Veintitrés mujeres de General Acha serán capacitadas en albañilería y construcción para realizar obras y conformar cooperativas de trabajo. Un programa municipal, financiando por Nación, que apunta a dar un primer paso en el diseño de urbanismo con perspectiva de género.
Instalarán un estacionamiento, juegos, bancos de hormigón, piso de caucho, canillas de riego, cartelería, cestos, paneles didácticos, bicicleteros, tachas viales y se realizará un estacionamiento. Además, trabajarán también en la parquización y completamiento de plazoletas.
Todas las mujeres serán instruidas en albañilería y pintura en obra. En ese lapso de tiempo, recibirán un salario y será un puntapié para futuros posibles trabajos, que de otra manera, hubiese sido difícil de imaginar.
La gerenta del IPAV, Romina Montes de Oca manifestó que el objetivo final del programa «Mujeres en Obra» es conformar una o más cooperativas de trabajo «para lo cual además, se capacitarán en derecho laboral, contabilidad básica y en la conformación de la organización solidaria, para que ellas mismas puedan llevarla adelante”.
El programa será financiado por el Gobierno Nacional a través de un convenio firmado por el gobernador en el que se invertirán casi 12 millones de pesos.

Perspectiva de género y por qué es importante
Pocas mujeres han tenido a lo largo de su vida la oportunidad o siquiera la intención de aprender sobre albañilería o construcción. El hecho de que desde el sector público se incentive a las mujeres a capacitarse en prácticas consideradas exclusivamente para hombres, es un paso enorme dentro de la lucha por la igualdad de oportunidades entre ambos géneros.
La funcionaria destacó “la necesidad de incrementar la incorporación de mujeres a trabajos y actividades tradicionalmente asignadas a varones, mitigando la diferencia que se ha generado históricamente en algunos ámbitos, como por ejemplo, el de la construcción”.
Desde albañiles hasta gasistas, todos esos oficios parecieran estar signados por el género masculino. La confianza en este rubro, no está en el género, en si lo hace un hombre o una mujer, sino que la confianza se encuentra en la divulgación y conocimiento del oficio para ellas.
A través de las grandes y pequeñas empresas, y desde el sector público, es posible acercar estas prácticas al género femenino, y así el abanico de posibilidades laborales, abrirse.
La AUSA (Autopistas Urbanas) hace algunos años colaboró en la Ciudad de Buenos Aires, para la representación de las mujeres en la construcción a partir de la campaña «Construyendo Igualdad». El titulo del cartel que alerta «Precaución hombres trabajando» fue modificado por «Precaución, hombres y mujeres trabajando».
Pequeñas iniciativas que generan grandes cambios.