La artrosis es un trastorno crónico que se caracteriza por dolor, rigidez articular y pérdida de la función. Es la patología reumática más frecuente y genera alta discapacidad. Altera la calidad de vida y puede interferir en el bienestar psicológico de las personas.
Esta enfermedad avanza en fases, iniciando con alteraciones en el cartílago y los tejidos circundantes, con posterior reacción del tejido óseo y, de a poco, va generando un proceso degenerativo.
La artrosis se presenta tanto en hombres como en mujeres de entre 65 y 84 años. Suele afectar con mayor frecuencia las manos y las rodillas en las mujeres, y las caderas en los hombres. Asimismo, se presenta generalizada en la población mayor de 85 años.
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Después de los 35 años, dos de cada diez personas pueden presentar hallazgos de artrosis en radiografías, sin síntomas y, sobre todo, a nivel de la columna vertebral. La causa puede ser primaria, de origen desconocido y no estar relacionada ni con el clima, ni con la dieta.
¿Qué factores predisponen a las personas a tener artrosis?
- La edad y la pérdida de la capacidad para recuperar los tejidos.
- La herencia o predisposición familiar.
- El sobrepeso. Tiende a afectar a las articulaciones que soportan carga como la cadera y las rodillas.
- La sobrecarga o el uso repetitivo en actividades ocupacionales o deportivas.
- Fracturas o cirugías previas en la articulación.
- Alteración de la alineación articular.
- Diferencia de longitud de las piernas.
¿Cuáles son los síntomas de la artrosis?
El dolor es el principal síntoma y puede estar acompañado por la rigidez. Ambos aumentan con el reposo y disminuyen con el movimiento. Con el tiempo y el deterioro articular, aparece dificultad para realizar distintas actividades.
Dependiendo de la articulación comprometida, puede aparecer inflamación, debilidad muscular, sensación de inestabilidad, contracturas, limitación de la movilidad y crepitación articular.
Diagnóstico
Teniendo en cuenta los síntomas y los signos, es de vital importancia el examen físico. Los estudios se complementan con laboratorio y radiografía. Es necesario tener en cuenta de que no existen alteraciones específicas de laboratorio de la artrosis que permita hacer un diagnóstico y seguimiento.
La radiología en las fases iniciales puede ser normal o se puede observar pérdida de espacio articular, alteración ósea y osteofitos marginales.
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Tratamiento
En la actualidad, no existe una terapia que proporcione una cura definitiva para la artrosis, pero se pueden mitigar los síntomas, retardar su evolución y optimizar la calidad de vida de las personas con esta enfermedad.
Los principales objetivos del tratamiento son:
- Prevención, educación y estimular la adherencia al tratamiento.
- Promover cambios en el estilo de vida, incrementando la actividad física y combatiendo el sedentarismo
- Mantener la capacidad y calidad de movimientos.
- Medicamentos, tratamiento intrauricular, protectores de cartílago. Es de vital importancia evitar la automedicación.
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Recomendaciones
- Protección articular, equilibrando el reposo y la actividad física.
- Evitar el sobrepeso
- Uso bastón, bajo prescripción profesional, si es necesario, evitando caídas.
- Utilizar calzado adecuado y continente
- Evitar actividad de alto impacto sobre las articulaciones.
- Actividades recreativas o deportivas adecuadas y controladas.
- En pacientes activos, bajar el nivel de impacto articular, priorizando actividades seguras, evitando el estrés articular.
Lic. Gustavo Gheller es Fisioterapeuta, Lic. en Kinesiología y Fisiatría, especialista en Kinefisiatría Crítica, diplomado en Kinesiología del Trabajo, Ocupacional y Laboral g.gheller@hotmail.com
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