Desde 1996, el 20 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Osteoporosis, con el objetivo de generar conciencia sobre prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha catalogado a la osteoporosis (OP) como una de las epidemias de este siglo y la definió en 1993 como “una enfermedad sistémica, caracterizada por una disminución de la masa ósea y un deterioro de la micro arquitectura del tejido óseo que incrementa la fragilidad del mismo, con el consecuente aumento del riesgo de fractura”.
Esta patología puede evolucionar en sus fases iniciales, sin síntomas, que generen sospecha de su presencia. Es una de las causas principales de discapacidad.
Prevención Es muy importante que la prevención de la osteoporosis comience desde la infancia, mediante dietas balanceadas, ricas en calcio, acompañada de hábitos de vida saludable y actividad física.
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La prevención debe ser reforzada en mujeres mayores de 50 años, ya que con la disminución de estrógenos a consecuencia de la menopausia los huesos se vuelven más frágiles.
Factores de riesgo
Existen factores de riesgo que generan perdida de la cálida ósea, huesos frágiles y propensos a fracturas y pueden ser prevenibles: la alimentación, el sedentarismo y el aporte de vitamina D. Otros no prevenibles, como el sexo.
Las fracturas pueden ocurrir en cualquier hueso del esqueleto, pero son más frecuentes en vértebras, fémur, muñecas y cadera..
Ejemplos donde aumenta el riego de fracturas:
• La mujer tienen mayor predisposición que el hombre. La menor masa ósea y la edad menopáusica, son las causas.
• El bajo peso corporal, la pérdida abrupta de peso y la baja talla. A menor peso y altura, menor masa ósea, mayor riesgo.
• Factores genéticos. Antecedentes familiares de fractura.
• La inactividad física y el sedentarismo
• Alteración de la función neuromuscular (déficit de fuerza muscular, alteración de la marcha y el equilibrio)
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• El hábito de fumar conduce a una menor densidad ósea y un mayor riesgo. Este riesgo aumenta con la edad.
• Alta ingesta de alcohol. En hombres aumenta en gran medida con el consumo excesivo de alcohol, sobre todo con el consumo a largo plazo.
• El uso prolongado de corticoides genera osteoporosis secundaria.
• Medicamentos que pueden reducir la absorción de calcio en el estómago
• Después de una fractura por una caída, es mayor el riesgo de sufrir una nueva fractura, en los próximos 5 a 10 años.
• El uso de ansiolíticos, sedantes, neurolépticos y antidepresivos.
Recomendaciones
La osteoporosis es tratable y el riesgo de fractura puede reducirse. La máxima recomendación, además de la atención médica, es la dieta balanceada, con supervisión profesional y un programa de ejercicio controlados.
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Hacer ejercicio implica encontrar la actividad que más disfrute la persona, en función de la salud general y estado de la masa ósea.
No existe una receta única para todos.
Los ejercicios de flexibilidad para la amplitud de movimiento en las articulaciones son muy importantes.
También los de equilibrio: la prevención de caídas es particularmente importante para las personas con osteoporosis.
Prohibidos Ejercicios de alto impacto, actividades como saltar, correr o trotar son de riego. Evita hacer movimientos rápidos y bruscos. Priorizar movimientos lentos y controlados. Ejercicios que consisten en doblar y girar la cintura, como tocarse los dedos de los pies o hacer sentadillas, pueden aumentar el riesgo. También hay cuidados específicos en el golf, el tenis, y algunas posturas de yoga.
Educación
Existen estudios que demuestran la escasa adherencia al tratamiento en la osteoporosis, ofreciendo unas cifras de abandono del 40-50% en el primer año.
Las causas sugeridas son:
- Olvido. Incomodidad
- Duración prolongada. Efectos secundarios.
- Falta de comprensión de la gravedad.
- Factores económicos.
El nivel de adherencia, aumenta el riesgo de fractura. Es equiparable el riesgo a la no terapia.
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Es sumamente necesario brindar información específica, integrar la familia e instar al paciente a asumir su autocuidado. Generar contención, orientación y percepción de la enfermedad. Evitar frustración y deserción. Bajar nivel de estrés y alerta del dolor. Seguir pautas para el hogar, en las comidas y ejercicios específicos. Y actividades físicas recreativa de implementación progresiva -antes de comenzar, consultar con el médico, es posible que primero se deba medir la densidad ósea-.
¿Cómo se evalúa?
Un examen de densidad mineral ósea (DMO) mide la cantidad de calcio y otros tipos de minerales presentes en un área del hueso y permite detectar osteoporosis y predecir su riesgo de fracturas óseas.
La segunda medida es una evaluación de la aptitud física y la programación de un plan de trabajo a medida. La experiencia del profesional en personas con osteoporosis, es de vital importancia en el diseño del plan de trabajo.
La intensidad del plan, depende del grado de osteoporosis y riesgo de fractura. Es importante definir que ejercicios no se deben hacer. Mientras tanto, la persona debe pensar en qué tipo de actividades disfrutas más. Este punto favorecerá la adherencia al plan.
Lic. Gustavo Gheller es Fisioterapeuta, Lic. en Kinesiología y Fisiatría, especialista en Kinefisiatría Crítica, diplomado en Kinesiología del Trabajo, Ocupacional y Laboral g.gheller@hotmail.com
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