Valeria Liz Mielgo (45) es la diseñadora detrás de “Lizeme Bags”, un emprendimiento de carteras y mochilas en Santa Rosa que destaca por su calidad y precios. Desde #LPN conversamos con ella para conocer su trayectoria y la clave de su éxito.
Informática de profesión y con una trayectoria de más de dos décadas en el campo tecnológico, Valeria se define principalmente como una persona emprendedora. “Me encanta emprender, toda la vida emprendí en distintos ámbitos y hace siete años más o menos que me dedico a la marroquinería”. Luego de trabajar un par de años en otro negocio con una socia, su espíritu emprendedor la impulsó a dar el paso y lanzar en 2019 su propia marca, «Lizeme«.
“Cuando me largué sola tenía un poco de temor con el asunto de que arrancar todo de cero, pero la verdad que después, la pandemia para mí fue un boom positivo porque ahí recontra crecí, participé de dos Expo Pymes y eso también te genera un montón de clientes nuevos. Arranqué por la necesidad de querer mostrar mis propias cosas”.
Valeria Liz
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Precio y calidad
Valeria imprime a sus productos un estilo distintivo: minimalista, atemporal y altamente funcional. Para ella, la funcionalidad es la esencia misma de su diseño. Busca que sus creaciones se integren a la vida cotidiana de sus clientes, sin importar la ocasión. Este enfoque en la practicidad se manifiesta en la constante evolución de sus diseños, los cuales se perfeccionan gracias a la retroalimentación de su clientela.
“Mis clientas me dicen “yo le pondría un bolsillo atrás”, bueno, próxima tanda que hago va con el bolsillo atrás; “le pondría una correa que fuera más ancha”, ok próxima tanda y así. Escucho a quien la usa”.
Valeria Liz
Quizás lo que distingue a Lizeme en el mercado es su compromiso por ofrecer productos de alta calidad a precios accesibles, lo cual considera fundamental. Está convencida de que el precio justo debe reflejar el costo del producto y no mucho más. Si esto se cumple, objetivo alcanzado. “Me parece que lo que más me caracteriza es eso, el precio en cuanto a la calidad. Y si me cierra, ya está, lo dejo”, dice.
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Una de su creaciones más vendidas es la «matera». Curiosamente, este producto surgió a partir de una sugerencia del padre de un amigo de su hijo. Al principio, Valeria dudó sobre la idea, pero tras una cuidadosa consideración y adaptación a sus propias necesidades, diseñó una matera de lona que también funciona como mochila. El resultado fue un rotundo éxito, demostrando que a veces las mejores ideas surgen de fuentes inesperadas.
En cuanto a la producción, trabaja con colaboradores en diferentes partes del país, cada uno especializado en la fabricación de distintos productos, y se asegura de supervisar el proceso de producción de cerca. Previamente, diseña y crea los patrones, contando con la ayuda de un colaborador para la confección de la muestra. A partir de allí, realiza ajustes y correcciones antes de proceder con la producción final.
Valeria no sigue un horario fijo, sus responsabilidades como madre la convierten en lo que ella cariñosamente llama «mami taxi». Su disponibilidad la comunica a través de sus redes sociales y suele atender a sus clientes por las tardes. Su showroom, ubicado en su propia casa, siempre cuenta con stock disponible para quienes lo visiten.
Alianzas y redes
En el mundo del emprendimiento, establecer conexiones y crear redes colaborativas es esencial. Valeria encontró en su amiga y diseñadora, Pamela Sarale, una fuente de apoyo y orientación. Cuando apenas comenzaba a asomarse por el mundo del diseño, Pamela la ayudó. Por eso la describe con cariño como su «escuela» en el arte de abordar los desafíos empresariales y en muchos otros aspectos. Su relación es ejemplar, ya que a pesar de compartir el mismo rubro, no compiten entre sí, sino que se apoyan mutuamente, compartiendo clientes y productos cuando surge la necesidad.
Valeria se siente a gusto en el mundo emprendedor y disfruta de forjar alianzas y dar visibilidad a aquellos que están comenzando. Para ella, esto es una forma de retribuir el apoyo que recibió de otros emprendedores con más experiencia, como Pamela, que la guio en diversos aspectos del negocio.
Recientemente, en el Día del Maestro, Valeria se unió a otros siete emprendedores para lanzar una promoción conjunta, demostrando su disposición a colaborar y apoyar a la comunidad emprendedora. “La idea surgió así porque los conozco de ir a comprarles o porque los conozco de la vida y se los propuse”, cuenta.
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A largo plazo, tiene la visión de crear una cooperativa o asociación de marroquineras en Santa Rosa. Reconoce que hay muchas mujeres emprendedoras en su comunidad que podrían beneficiarse de compartir recursos y conocimientos sobre proveedores y materiales. Cree que una iniciativa de este estilo supondría un espacio de apoyo y crecimiento para emprendedoras locales, fortaleciendo así el tejido emprendedor en la región.
Con planes de expansión fuera de la provincia en un futuro y con ganas de organizar ferias itinerantes en diferentes lugares, Valeria sigue proyectando un horizonte de crecimiento para Lizeme. Con una red de colaboradores sólida y una visión emprendedora, está lista para enfrentar los desafíos y oportunidades que lleguen.
Los productos de Lizeme se encuentran disponibles en su sitio web y su Instagram
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