Lucas Crescente (32) es chef y catamarqueño, Camila Giamberardino (31) es nutricionista y chubutense, y vivió en Pico. Se conocieron trabajando juntos en un hospital de Córdoba. Hoy, ya como familia y dos hijos, manejan juntos Equilibrio, una panadería artesanal y saludable.
El emprendimiento trabaja panificados de masa madre, un fermento natural compuesto de harina y agua. Los productos están hechos de harina orgánica integral por lo que no tienen levadura, fermentos extra, conservantes, aditivos ni químicos. Venden una gran variedad de panes: con semillas, de arándano y nueces, de calabaza con semillas de girasol, de campo, y 100% centeno. Además hacen prepizzas, medialunas, budines, focaccia, alfajores de sarraceno, alfajores veganos de centeno, todo a base de harina orgánica integral. También hacen viennoiseries y croissants veganas, productos orgánicos pero no de harina integral.
Camila explica que hoy en día se compran demasiadas cosas muy industrializadas, por lo que es importante que las personas sepan que se puede volver a lo natural. Recalca que ellos están pensando en que además de saludables sus productos sean cómodos y prácticos, por lo que al igual que el pan lactal de supermercado, su pan viene ya cortado y empaquetado. Incluso dice que desde el principio los diferenció que venden los panes caseros ya divididos en rodajas, lo cual ahorra mucho tiempo
al cliente.
¿Por qué la masa madre es más saludable? Es un fermento natural que tiene organismos que pre digieren el trigo, lo que produce menos gluten y genera menos hinchazón. Además le agrega más vitaminas, minerales y ácidos grasos orgánicos al producto. Por otro lado, ayuda a equilibrar los niveles de glucosa en las personas que tienen diabetes. Y que la harina sea integral le da más aporte de fibras, vitaminas y minerales. Al no quitarse la cáscara del cereal en el proceso de hacer la harina, éste se consume y le da más saciedad al alimento, por lo que se come en menos cantidad.
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Toda la harina proviene de una reconocida finca de Trenque Lauquen que comercializa harina orgánica certificada. Cuentan que
notan mucho la diferencia en la textura, en el sabor y como se incorpora mejor a la masa madre.
En el proceso aprendieron a leer las etiquetas de las harinas industriales y a ver sus niveles de toxicidad. Incluso cuentan que encontraron en esos productos del supermercado aditivos prohibidos en otros países. También se interiorizaron en leer etiquetas de aceites para hacer que sus prepizzas se hagan con aceite puro, sin aditivos ni conservantes.
El principio. El emprendimiento empezó en 2020 en el garaje y cocina de su casa, realizaban ellos mismos el delivey en auto. Se ríen de la experiencia pero dicen que fue complicado con la organización, los espacios, la limpieza y los tiempos. Lucas cuenta que “cada 45 minutos hacía dos panes, me pasaba la noche viendo Netflix al lado del horno para no dormirme”.
Sin embargo el mayor problema era trabajar mientras criaban dos niños pequeños en el hogar que requerían su atención y cuidado. Había que mantenerlos alejados de las máquinas, cuchillos y hornos calientes. Un día uno de los hijos se quemó, cuentan que no fue más que un susto, pero que en ese momento tomaron la determinación de que tenían que conseguir su propio espacio.
Hoy están instalados en el Barrio Fitte, cerca de sus principales vendedores y más cerca de sus clientes. En abril de 2022 abrieron este espacio para trabajar, y ofrecer venta al público algunos días. Lucas cuenta que a veces entra a las 6 de la mañana y se va las 12 de la noche. Así es el oficio, y el comienzo de este negocio que no para de crecer.
«Santa Rosa fue muy generosa con nosotros» cuentan los dos. Sin conocer a nadie, todo se fue dando de a poco gracias a los vínculos que fueron construyendo.
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“Ideas tenemos un montón” Siempre trabajaron a demanda y según lo que pide la gente crean nuevas recetas, los clientes y la venta los impulsan a intentar cosas nuevas. En un momento estaban saturados de pedidos y decidieron hacer sólo panes, pero la gente insistía en pedidos distintos, y así fueron incorporándolos nuevamente a las opciones. También rememoran cuando Camila propuso hacer alfajores veganos y fue tanta la cantidad de personas que los pidieron que a último momento estuvieron haciendo varias docenas extra a contrarreloj.
Consumidores conscientes. La nutricionista cuenta que buscan fomentar que la gente pueda hacerse cada vez más crítica en la selección de lo que consume. Rescata la idea de ser consumidores conscientes, lo que implica saber lo que se elige y porqué. Por eso el emprendimiento busca un equilibrio entre sabor y salud: ella desde la nutrición y Lucas como chef, logran recetas sanas y naturales sin perder de vista sabor y textura.
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Equilibro, panadería artesanal & saludable Pedidos y Catálogo +54 9 2954 66-9997. Local: martes y viernes de 17 a 20.30 en Delia Parodi 549, Santa Rosa, La Pampa.
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