Desde hace 30 años, todos los 22 de marzo, se conmemora el Día Mundial del Agua. Hace un año abordamos el tema de la valoración del agua como consigna principal planteada por la ONU. Pasaron 365 días en los que surgieron nuevas problemáticas para analizar acerca de las entidades que llevan adelante acciones que determinan nuestro contacto con el agua, que no son tan conocidas por la sociedad y que pueden pasar desapercibidas.
Durante el 2021 se conoció la noticia de que el Río Colorado estaba sufriendo una importante bajante de su nivel de agua. Como bien sabemos los pampeanos, el acueducto Río Colorado es el principal abastecedor de agua potable para casi toda la provincia. A partir de esta noticia, tuvimos la oportunidad de charlar con el Ingeniero Juan Greco, el delegado ante el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (COIRCO), y le contó a #LPN cuál es la situación que está atravesando el Río Colorado y cuál es la función del COIRCO.
Conociendo el Río Colorado
Cuando vemos un mapa de La Pampa, hay una marcada línea que nos divide de la provincia de Río Negro, esa línea es un río, de los pocos que tenemos en nuestra provincia. Río que nace en la cordillera de los Andes, desemboca en el Mar Argentino y se alimenta principalmente de agua de deshielo.
Este río se comparte entre las provincias de Mendoza, Neuquén, La Pampa, Río Negro y Buenos Aires; y a lo largo de su cauce se modifica por las condiciones naturales de cada lugar. Hace años que gran parte del cauce del río es utilizado por el hombre para diversas actividades económicas. Abastece de agua potable a la provincia de La Pampa y también es utilizado para riego, actividades de uso energético y turismo.
Una breve reseña sobre qué es el COIRCO
El COIRCO está en actividad desde 1976. Lo integran las 5 provincias que componen la cuenca: Mendoza, Neuquén, La Pampa, Rio Negro y Buenos Aires, cuya función principal es la de garantizar el cumplimiento del Acuerdo del Río Colorado. Consiste en controlar la distribución de caudales, habilitar áreas para riego y definir las prioridades de uso del agua, es decir, poner en primer lugar el uso para agua potable, en segundo para el riego, energía eléctrica, industria y turismo. También participa de la toma de decisiones sobre cuáles son las actividades aptas para desarrollarse sobre la cuenca.
De las 5 provincias que lo integran, cada una es responsable de realizar sus propios controles, según sus actividades productivas y requerimientos. Como por ejemplo: controlar tanto la cantidad como la calidad de agua que ingresa y sale de cada provincia y brindar asesoramiento a productores para mejorar el rendimiento hídrico.
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Durante todos estos años, se avanzó en las mediciones hidrológicas a partir de nuevas instalaciones de sistemas de muestreo ubicados en diversos puntos de la cuenca. La Pampa instaló más estaciones de muestreo sobre la cuenca en el límite pampeano con el objetivo de brindar mayor información acerca de la temperatura, precipitación y nivel del agua de manera continua. Con todos estos datos se puede saber diariamente cuál es la situación actual de la cuenca.
Las primeras mediciones de caudal fueron en el año 1.902 y en 1.918 se instaló la primera escala hidrométrica en la localidad de Pichi Mahuida. Por ese entonces, los registros del volumen de agua que transportaba el río eran de 4.800 hectómetros y actualmente es de 1.200 hectómetros.
La situación es crítica. En el transcurso de las últimas temporadas invernales el nivel de la caída de nieve disminuyó considerablemente, aunque la nieve fue visible, la cantidad no es la suficiente para cumplir con todo el ciclo hidrológico y es la medición más baja de los últimos 103 años.
¿Qué se puede hacer para que no empeore? ¿Quién controla eso?
Es probable que las condiciones climáticas estén cambiando y podamos culpar al cambio climático en sí, causado por el hombre como primera fuente responsable, o tal vez sea “la niña”. Pero esta problemática es real y no solo afecta el nivel de agua, sino también las características naturales de la cuenca y del ambiente como un todo que la rodea. Si esta situación se sigue prolongando a lo largo de los años va a afectar de manera directa las actividades económicas y el agua potable disponible para su consumo.
La solución no está en consumir menos agua, porque el ser humano no puede dejar de beber agua, como tampoco ninguna de las actividades productivas, de las cuales también depende nuestra cadena alimentaria, puede hacerlo. Lo positivo es seguir trabajando sobre las mejoras en el rendimiento hídrico.
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CORICO trabaja en conjunto con los productores, habilitando un cierto porcentaje de agua según la sensibilidad para aquellos cultivos prioritarios que requieren más cantidad de agua, con respecto a aquellos con mayor resistencia al déficit hídrico. Así también, la incorporación de tecnologías, que a pesar de los altos costos de inversión, se plantea que a futuro, si esta situación continúa, no se verán forzados a transformar sus tierras. Como por ejemplo los sistemas de riego por goteo.
La bajante no es la única causa de las actividades que se desarrollan a su alrededor, ya que es un río cuya actividad principal es la productiva y es donde se van mayores litros de agua diarios. Pero por qué no pensarlo de esta manera. Donde siempre el tema principal es el consumo del agua y ¿cómo puede afectar la población en ello? Debemos entender, que se están produciendo cambios que no necesariamente están siendo generados por las actividades antrópicas.
Guillermina Porcel Tavernelli. Mujer, soñadora, curiosa e intuitiva, poseedora de pensamiento crítico casi Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente a un paso de defender la tesis. guillerminatavernelli@gmail.com
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