A veces el sueño es emprender y, quizás, lograr lo que alguna vez uno se propuso siendo jóven. A veces, el sueño del trabajador gastronómico es terminar poniendo su propio espacio en el que sentirse como en casa, cocinar las cosas que solo uno quiere y el deseo de no tener más jefes. Otras veces, emprender es parte de un objetivo y el sueño es tener un respaldo, un amigo que diga “vamos” y acompañe esas ideas locas que después terminan por volverse realidad.
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Ese es el caso de Augusto Alonso y Pablo Tamborini, dos amigos que después de compartir tantas cocinas de muchísimos restaurantes y bares en Santa Rosa, que a partir de haberse ayudado y de juntarse a cocinar para salir adelante, se animaron a emprender con algo distinto: la primera franquicia de Sea Bagels.
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¿Qué son los bagels? Los bagels son unos panes que tienen la forma y tamaño de un pan de hamburguesa, pero con la peculiaridad de que tienen un agujero en el centro, como si fuera una dona. Además, antes de hornearse se les da un golpe de cocción en agua, lo que le proporciona una densidad y esponjosidad mayor y un exterior ligeramente crujiente.
Para Augusto y Pablo Sea Bagels fue una oportunidad de emprender con un producto excelente y de muy buena calidad. “Estudié y trabajé en gastronomía en Buenos Aires, pero allá la vida gastronómica es muy desgastante. Cuando mi hijo más grande estaba por nacer, me volví a vivir acá a Santa Rosa. Trabajé en muchos bares y restaurantes y en muchos coincidí con Pablo”, comenta Augusto.
Con la llegada de la pandemia, se frenaron los trabajos en todos los restaurantes y locales gastronómicos. En ese momento, Augusto tuvo que pensar nuevas ideas y proyectos que le dieran un respaldo económico. Unos amigos de él habían empezado con el local de bagels en Necochea y le preguntaron si se animaba a probar.
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“La idea original surge de unos amigos que viven en Necochea. Ellos tenían un café y empezaron a hacer bagels. Después los empecé a hacer acá desde mi casa, los cociné durante un par de años, los hacía por pedido para conocidos y gracias al famoso boca en boca empezaron a surgir pedidos de gente que no conocía. Con el tiempo surgió la posibilidad de poner la franquicia de ellos acá y nos animamos con la primera franquicia de la marca acá en Santa Rosa”.
Augusto Alonso
Podría pensarse que una de las ventajas de la pandemia fue que sirvió como trampolín. En ese momento, al no estar trabajando los dos necesitaban hacer algo. Así surgió un poco la idea: muchos de esos fines de semana en los que Augusto se ponía a cocinar los bagels lo llamaba a Pablo y los hacían juntos. Hasta que llegó un momento en el que Augusto le dijo “vamos a largarnos con la idea” y Pablo salió a bancar el proyecto.
“Pablo me había ayudado varias veces. Por eso surgió la posibilidad de hacerlo juntos, yo solo no podía, ni económica ni laboralmente. Pablo es tranqui, es buen pibe y nos llevamos muy bien”.
Augusto Alonso
Cada uno cumple su rol. En general, es Augusto el que se ocupa de las compras, de hacer las carnes braseadas y de dar entrevistas. Mientras que Pablo suele ir por las mañanas y ocuparse de la cocción de los bagels. Se complementan, como cualquier equipo, y para ser un buen equipo tienen que estar cubriéndose y acompañándose, cada uno con sus debilidades y sus fortalezas.
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Dentro de poco se van a cumplir tres meses desde que arrancaron con este desafiante proyecto. Todavía tienen muchos objetivos que cumplir: de a poco quieren ir agregando un espacio para café, sumar más postres y mesitas para que la gente pueda ir a comer al local. Todo de a poco y a pulmón. Mientras tanto, los bagels, los wraps, las ensaladas y los postres se pueden pedir por teléfono, buscarlos por el local o pedirlos a través de la aplicación de Pedidos Ya.
“Todo lo hacemos acá. El pan con su característica doble cocción y para que el sanguche quede bien rico es fundamental que esté calentito, así queda un pan bien crocante por fuera y húmedo por dentro. Las carnes que hacemos son todas braseadas, con una cocción lenta y por muchas horas, eso hace que después la carne se desarme y quede toda deshilachada”.
Augusto Alonso
Los bagels son un lujo. Augusto recomienda los de salmón ahumado, aunque dice que el de langostinos envuelto en panceta no tiene competencia, que para él es el más rico por goleada. A Pablo le gustan los de carne y Ema, uno de los chicos que trabaja ahí, siempre se pide el XXL de pollo. A decir verdad, no se sabe bien cuál elegir, porque dan ganas de probarlos todos. Son muy ricos, un deleite para el paladar, ¿el mejor momento para comerlos? Siempre.
Sea Bagels Garibaldi 362, por teléfono al 2954 245888, por WhatsApp +542954403784 o por mensaje directo al Instagram @seabagelsstarosa de lunes a sábados de 11 a 14:30 y de 19:30 a 23:00 hs. También disponibles por Pedidos Ya.
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