Las defensas de las acusadas solicitaron la división del debate porque cuando el 2 de febrero se conozca la sentencia el Tribunal resolverá solamente si Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez son culpables o inocentes. La pena se fijará en una nueva audiencia que se hará máximo 15 después de conocerse el fallo, es decir el 17 de febrero.
Los alegatos finales se extendieron por seis horas. La fiscal Verónica Ferrero dio por probado que aquel día las acusadas “agredieron físicamente, en forma conjunta” a Lucio entre las 17:30 y las 19:40 y que las lesiones provocadas fueron las causantes del fallecimiento. En base a la autopsia habló también de un maltrato físico continuo y consideró que también quedaron acreditados los abusos sexuales en reiteradas ocasiones.
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José Mario Aguerrido, apoderado de la querella de la familia paterna de Lucio Dupuy, dijo que “ambas lo atacaron o la atacó una y la otra no hizo nada para evitarlo”. Por eso afirmó que las dos fueron responsables por acción u omisión. Si el Tribunal de Audiencia diera por cierta la versión de los hechos del Ministerio Público Fiscal a las acusadas les correspondería una pena de prisión perpetua.
El abogado de la familia paterna de Lucio Dupuy declaró que el juicio fue muy extenso y que la temática fue muy cruenta. También comentó que las dos acusadas estaban en el lugar cuando existió el último acto de maltrato. Se repasaron las pruebas que complican a las dos imputadas y describió la reconstrucción de la secuencia del hecho que hicieron en el alegato a partir de todos los indicios probatorios.
Defensas
Blanco Gómez, defensora oficial de Páez, afirmó que no existió homicidio agravado sino un homicidio preterintencional, es decir que no existió dolo (ella no quiso que Lucio muera) y que la imputada no buscó el resultado de muerte. Detalló siete acciones que Abigail realizó para evitar la muerte del niño. Entre ellas, la práctica de RCP para reanimarlo, trasladarlo a la posta sanitaria del barrio Atuel, buscar ayuda de la policía y llevarlo al Hospital Evita. “Son conductas que deben ser valoradas de que no quiso matar”, manifestó. Además cuestionó las conclusiones de la autopsia.
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La defensa entiende que en el peor escenario pudo existir un homicidio simple con dolo eventual. En cuanto a la acusación de abuso sexual pidió la absolución de Páez por el beneficio de la duda.
“Todo lo que puedan decir de mi es horrible, por eso le pido perdón a las personas se hayan sentido tocadas por el tema y por toda esta situación, que lo lloran y lo extrañan como me pasa a mí y a su mamá. Y también quiero pedirles disculpas a mi familia y a mi mamá porque le fallé, porque ella no me enseñó estas cosas. No sé realmente lo que pasó, tengo muchas lagunas en la cabeza y si no conté detalles es porque estoy muy traumada. Sé que él (Lucio) me perdonó. Ojalá yo me pueda perdonar”.
Abigail Páez
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Por otro lado, el defensor oficial Pablo De Biasi pidió la absolución de Espósito Valenti por ambos delitos. Afirmó que “en el lugar de los hechos hubo una persona y no dos” y que “la única testigo fue Abigail”. A su vez descartó cualquier responsabilidad de la madre por omisión y planteó que solo podría imputársele una conducta preterintencional, en caso de que fuera hallada culpable.
Además, manifestó que la fiscalía y la querella efectuaron “muchos recortes” a los hechos para encuadrarlos en sus teorías y agregó que durante el proceso se diluyó la responsabilidad del padre en el cuidado de Lucio.
Finalmente, Magdalena Espósito Valenti declaró que: “se me critica a mí, pero no al progenitor –porque padre le queda grande–. A él se lo justifica cuando la responsabilidad era de los dos. Sin embargo, en todo momento se desentendió de la criatura. Y tampoco es verdad que Lucio no tenía contactos familiares. Tenía contactos con el progenitor, sus abuelos, mi familia y la de Abigail. Si ellos no quedaron conformes con esos contactos será porque no se esmeraron en tenerlos más”.
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