La calma no solo es una sensación de que todo está bien, la calma es un estado de ánimo completamente necesario: frenar, sentarse en la sombrita de un jardín de flores y plantas o en un silloncito rodeado de libros, tomarse un buen café, comer algo rico, dejar de lado las preocupaciones y leer.
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Tinta y Tiempo libros es una casita de artistas, es una librería y es un buen café. Es un emprendimiento que Pilmaiquén (35) y Mariana Komiseroff (38), después de mucho tiempo de idear, de pensar en un proyecto y en un futuro juntas, y como un acto de amor decidieron abrir en Toay.
Pilmaiquén es de Santa Rosa y en 2015 después de vivir 10 años afuera decidió volver. Ahora vive en Toay. “Nunca fui renegada del interior. Me parece que hay que descentralizar. Estudié comunicación y fotografía en España. Volví a Buenos Aires, pero no pude quedarme. Me angustiaba mucho la idea de vivir en ese caos y no quería pelear más contra eso. Está bueno apostar por otras formas de vivir y a mí me encanta vivir acá”.
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Mariana es escritora y tiene varios libros publicados. Es de Don Torcuato, provincia de Buenos Aires. Durante la pandemia se encontró yendo y viniendo de Buenos Aires a La Pampa, de La Pampa a Buenos Aires, hasta que se cansó. Entonces, en marzo del 2022 decidió instalarse en Toay. “Me quedé y a partir de eso decidimos empezar este proyecto”.
“Tenía una vida muy vertiginosa. Vivía en el conurbano bonaerense y trabajaba en pleno centro, en el Congreso, a 30 km de mi casa. Viajaba y trabajaba de noche. Como soy escritora todas mis actividades literarias estaban en el centro. A veces extraño la vida porteña, al teatro lo extraño muchísimo. Pero en pandemia me llevó bastante tiempo darme cuenta de que ya no podía volver a la vida de antes. Sentía que nos había puesto en pausa y que después se podía sacar la pausa y volver al inicio. Y no funciona así. Me parece que venir acá fue la mejor decisión”.
Mariana Komiseroff
Cuando eligieron instalarse juntas en Toay lo primero que se les ocurrió fue hacer una editorial. Ellas saben que los proyectos en los lugares chicos son más especiales. Después la idea se fue transformando y pensaron que lo mejor era traer a todas esas editoriales independientes que no se suelen encontrar en las grandes librerías de Santa Rosa.
Primero se les ocurrió alquilar un localcito en Toay y poner una pequeña librería en el centro, pero al final terminaron convirtiendo la galería de su casa en la librería café. En ese espacio no solo buscan que la gente se lo apropie y vayan y tomen café y lean, sino también organizar pequeños eventos culturales, hacer cenas con lecturas, proyecciones, lecturas comunitarias de libros, de hecho son esas las ideas que más les interesan.
“Eso y las editoriales independientes. A mí es un tema que siempre me gustó el de conocer las editoriales, cómo trabajan, qué tipo de línea tienen. Además, tener nuestros trabajos formales por fuera es algo que nos da mucho relax para hacerlo de a poco y disfrutándolo”.
Pilmaiquén
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“Desde que abrimos difundimos poco. Queríamos que la gente supiese que esto existe. Nos pasó que lo queríamos hacer tipo café, con un rico café, para que la librería se pudiera mantener sola y la verdad es que nos va mejor vendiendo libros. También hicimos una exposición de fotos, eso nos gusta, que sea un espacio en el que se pueden hacer cosas y este año seguramente voy a dar taller de literatura acá”.
Mariana Komiseroff
¿Quién quiere apropiarse de estos espacios?
Están muy felices por el proyecto que construyeron y que ofrecen en Toay. Ahora son la única librería, pero no quieren ser solo una librería. Ellas quieren que la gente se apropie del lugar, que las personas que quieran dar algún taller o aprovechar el espacio sepan que tienen todo disponible para hacerlo.
“La otra vez pusimos un proyector y pasamos una peli. Hacemos todo lo que se nos ocurre y creemos que está bueno. El movimiento es lento, pero creo que la constancia es todo. Hace poco hicimos una exposición de fotos y vino la gente que invitó la fotógrafa. Pusimos mesitas afuera, luces y armamos todo para que fuera a la nochecita. Porque a mí me gusta más el evento que estar acá en la librería vendiendo”.
Pilmaiquén
Por el momento, la librería abre a la tarde de 17 a 20 hs. “Antes abríamos a la mañana también, pero no resultaba. A la tarde nos gusta quedarnos acá y atender y recibir a las personas”, dice Mariana y Pilmaiquén agrega que en general los fines de semana siempre hay alguien que va a merendar o a comprar algún libro, que es cuando más se mueve.
Las chicas también trabajan con un catálogo virtual lo que les permite la posibilidad de vender los libros a través de una plataforma y con reparto gratuito tanto en Toay como en Santa Rosa. Saben que para la gente de Santa Rosa puede ser un poco lejos, pero están convencidas de que las personas que realmente están interesadas en su selección o curaduría van decididos a comprar.
“Nos interesa ser un tipo de librería que tiene un tipo específico de literatura. Nos focalizamos mucho en las editoriales independientes como por ejemplo en La Coop, una cooperativa distinta. Eso nos interesa mucho: editoriales chiquitas que tienen determinado catálogo. También nos interesa mucho el género y tratamos de tener todo lo que podemos de literatura de mujeres y ahora estamos viendo si nos animamos a adentrarnos en lo infantil y juvenil”.
Pilmaiquén
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“Creo que no hay un espacio tan lindo ni en Toay ni en Santa Rosa, la verdad es muy linda la librería. Pensamos mucho en todos los detalles, en los libros, en la puerta, en el jardín y trabajamos un montón para que esté linda. Si bien todavía no pasa tanto que la gente venga a tomar un café y a leer acá, para mí eso es una gran diferencia”.
Mariana Komiseroff
A Tinta y Tiempo hay que ir con ganas de encontrar algo nuevo, algo distinto y dejarse sorprender. Uno se sienta, se toma un buen café, agarrar cualquier libro y solo leer y eso a Pilmaiquén y a Mariana las llena de orgullo. Porque a ellas les encanta leer y leer todo lo que puedan y buscan contagiar esa pasión.
¿Qué recomiendan?
A decir verdad, tienen mucho para recomendar. Sacan y sacan y sacan libros. “Qué violencia perfecta la del mundo viejo”, de Pamela Terlizzi Prima, un libro de poesía que a las dos les gustó muchísimo. También trabajan una editorial muy recomendable: Editorial Conejos y muestran el libro “Nuestro peor fracaso” de Cristian Godoy, y también “Oeste” y “Cigüeñal” de Silvina Gruppo.
Sacan de las estanterías otros libros de escritoras coreanas. “Ahora tenemos una editorial de novelas y cuentos coreanos. Esa editorial se armó con la embajada de Corea del sur y con personas que tradujeron los textos. Hay mucho de mujeres. Es preciosa, una cosa re distinta, es espectacular, otra lógica y el tipo de humor que manejan es muy negro y ácido. Me encantaron”, dice Mariana mientras abre y otra vez lee alguno de los párrafos de esos libros que ya leyó.
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Siguen y siguen recomendando: “La mujer maravilla y yo” de Claudia Masin y el libro “Elementos disruptivos”, una antología de poemas lesvianos de salida del closet que surgió de un concurso. También tienen otros libros de concurso como por ejemplo “Ovejas”, de Futurock o “Patadas en la boca”, el libro ganador del bienal de arte joven publicado por Odelia.
“Cuando pensé en el catálogo me sirvió ver mi biblioteca. La mayoría de estos libros son los que nos gustan a nosotras. Me parece que la propia constelación de lectura que una autora puede ser interesante para los lectores y también me parece interesante dar talleres de lectura acá porque a los libros siempre los vamos a conseguir”.
Mariana Komiseroff
Es más, para el próximo 6 de marzo tienen planeada un taller de lectura del libro “Nuestro peor fracaso” de Cristian Godoy. La propuesta es que durante el mes de febrero la gente se acerque a comprar el libro a Tinta y Tiempo y después juntarse a charlar sobre esa lectura.
También tienen planeada una jornada de cena, charla y lectura de libros coreanos: “Eso es lo más extravagante que se nos ocurrió”, coinciden entre risas. Esas risas, sus diferencias, sus puntos en común, las palabras de Pilmaiquén y las de Mariana, son un reflejo de todas las cosas hermosas que en Tinta y Tiempo se pueden leer.
Tinta y tiempo está abierto de lunes a sábado de 17 a 20 hs. La librería se encuentra en Brasita de fuego 7623, Toay. También se las puede contactar por Instagram y pueden ver el catálogo de libros en tintaytiempolibros.mercadoshops.com.ar
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