Susana Villegas tiene desde hace más de 20 años en Realicó un emprendimiento de sericicultura único en la provincia. Para ella, la producción de seda es mucho más que una simple actividad artesanal, es un proceso que ofrece una amplia variedad de productos y oportunidades económicas, todo dentro de un marco de sostenibilidad y economía circular. Historia, proyectos y lucha contra las fumigaciones con agroquímicos en esta nota con #LPN.
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¿Qué es la sericultura? La sericultura es la cría de gusanos de seda para producir seda. Implica todo el proceso, desde la incubación de los huevos hasta la recolección de los capullos y el hilado de la seda. Es una actividad tradicional que requiere cuidados de las condiciones ambientales y sanitarias.
De origen cordobés, Susana incursionó en la sericicultura en el año 2000. En aquel entonces, mientras buscaban opciones viables para la economía familiar en la Liga de Amas de Casa local, vieron una entrevista a la bióloga Adriana Casadío, especialista en el tema, y decidieron probar suerte.
En el año 2007 se afianza su emprendimiento, Sedas Pampeanas, y se inaugura el Centro Demostrativo de Coordinación Serícola en el parque industrial de Realicó. Susana fue beneficiada con fondos del gobierno italiano a través de la Red Andina de la Seda y viajó a Italia para capacitarse en la cría del gusano de seda, reforzando esa capacitación con una pasantía en Mérida, Venezuela.
Después de dos décadas dedicadas a la producción, hilado y tejido, su emprendimiento tiene hoy en día reconocimiento nacional e internacional. Si bien trabaja en Realicó, viaja todo el tiempo a distintos puntos del país para dar charlas, participar en ferias o desarrollar proyectos.
“Tengo una variedad de productos disponibles, ya que siempre recibo muchas visitas y las personas suelen querer llevarse algo. Por eso, mantengo una diversidad de productos para satisfacer diferentes gustos y necesidades”.
Susana
Susana aplica diferentes técnicas de hilado y tejido para el diseño de prendas exclusivas. Además de los tejidos, se dedica a hacer alianzas con productores de otros rubros, como el de la lana. También produce cosméticos, como jabones exfoliantes con capullos de seda, y algo de filigrana; también joyería textil utilizando los capullos de seda.
Para producir seda, fundamentalmente, se necesitan huevos del gusano Bombyx mori y un bosquecito de moreras para alimentar al insecto con sus hojas. El ciclo de vida del gusano en La Pampa es de 28 días, en los que se alimenta, hace la muda y crece. Si se le permite terminar el ciclo, hace la metamorfosis, se transforma en mariposa y perfora el capullo.
Una oportunidad económica
Susana defiende la sericicultura como una alternativa de ingresos viable debido a su potencial para generar trabajo, su diversidad productiva y su enfoque en la sostenibilidad.
En primer lugar, esta actividad emplea mucha mano de obra (aproximadamente el 75%) lo que la convierte en una opción atractiva para aquellas personas que buscan generar ingresos adicionales, especialmente para amas de casa y comunidades rurales.
Además, los costos operativos son relativamente bajos una vez que se establece la plantación de moreras, que son el alimento de los gusanos de seda. Una vez superada la inversión inicial, los gastos se reducen.
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“La sericultura tiene un abanico de posibilidades”, explica e identifica cinco áreas productivas: producción de capullos, devanado (requiere una máquina), hilado en rueca (es un producto con un precio altísimo), teñido y finalmente, tejido.
La actividad más básica, que menos calificación implica, es la producción de capullos, para lo que se necesita alimentar a los gusanos. Con 400 moreras se pueden producir 100.000 capullos por temporada.
Economía circular
Villegas destaca que la sericultura es una actividad sostenible y respetuosa con el ambiente, ya que opera dentro de un modelo de economía circular al utilizar recursos renovables, minimizar los residuos y dar valor a los subproductos.
En este proceso, las larvas de gusano de seda se alimentan exclusivamente de hojas de mora, que son una fuente renovable y abundante en la naturaleza. Una vez que los gusanos tejen sus capullos de seda, estos se recolectan y procesan para obtener seda y otros subproductos.
Además, los residuos orgánicos generados durante la producción, como las excreciones de los gusanos y las hojas sobrantes, pueden utilizarse como abono para las plantas, cerrando así el ciclo de nutrientes y reduciendo la necesidad de fertilizantes químicos. Asimismo, los subproductos de la seda, como las pupas de los gusanos, tienen múltiples aplicaciones, como alimento para peces o ingredientes en productos cosméticos y medicinales, lo que evita su desperdicio.
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Fumigaciones
Esta actividad económica sostenible convive con otra realidad existente en las zonas rurales de nuestra provincia -a veces, incluso, en las urbanas- la cual se volvió un problema insostenible para Susana: las fumigaciones con agroquímicos. Desde hace aproximadamente dos años, enfrenta serios inconvenientes debido a las fumigaciones que se realizan dentro del propio parque industrial.
«No se trata de que otra empresa me contamine, sino que dentro del parque industrial de Realicó, La Pampa, se realizan estas prácticas. A pesar de que existen leyes al respecto, el parque industrial quedó dentro del ejido urbano, se fumigan las gramíneas y esto ha generado terribles complicaciones«.
Susana
Normalmente, quienes realizan las fumigaciones conocen los horarios de Susana, saben cuándo está presente y cuándo no y lo hacen cuando no está. Si no se percata y sigue alimentando las larvas, cuando ocurre una deriva leve del veneno, estas se ven afectadas, aunque no de inmediato.
Después de trabajar durante 28 días, parecen estar bien, crecen y comen normalmente, sin mostrar señales de enfermedad. Pero la deriva afecta a las larvas cuando activan sus glándulas, ya que estas tienen dos tipos: una erígena y otra de proteína de seda. En ese momento, las larvas comienzan a morir y no queda ninguna con vida.
En cambio, cuando la exposición es intensa, se retuercen y comienzan a desprender líquido; es el agrotóxico. Mueren de inmediato.
«Es terrible ver… O sea, yo hago de a 20.000 larvas juntas, y las he tenido que juntar con la pala para tirarlas, es horrible esa experiencia. Por eso, decidí armar nichos productivos y trabajo con muchas alianzas, pero es una pena, porque es el único atractivo que tiene Realicó, que no lo vean desde ese lado, porque ya que se pregona tanto el turismo en La Pampa, es lo único que tiene Realicó para mostrar y es una lástima que no cuiden al proyecto«.
Susana
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Aunque son sus vecinos quienes realizan estas prácticas, las consecuencias recaen directamente sobre su plantación. Por si fuera poco, Susana cuenta que el impacto de la fumigación no solo tuvo un efecto devastador en su producción, también en su salud física y mental.
«Tuve que recibir tratamiento, porque dos veces fui al Parque Industrial y estaban fumigando. Sin darme cuenta, me expuse directamente. Ahora estoy recibiendo tratamiento en Río Cuarto, uno privado, porque mi metabolismo reacciona de manera cruzada«.
Susana
Denuncias, exposiciones y hasta mediaciones para tratar de resolver este problema hasta ahora no funcionaron, cuenta. Como resultado, tuvo que recurrir a la compra de capullos a otros productores para evitar los riesgos asociados con la fumigación. Además, actualmente también debe realizar terapia para poder sobrellevar la situación. «Estuve ausente durante un largo período, porque el impacto me afectó profundamente y no pude trabajar», afirma.
A pesar de estas dificultades, Susana sigue comprometida con su trabajo y busca oportunidades para expandir su producción en otras regiones del país, siempre dispuesta a recibir llamados y consultas de quienes se interesen en la actividad o necesiten de algo.
«Al ser tan conocida, siempre recibo pedidos. El otro día me convocó un restaurador de instrumentos antiguos para restaurar las cuerdas, porque no sabía que se hacía en la Argentina, entonces como no conseguían la seda, el devanado continuo que es lo que precisaba, lo hacían con hilo de poliéster, pero el sonido no era el mismo. Cuando se enteraron que yo hacía producción, inmediatamente se conectaron. Quedaron enamorados del sonido, de cómo había cambiado, había vuelto a ser el sonido original«.
Susana
«Adonde me convocan, me voy», afirma. El año pasado, realizó un extenso recorrido por el norte durante dos meses y medio. Visitó Tucumán, La Rioja y Santiago del Estero, donde brindó charlas y capacitaciones. «A donde sea, yo voy, me muevo bastante, constantemente me están llamando, la verdad».
Parque Industrial de Realicó, RN 188 Km 476. Whatsap (02302) 51-7888.
IG: sedas_pampeanas A través de su empresa Sedas Pampeanas, Susana Villegas ofrece cursos online y pasantías para formar productores.
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