El boxeo argentino perdió a uno de sus campeones mundiales a causa del coronavirus. Luego de estar dos semanas internado en Buenos Aires, en el hospital Fernández, en la madrugada del miércoles murió el pampeano Miguel Ángel Castellini, luego de que se agravara la neumonía que lo afectaba al dar positivo de Covid-19.
Castellini, fue apodado «Cloroformo» por el periodista Jorge Mórtola. La adjetivación hacía mención al poder adormecedor de sus golpes. Tenía 73 años y se había consagrado campeón mundial super welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) el 8 de octubre de 1976, al derrotar por puntos al español José Durán en el Palacio de los Deportes de Madrid.
Nació en Santa Rosa el 26 de enero de 1947. Su reinado fue muy corto, ya que la corona la cedió en su primera defensa, al perder con el nicaragüense Eddie Gazo, en Managua, el 5 de marzo de 1977, en un combate en el que no estuvo a la altura de sus posibilidades. Tiempo después se supo que en esa pelea hubo un clima enrarecido que incluyó amenazas. El propio Castellini aseguró que haber aceptado esa pelea había sido el error más grande de la trayectoria de Tito Lectoure, empresario emblema y promotor del boxeo argentino.
Esa pelea marcó la trayectoria de Castellini, ya que nunca recuperó el nivel que lo había llevado a pelear por el título del mundo y se retiró en 1980 con una marca de 74 victorias (51 nocauts), 8 derrotas y 12 empates.
Justamente de la mano de Lectoure hizo una campaña que lo llevó a pelear por las principales ciudades de Europa. París, Milán y Roma lo tuvieron como protagonista arriba de un ring.
Luego se dedicó a la enseñanza del boxeo, con la creación de la Academia que llevaba su nombre y que llegó a tener tres sedes. «El boxeo recreativo es lo mejor para la salud mental de una persona», dijo alguna vez.
Descansa en paz, Miguel Ángel Castellini.
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