor estamos todos hartos.

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