La propuesta de la Secretaría de Cultura para este invierno es volver a descubrir la historia del territorio en dos muestras, interactuando con las ciencias humanas y las naturales.
En el CC Medasur -Belgrano Sur 180-, se puede ver el progreso de la fauna pampeana y su relación con el ser humano. En el Museo Provincial de Artes -9 de Julio y Villegas- los artistas ofrecen una lupa distinta para explorar la flora y los “bicharracos” que vemos cada vez que salimos al patio o nos adentramos en el monte.
«Naturaleza y Cultura« va a permanecer hasta el 29 de julio en el CC Medasur y hasta el 17 de julio en el Museo de Artes, con entrada libre y gratuita en ambos espacios. Son propuestas que nos llevan al pasado provincial: animales gigantes, fondos de mar en el oeste y bombos que presidían rituales. También es un espacio para redescubrir los colores del piquillín, los cardos y el tornasolado lomo de los escarabajos.
El CC Medasur va a estar abierto de lunes a viernes de 8 a 12 y las tardes con visitas guiadas van a ser los martes y jueves de 15 a 17 mientras que los fines de semana será de 18 a 20. El Museo de Artes, va a poder visitarse de lunes a viernes de 8 a 18:30 y los fines de semana de 18:30 a 21:30. Ambos con entrada libre y gratuita.
Leé también La Argentina en default ambiental, ¿qué significa?
Mundos históricamente contrapuestos. Uno explica lo concreto, mientras que el otro construye lo abstracto, y se encuentran para brindar lo invaluable: otro sentido y significaciones sobre la tierra que habitamos, desde su historia, reinterpretación y evidencias.
Propuesta del CC Medasur: recorrer millones de años en unas horas
Adriana Maggio, secretaria de Cultura, presenta la muestra «como una manera de albergar y dar un adelanto de lo que será la muestra permanente del Museo de Historia Natural cuando finalicen las obras, y pensando también en las vacaciones de invierno, ideamos estos recorridos, todos con entrada libre y gratuita«.
Se vienen las vacaciones de invierno y la curiosidad de los más chicos obliga a buscar opciones. ¿Qué historias les contamos? La propuesta es hablar de los pueblos originarios, contarles que hace mucho el oeste pampeano era un mar y que los tigres dientes de sables no solo habitan las películas sino que sus restos están en museos locales o en las profundas entrañas de nuestra tierra.
El Museo de Historia Natural de La Pampa, ubicado en Pellegrini 180, está en refacción edilicia, desde hace meses que no se pueden visitar las instalaciones. Desde #LPN hablamos con Lucas Cheme Arriaga, coordinador del museo, que nos cuenta cómo se organizó el recorrido en estos nuevos espacios: “Se busca contar desde lo más antiguo a lo más reciente, marcando la incidencia de los cambios, ya sean naturales o forzados”.
Leé también Casa Alarcia, una empresa pampeana con 113 años de historia
Al ingresar uno se encuentra con un Gliptodonte, un peludo gigante. Desde ahí se ingresa al subsuelo, la primera parte del recorrido donde se pueden encontrar los restos hallados hace millones de años en el fondo del mar. Ese ambiente se contrasta la convivencia de palmeras, cocodrilos, tortugas y aves. En la pared se describe todo lo que constituía ese viejo mar.
En la misma sala “pasamos a una etapa más reciente, hace 7 millones de años, la edad de Misiones, que es la más estudiada por los grupos de investigación provinciales”, cuenta Lucas. En ese sector del nivel se encuentran los tres fósiles de los mamíferos más vistosos: Megatelio, Smilodon y Toxodonte.
“El tigre dientes de sable (Smilodon) no es originario de acá sino de norteamérica, encontrarlo en Santa Rosa da cuenta de la migración intercambiada que se produce por la famosa conexión del istmo de Panamá. La exposición termina con una vitrina en la que se pueden apreciar puntas de flecha encontradas en Casa de Piedra: las herramientas humanas más antiguas de la exposición, tienen 8500 años y están ubicadas en ese lugar porque permite inferir que estos grandes mamíferos tuvieron contacto con los primeros grupos humanos. Que se dio a través de la caza, una de las razones de su extinción además del cambio climático”.
Lucas Cheme Arriaga
En nivel medio, se pueden encontrar imponentes historias de los caciques Lonko Panguitruz Gner, Lonko Vicente CatroNau Pincén y Lonk Juan Kalfucurá. Se muestran los elementos propios de la cultura originaria como el kultrún, boleadoras y lanzas. También se exponen fotografías de los primeros elementos europeos en La Pampa.
Leé también El problema de los perros en las calles de Santa Rosa
Lucas aclara que: “En ese sector se busca contar el proceso de cambio del paisaje y la defaunación, pérdida de especies”. Dividiendo la sala hay un arado que representa el cambio que la agricultura generó sobre el monte natural y “el efecto que ha producido el hombre sobre especies que antes habitaban en la provincia, se marca con la foto del último yaguareté cazado en nuestra zona, descendiente de los que migraron del norte del país”.
En el último piso, el final del recorrido, hay un muestrario de especies actuales provenientes de distintos ambientes de la provincia: zorros, liebres y víboras disecados. “En ese sector, la información que se plasma en las paredes está hecha desde el museo e investigaciones, pero con aportes que se han hecho de manera digital por vecinos, lo que se conoce como ciencia ciudadana. Buscamos darle importancia a todo lo que aportan porque los investigadores usamos ese registro. Quedan todos invitados a esta exposición histórica basada en la biodiversidad pampeana«.
La muestra desde las artes: recrear el mundo sin ser Dios
En la muestra del Museo Provincial de Artes, varios artistas reversionaron a la flora y la fauna de La Pampa dándole su propia impronta. No hay obras en muestra sino que se trata de instalaciones, es decir, que cada habitación es una obra en sí misma.
Desde #LPN hablamos con Lis Cofré, encargada de coordinar la intervención artística a partir de los elementos y obras que le brindaba el Museo de Historia Natural y el ojo de cada artista participante. Hay un espacio herbario, una sala de coleópteros e insectos y dos salas que interpretan a las aves del territorio desde la resignificación que implica la creatividad en acción.
Leé también Concurso de Crónica Patagónica para que participen más pampeanos
El eje principal de la muestra es la posible interacción para todo grupo etario, al igual que la del CC Medasur, pero con los insectos, la flora y las pequeñas aves que quedaron por fuera de esa muestra histórica. Al ingresar, la recepción es brindada por las pequeñas aves oriundas de nuestra tierra, las que vemos cuando recorremos espacios verdes y las especies que se recopilaron y disecaron con el tiempo.
“Musicalizamos esa sala con los cánticos que entonan estos animales en vida”, dice la artista. Y lo logran, te envuelve la vida en la apreciación de los colores que permite ese tipo de muerte, frente a ellos una obra curiosa: reposera destrozada por el óxido frente un bosque salvajemente crecido que “representa el tiempo”, dice Lis. Esos árboles tendrán la misma edad que el objeto material lo que permite interpretar lo prolongado de lo natural y lo efímero de lo material.
Al atravesar la primera división, se llega a otra muestra, donde miles de pegatinas de escarabajos desfilan debajo de los pies y simulan una invasión. Al atravesar la arcada de esa habitación vemos esos insectos a gran escala, con esqueletos de alambre y cuerpo de macilla, se trata de las detalladas esculturas (antes escondidas) de Pablo Nuñez, quien cuenta que para aumentar el realismo utilizó “pelo de animal, papel celofán, brillos y demás elementos”.
“Nos entregaron los diferentes insectos agrupados en cajas de vidrio que son las que pusimos frente a la sala pero el desfile de las representaciones gráficas es para mostrar la presencia que generan en vida”.
Lis Cofré
La siguiente sala está conquistada por el magenta (color), pues fue diseñada en torno a los flamencos y a la elegancia que inspiró tantas obras. Tres posan en el centro de la sala con luces rosas que acrecientan el impacto de su color. Las paredes empapeladas en degradé, como si de una fotografía ampliada de su plumaje se tratara.
Leé también Ángeles Alemandi, periodismo y cultura en plena pampa
“Esos cuadrados de papeles, a medida que se acercan al centro se van doblando hasta llegar a una conjunto de flamencos hechos en origami que posan, juntos, como los grupos que vemos en una laguna”, cuenta Lis Cofré. De esta manera, se representa como el arte se inspira en la naturaleza y como algo tan grande como un flamenco es reconvertido en algo tan pequeño como un origami.
La sala del herbario está compuesta por una pared negra en donde se plasman obras en colores flúor que pueden ser apreciados con la luz violeta y traslada a un espacio que inunda en colores vivos. “Representamos la flora de La Pampa con esta técnica porque los colores de la misma son naturalmente apagados, como un otoño permanente y así logramos resaltar los colores más vivos de lo que nos rodea”, explica Lis. Logrando mostrar de otra manera el rojo del fruto del piquillín, el verde del algarrobo y el blanco de la cola de zorro.
Que los pampeanos puedan acceder a ambas obras es de gran importancia para el conocimiento de la procedencia de cada especie que ven cuando recorren el monte y de las posibilidades de representar y reversionar que tienen a su alcance. Entonces, recomendamos que hagan ambos recorridos y disfruten el invierno de una manera diferente.
Naturaleza y cultura, Centro Cultural Medasur -Belgrano Sur 180- hasta el 29 de julio, de lunes a viernes de 8 a 12. Visitas guiadas: martes y jueves de 15 a 17, fines de semana de 18 a 20. En el Museo Provincial de las Artes -9 de julio y Villegas-, hasta el 17 de julio. Lunes a viernes de 8 a 18:30 y los fines de semana de 18:30 a 21:30. Entrada libre y gratuita.
*****
Este contenido es posible gracias al apoyo de nuestros lectores y auspiciantes. Compartí esta nota, opiná, y publicitá en nuestra web, para promover un periodismo distinto en la región: Contacto y Publicidad