La maestra pampeana que hace dedo para ir a dar clases

Florencia del Blanco (26) es una docente de Bernardo Larroudé, La Pampa, que hace dedo todos los días para ir a trabajar en la localidad de Intendente Alvear. El día miércoles de esta semana hizo un posteo en la red social Facebook que lo compartieron casi 6 mil personas y tomó relevancia a nivel nacional.

«Soy Florencia Del Blanco, docente. Si me ves parada en la ruta, sentido Bernardo Larroudé – Intendente Alvear (o viceversa), o si me ves parada en el acceso de la ruta 1, es que viajo casi todos los días a dedo. Comienzo con mis viajes a mi lugar de trabajo. Soy profesora en el Colegio Alicia Moreau de Justo, en la EPET 7 y en la Escuela de Adultos 9. Comencé allá en 2019 haciendo dedo y este año vuelvo a hacerlo. Si decidí subirlo a las redes es para que difundan y me ayuden si me ven. En casa me espera mi hijo que siempre beso y abrazo fuerte antes de irme», publicó en su perfil de Facebook.

En un diálogo con #LPN Florencia contó que nunca se imaginó que su publicación iba a llegar a tener tanta repercusión, de hecho no le parece algo «importante» porque conoce colegas suyos que desde hace años asisten de esta manera a sus clases.

«Si la ve alcáncela… » «Más de una vez al cruzaremos y la llevaremos» «Cuidate» «Hacen falta muchos ejemplos como usted! Llenese de orgullo!» fueron algunos de los comentarios que dejaron en su red social.

Tal fue la magnitud de la viralización de su posteo que ayer a la tarde, haciendo dedo para la vuelta del trabajo, la levantó en la ruta un señor y lo primero que le dijo fue: «¿Vos no serás la maestra de las noticias?».

Nos confiesa que como mujer, el hecho de estar parada en la ruta esperando que algún auto la ´levante´ para ir a trabajar, es incómodo y a veces «peligroso». En una situación se encontró en el auto de un hombre que la «encaró» y le «decía cosas feas, lo único que quería era llegar a mi casa y abrazar a mi hijo», cuenta. Otra situación en la que la pasó mal, fue una tarde de invierno muy fria en la que ningún auto frenaba y la noche se iba acercando.

«Estoy muy agradecida, yo no creo que esté haciendo algo de otro mundo: policías, doctores, enfermeras, lo hacen todos los días, y yo soy una más que se para en la ruta y sabe que lo tiene que hacer porque no le queda otra», concluyó.

A partir de la difusión de su posteo se comunicaron con ella otros docentes, colegas, vecinos, además de los medios nacionales, y ya pudo coordinar viajes para varios días de la semana. Seguramente este año no faltará quien la lleve.