El pasado 17 de mayo se celebró el Día Mundial del Reciclado, y desde #LPN nos preguntamos ¿de qué se trata reciclar? Reciclar es el proceso de transformación donde un elemento o producto que fue desechado puede ser convertido en materia prima para un nuevo producto o transformarlo para darle una nueva función.
Los residuos se clasifican en dos tipos: orgánicos e inorgánicos. En columnas anteriores hablamos sobre los residuos orgánicos y qué hacer con ellos. Es apropiado remarcar que estos tienen un proceso de degradación natural más rápido comparados con los inorgánicos, pero que obviamente no por ello contaminan menos.
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Cuando hablamos de Reciclaje incorporamos una nueva regla, la regla de las tres R: Reducir, Reutilizar y Reciclar. En alguna bibliografía se incorpora una cuarta R, Recuperar.
¿Cómo hacemos esto?
Ya de a poco, comenzamos a familiarizarnos con la variedad de contenedores que vemos en plazas o edificios públicos, en puntos fijos de la calle o en hogares. Las películas, sobre todo de otros países, nos muestran también hábitos sobre cómo se comportan con la basura.
Hace tiempo que se está enseñando cómo separar los residuos y dónde depositarlos. Para ello, se crearon contenedores con colores diferenciados que ayudan a identificar qué residuo va en cada uno. De esta manera, se facilita la clasificación cuando salen de casa.
En la Argentina, aún no están preparados todos los municipios y hogares con al menos 2 o 3 tachos diferenciados, como así los lugares de destino final. Pero es algo que de a poco se va a ir alcanzando. Más allá de esta pequeña introducción sobre los residuos, hoy vamos a hablar del reciclaje de los residuos inorgánicos.
¿Cuáles son los residuos inorgánicos?
Los residuos inorgánicos son aquellos de origen no biológico, por lo tanto no pueden degradarse naturalmente. O sea, requieren de intervención mecánica para su transformación y su descarte puede resultar contaminante para el ambiente. Dentro de esta clasificación tenemos metales, plásticos, vidrio, cartón, cuero, fibras, cerámica, madera, papel, textiles, pilas, baterías, elementos electrónicos.
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Debido a la acumulación en el tiempo de esos residuos, se fueron implementando sistemas de producción en el cual un alto porcentaje de estos residuos pueden ser reutilizados, como por ejemplo: el plástico.
Cuando vemos este símbolo ya logramos identificar de qué se trata. Este surgió a partir de un concurso organizado por la fábrica de cajas de cartón, “Container Corporation of America”, en los Estados Unidos donde Gary Anderson en el año 1970 ganó con su propuesta de logo.
Pero no fue hasta 1988, que se comenzó a ver en los envases, gracias a la Asociación de la Industria de Plásticos en Estados Unidos, convirtiéndolo en un código para identificar qué tipo de material se utilizó para su fabricación y, por tanto, cuán difícil es su proceso de reciclado.
El plástico es el mayor residuo que existe en todo el mundo, lo utilizamos en nuestro cotidiano todo el tiempo. Y hoy se ha convertido en una problemática mundial, como así también en una oportunidad laboral.
Cuando tengamos en la mano un objeto derivado del plástico, veremos un logo con un número que se ocupa de indicar la dificultad de ese material para ser reciclado. Por lo tanto, si no puede ser reciclado su camino será otro.
N° 1: PET: plástico de un solo uso, BOTELLAS, se puede reciclar para crear FIBRAS TEXTILES o ENVASES PARA ALIMENTOS.
N° 2: materiales más rígidos como para SHAMPOO, DETERGENTES, BOTELLAS DE LECHE, son más resistente a productos químicos y cambios de temperatura. Es uno de los plásticos más seguros y fáciles de reciclar. Transformados en CAJAS, CUENCOS, NUEVOS ENVASES, etc.
N° 3: es el más rígido, de larga vida útil como TUBOS, CAÑERÍAS, VENTANAS, JUGUETES, EMPAQUES DE MEDICAMENTOS, etc., difíciles de reciclar.
N° 4: es uno de los más comunes, ligero, resistente y flexible. Con este material se fabrican BOLSAS, PAPEL FILM, PLÁSTICO DE BURBUJAS, etc. Puede reciclarse para volver a obtener los mismos materiales.
N° 5: es el que más se encuentra en los alimentos u objetos, que necesitan protección contra la humedad.
N° 6: utilizado para COMIDA PREPARADA o como ENVASE DE YOGURES, PLATOS, VASOS, son difíciles de reciclar, ya que, por ejemplo, el papel pegado en los envases de yogur dificulta su proceso de reciclaje.
N° 7: engloba toda la diversidad de plásticos existentes policarbonatos, poliamidas o poliuretanos, con un contenido de resinas, generalmente almacenados en una gran mezcla que no son reciclables, como ANTEOJOS DE SOL, LATAS DE CONSERVAS CON CAPAS PLÁSTICAS ANTI-ÓXIDO, CUBIERTOS DE PLÁSTICO TRANSPARENTE Y DVDS, CDS, etc.
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Para finalizar, queda clara la importancia que tiene el poder identificar los distintos niveles de utilización y reciclado de estos materiales.
Las Ecobotellas o Botellas de Amor se llenan con plásticos de un solo uso y limpios, y pueden utilizarse para fabricar madera plástica, para juegos infantiles, bancos, mesas. En cambio, los Ecoladrillos pueden además de plásticos rellenarse con cartón, papel, telgopor, aluminio, lo que les da más rigidez.
Guillermina Porcel Tavernelli. Mujer, soñadora, curiosa e intuitiva, poseedora de pensamiento crítico casi Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente a un paso de defender la tesis. guillerminatavernelli@gmail.com
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