El viernes 10 de marzo Mónica Arrieta (49) y Cecilia Favole (40) estaban en el cuartel de bomberos de Embajador Martini preparando el lugar porque el domingo se tomaban mesas de examen. Ese día, en el lugar, había bastante bullicio general porque también estaban los cadetes practicando y usando las herramientas con las que iban a rendir.
“En un momento escuchamos gritos, al principio pensamos que eran los estudiantes que usaban y guardaban elementos hasta que entendimos que decían Bomberos, alguien se ahoga. Salimos corriendo con Cecilia Favole y en la esquina nos encontramos con una mamá que traía en brazos a su beba desvanecida, ahogada”.
Mónica Arrieta
Mónica contó que si bien todos los bomberos están preparados para situaciones límites, tienen cursos hechos y saben la teoría, pero las prácticas se hacen sobre muñecos o sobre elementos y no es lo mismo que con una persona y en una urgencia. Por suerte todo salió bien ya que podrían haberse bloqueado, podrían haberse asustado, o no saber bien qué hacer ya que nunca les habían vivido una situación igual.
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“La madre nos dijo la nena no respira, está ahogada le preguntamos si estaba comiendo algo, pero les dijo que no, que estaba con fiebre y dormida. Empezamos a hacerle las maniobras de desahogamiento, pero no funcionaba. Se armó un tumulto de gente en la esquina, entre los cadetes del cuartel, personas del negocio ubicado enfrente y un auto que paró. Con Cecilia decidimos llevarla a la sala de primeros auxilios, a cuatro cuadras porque en el cuartel no hay oxígeno.
Subimos a un auto y le pedimos al jovencito que lo manejaba que nos lleve, por suerte el jovencito no se abatató y muy amablemente nos acercó. Cecilia, no frenaba. En el vehículo seguía y seguía haciendo la maniobra Heimlich y ahí consigue que largue un bolo de flema y moco y empezó a hacer ruidos de respiración. Para cuando nos bajamos del auto empezó a llorar. Ahí nos aflojamos todos, ya estaba respirando.
Se la entregamos al personal de salud y ya se hicieron cargo ellos de la situación. Más tarde nos llamaron por teléfono para preguntar con qué cuadro nos habíamos encontrado nosotras y les contamos toda la situación”.
Mónica Arrieta
Mónica recuerda que la mamá de la niña les contó al otro día que se bloqueó tanto que no pudo reaccionar más que saliendo a la calle, que tiene lagunas mentales y muchos momentos que no recuerda como por ejemplo cuando le dio la beba en brazos a Mónica.
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“La noticia se hizo viral y a nosotros nos sorprendió, una no lo hace para que salga en las noticias. Soy mamá, tengo un hijo y una hija, y en el momento te pasan un montón de cosas por la cabeza que no querés, pero los sentimientos te tocan en esas situaciones feas. De todas formas no alcanzas a pensar y actuás. Después te das cuenta lo que hiciste, lo que podrías haber hecho, lo que podría haber pasado”.
Mónica Arrieta
Los bomberos reciben capacitaciones constantemente, a nivel provincial, a nivel zonal y a nivel local. No solo de socorrismo a personas sino también de rescate, cuando hay vehículos implicados. También instrucciones sobre manejo del fuego, tanto para incendios rurales como estructurales en edificios o en situaciones en las que no se puede usar agua, como por ejemplo derrames de nafta o combustibles donde se usa espuma especial, diferente a los matafuegos. A nivel local, todos los miércoles, el cuartel de Embajador Martini organiza prácticas donde participa todo el cuerpo activo.
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Mónica también quiso dejar la recomendación de acercarse a cuarteles, a salas de primeros auxilios y recordó acerca de la necesidad de que la población aprenda a hacer primeros auxilios:
“Quienes trabajamos en servicio nos encanta enseñar y siempre estamos dispuestos a hacerlo. Uno nunca sabe cuándo y dónde puede pasar y es muy importante saber cómo actuar. Ante una emergencia los pasos a seguir son: primero identificar el problema, después activar el sistema de emergencias, llamando o acercándose a bomberos, ambulancias o a la policía. Tercero, asegurar la seguridad del lugar y de uno mismo y por último hacer las maniobras necesarias, RCP o Heimlich hasta que la persona reaccione, hasta que ya no se pueda seguir por cansancio físico o hasta que venga alguien a relevar la atención”.
Mónica Arrieta
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“Siempre me gustó ayudar a los demás, por eso me hice bombera. Uno no piensa en uno mismo o en peligro, solamente quiere salir porque da satisfacción hacer algo por los demás. Es una decisión propia, es voluntario y el pago no es con dinero si no con agradecimientos de la gente. Es una vocación que genera gran satisfacción y yo lo voy a seguir haciendo mientras pueda, no me quiero retirar”.
Mónica Arrieta
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