Los beneficios de la actividad física son múltiples y debe ser incorporada en edades tempranas, a la rutina semanal de las personas. Se debe realizar con intensidad y frecuencia adecuada, para evitar efectos adversos.
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Dentro de los beneficios, la actividad física favorece el desarrollo del organismo y su funcionamiento, la maduración de habilidades psicomotoras y del sistema músculo-esquelético, la prevención de enfermedades, calidad de vida y calidad del sueño.
Es importante diferenciar la actividad física según la edad, dividiendo la población en niños y adolescentes (de 5 a 17 años), adultos (de 18 a 65 años) y adultos mayores (de 65 años en adelante).
La exigencia debe ser diferente en el tiempo, la intensidad y no incurrir en incoherencias, a la hora de hacer actividad física, porque tiene implícito el riesgo de lesiones. La edad es un condicionante, pero no un obstáculo para tener actividad física regular.
En los primeros años de vida el cuerpo humano se desarrolla rápidamente, luego las hormonas cambian la composición corporal y progresivamente el cuerpo humano alcanza el nivel de rendimiento más alto.
Después de los 30 años, gradualmente, los huesos, las articulaciones y los ligamentos pierden propiedades. Lo mismo para pulmones y corazón, que reducen su capacidad. El cuerpo se vuelve más propenso a sufrir fracturas, lesiones y aparecen dificultades en los movimientos. La resistencia disminuye y los tiempos de recuperación son mayores.
Uno de los factores más influyentes es la preparación física, motivo por el cual es importante el asesoramiento profesional y multidisciplinario. Los excesos o sobre entrenamientos, generan estrés físico y aumento en la vulnerabilidad a sufrir lesiones.
Las causas más frecuentes pueden ser accidentes, mala práctica del gesto deportivo, uso inadecuado del equipo de entrenamiento e indumentaria. También falta de condición física adecuada o ejercicios pre y post competitivo.
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Las lesiones deportivas más frecuentes en los adultos
- Esguince de tobillo. Lesión habitual y difícil de prevenir. Gran influencia de la superficie y el calzado. Para prevenir, analizar la postura estática / dinámica de pie, el balance muscular y la estabilidad articular. Los ejercicios propioceptivos son importantes.
- Desgarro muscular. Secundario a una contusión o contracción brusca del músculo. Prevenible con adecuada preparación física, ejercicio previo a la actividad y regenerativos posteriores. La fatiga muscular y la falta de elongación son factores predisponentes.
- Espasmos musculares o calambres. Hiperactividad del músculo, asociado a falta de reposición de sales e hidratación. Esta situación es previsible y se debe interrumpir la actividad por riesgo de desgarro.
- Tendinopatías o tendinitis. Inflamación del tendón, que expone micro-roturas. Las más frecuentes son tendinitis del rotuliano y Aquiles. También epicondilitis o lesión de supraespinoso
- Fracturas. Es la lesión más grave y las causas son por caída o trauma y fractura por estrés, por exceso de actividad.
En caso de incorporarse a la práctica deportiva, se recomienda hacerlo en forma progresiva y con adaptación previa. Las lesiones generadas por la actividad física son de variada gravedad y se debe evitar llegar a lesiones crónicas.
Recomendaciones generales
- Dejar de jugar o hacer ejercicio cuando sienta dolor.
- Consulta profesional precoz y controles médicos periódicos.
- Utilizar equipamiento (casco, protectores, etc.), ropa y calzado adecuado.
- Hidratación, apropiada alimentación y periodos de descanso.
- Realizar ejercicios pre y post actividad física.
- Correcta práctica del gesto deportivo, con aumento gradual.
- No forzar la actividad física ante cuadros de fatiga.
El rendimiento físico tiene gran influencia en la edad. Un cuerpo de 70 años no puede hacer las mismas cosas que uno de 17 años. A medida que pasa el tiempo el cuerpo cambia. Es necesario escuchar el cuerpo con consciencia de riesgo de lesiones en función de la edad y estar activos, esa es la consigna.
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Los cambios en el tiempo y la influencia natural sobre el rendimiento físico permiten desarrollar conductas preventivas y cuando las lesiones se hacen presentes, realizar abordaje precoz y tratamiento oportuno, permite el rápido retorno a la actividad.
Lic. Gustavo Gheller es Fisioterapeuta, Lic. en Kinesiología y Fisiatría, especialista en Kinefisiatría Crítica, diplomado en Kinesiología del Trabajo, Ocupacional y Laboral g.gheller@hotmail.com
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