¿En qué punto se conecta la banda Las Pastillas del Abuelo con piedras energéticas y aritos de plata? En la calle 25 de Mayo 260, en Santa Rosa, en el espacio de Lourdes Urruti (23), una mujer emprendedora fanática de la banda argentina -creadora de la canción Ojos de Dragón- y aficionada a los accesorios.
«Básicamente es mi vida, me dedico plenamente a esto y no me imagino haciendo otra cosa», nos cuenta.
Aritos, pulseras y cadenitas de plata, piedras con propiedades energéticas y más accesorios como correas para carteras, sahumos e indumentaria. Lourdes gestó en las redes sociales una comunidad de más de 15 mil personas y a lo largo de los años emprendiendo, creció sin parar. Además, desde hace un año comparte un local a la calle con su amiga, Malena, quien se encarga de la sección de ropa, con buzos y remeras de diseño (@nakamalp).
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«Empezá a hacer algo que te guste para descargar estrés» le dijo la psicóloga a los 16 años ya que Lourdes no estaba pasando por un buen momento. Y así, gracias a ese consejo, unas pulseritas de tanza con canutillos empezaron a funcionar como un medio de distensión para la adolescente. Hasta que esa actividad se convirtió en algo más que un canalizador de estrés.
«Un día me aburrí de las pulseritas», y junto a su tío viajaron a Buenos Aires con $2.500. «Con esa plata -que ahora no me podría comprar ni la mitad- me compré una caja enorme de cosas para armar accesorios. Entonces con eso empecé en ferias, municipales y privadas, y ahí me fue muy bien. Así que comencé a traer cosas de plata y sentirme cómoda con los proveedores».
La pandemia como impulso motor. Primero en ferias, después en showroom, luego la pandemia y ahora, con un local en el centro de la capital pampeana. «Siempre me fue bien, pero en la pandemia, el año pasado, ahí fue cuando hice el cambo, si había crecido los años anteriores, en pandemia crecí el doble. Me acostaba a las 4 o 5 de la mañana y me despertaba a las 9 y seguía armando pedidos. Sacaba alrededor de 50 pedidos por día y para mí era un montón».
A raíz del pico de ventas durante la cuarentena, Lourdes logró alquilar un local y reformarlo a gusto y piacere. Ahora dice que le está yendo «mucho mejor todavía, mejor que antes». Además, la joven emprendedora de 23 años resalta el lugar privilegiado en el que se encuentra Ojos de Dragón. «Estoy en una cuadra donde hay varios negocios que venden accesorios, y está bueno porque la gente asocia esta calle con accesorios, se sabe que acá se encuentra lo que se busca».
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¿Qué significa emprender para vos?
«En este momento es mi vida y si le tengo que decir a alguien que emprenda es libertad en un montón de cosas. Aunque es verdad que nunca trabajas 8 horas, estás las 24 horas del día pensando en tu emprendimiento. Pero si te gusta, no lo sufrís. Te podes dar tus propios respiros. Aunque es mucho laburo, necesitas constancia y compromiso. Yo no soy constante en ningún ámbito de mi vida, menos acá, acá soy insoportable. Es elegir tu vida.», reflexiona Lourdes.
¿La clave de crecimiento?
«Las redes sociales, Instagram sobre todo. Las ferias también. Hasta el día de hoy viene gente que me dice -yo te conocí en una feria- y yo era muy chica, era tímida, y no sabía comunicarme bien con la gente. Es re lindo que te digan eso, porque fue hace 4 años. La pandemia también me ayudó un montón, pero tiene que ver con las redes sociales, porque la gente estaba más en la casa, más pendiente al celular, y por lo tanto Ojos de Dragón tenía mas visibilidad».
Son más de 15.000 personas que siguen a Lourdes en Instagram, personas que además de seguidores, interactúan activamente con ella y con su emprendimiento, y eso, es lo que más le gusta. «Si subo a Instagram Stories una casilla de preguntas me responden 600 personas y es un montón de gente. Y no significa sólo vender para mí, porque se generó una comunidad a través de la pantalla del celular pero por fuera también. Con mis clientas puedo hablar horas y horas, nos juntamos como amigas, y eso es re lindo».
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Seguir creciendo
Mudarse a un espacio más amplio, hacer producción propia, incorporar nuevos productos y abrir alguna sucursal son los anhelos de Lourdes. Eso sí, sin nunca perder su esencia.
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