Ante el comienzo de un nuevo año, y siempre, vale la pena plantearse nuevos objetivos para llevar una vida más saludable, y como dice la Organización Mundial de la Salud «para un mundo más sano». Recomendaciones y sugerencias para combatir la pandemia del sedentarismo.
La Organización Mundial de la Salud presentó hace unos años el Plan de acción mundial sobre actividad física 2018-2030: Más personas activas para un mundo más sano.
El objetivo es reducir la inactividad física en adultos y adolescentes en un 15% para 2030, generando sociedades más activas. Su implementación es responsabilidad de las autoridades nacionales. Y un plan cada vez más necesario para la humanidad.
Según la OMS, a nivel global, uno de cada cinco adultos y cuatro de cada cinco adolescentes no realizan suficiente actividad física.
Argentina no es la excepción: el porcentaje de población sedentaria es alta y no esta regularizado un plan nacional que promueva la actividad física.
A este grave panorama, se le suma las medidas adoptadas en el marco de la pandemia de Covid-19 que no contempló el beneficio del ejercicio, con adecuadas medidas epidemiológicas.
Las enfermedades crónicas no transmisibles, relacionadas con hábitos no saludables -la inactividad física y el sedentarismo- o conductas de riesgo no saludables -tabaquismo, abuso de sustancias, alteraciones del sueño, entre otras-, impactan a largo plazo los sistemas de salud, generando morbimortalidad sumatoria e interrelacionada.
La pandemia del sedentarismo
La inactividad física es una pandemia de vieja data y es el cuarto factor de riesgo de la mortalidad mundial. Si esta situación se revirtiera se podrían prevenir enfermedades, reducir los síntomas de la depresión, ansiedad, mejorar la concentración, el aprendizaje y el bienestar en general.
Como conclusión, podemos decir que es imprescindible priorizar políticas saludables, para aumentar los niveles de actividad física y erradicar el sedentarismo.

Hacer ejercicio es poner en movimiento al cuerpo en su totalidad o una parte del mismo, en forma armónica y ordenada, en beneficio del desarrollo y conservación de sus funciones.
Sugerencias:
- En el caso de los adultos se sugiere hacer entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana (o el equivalente en actividad vigorosa).
- Respecto a los jóvenes se recomienda practicar rutinas deportivas o participar en competencias.
- En los niños y adolescentes, una práctica media de 60 minutos de actividad física aeróbica moderada al día sería lo recomendable.
- El fortalecimiento muscular beneficia a todas las personas.
- Las personas mayores (a partir de 65 años) deberían incorporar actividades físicas que den prioridad al equilibrio y la coordinación, así como al fortalecimiento muscular para ayudar a evitar caídas y mejorar la salud.
- Reducir los hábitos sedentarios, es particularmente beneficioso, en las mujeres embarazadas, en puerperio, para las personas con afecciones crónicas o discapacidades.
- Integrarse en grupos de deportistas acordes a la edad y a la preparación (corredores, ciclistas o atletas) favorece un estilo de vida saludable.
- Asistir a gimnasios dirigidos por profesores de educación física, en forma regular, favorecen la toma de conciencia de salud y promueve la prevención de enfermedades.
- La natación es una actividad física altamente recomendable que cubre una franja etaria enorme y permite desarrollar actividades educativas, terapéuticas, de recreación y socialización.
Lic. Gustavo Gheller es Fisioterapeuta, Lic. en Kinesiología y Fisiatría, especialista en Kinefisiatría Crítica, diplomado en Kinesiología del Trabajo, Ocupacional y Laboral g.gheller@hotmail.com
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