Teniendo en cuenta los datos informados por el Ministerio de Salud en el último informe epidemiológico hubo 31.847 suicidios entre 2010 y 2019 en la Argentina. Asimismo, se detallaron cuáles son las recomendaciones y estrategias que se deben adoptar para evitarlo.
“En nuestro país, durante el período 2010-2019 se produjeron 31.847 muertes por suicidios, según la información de la Dirección de Estadísticas e Información en Salud del Ministerio de Salud de la Nación (DEIS)”, se determinó en el documento.
En la Argentina hay 3.185 muertes por año, ocho por día y una cada tres horas, estos datos están tomados del período que va entre el 2010 y el 2019. Por lo tanto, se comenzó a considerar el manejo del suicidio en la Argentina con una lógica epidemiológica.
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En este contexto, se instó a todas las provincias a notificar estos eventos en un sistema de información unificado en el que deberán quedar registradas todas las circunstancias en las que ocurre cada episodio. Mediante el último Boletín Epidemiológico Nacional, de la semana 16, se presentó una ficha en la que los efectores de salud deberán completar cada vez que se presente una situación en la que una persona se haya quitado la vida o haya intentado hacerlo.
La ficha del Sistema de Vigilancia de la Salud debe presentar todos los datos acerca de la institución de salud que efectúa la notificación y los de la persona involucrada. Asimismo, se debe comunicar el resultado, es decir, si fue o no mortal.
La portada del último Boletín Epidemiológico destaca el tema del suicidio como problema de salud pública y se define al intento de suicidio como “todo comportamiento para el que existe evidencia, implícita o explícita, de intencionalidad de provocarse la muerte”.
En la actualidad, la tasa de suicidio en la Argentina es más baja que el promedio mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula en 11 cada 100 mil habitantes. En Sudamérica hay países con menor tasa de suicidios que Argentina, como Brasil, Perú, Venezuela y Colombia. Y otros con una tasa mayor, como Chile, Uruguay y Paraguay.
“El suicidio representa un problema de salud pública creciente y prioritario tanto a nivel mundial como regional, implica un fenómeno complejo, multicausal, en el que interactúan diversos factores (biológicos, psicológicos, sociales, culturales y medioambientales)”.
Ministerio de Salud de la Nación
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Por lo tanto, el objetivo de poner en evidencia estas cifras es combatir los suicidios. La iniciativa tiene como trasfondo la ley sancionada en 2015, y reglamentada en 2020, llamada Ley Nacional de Prevención del Suicidio Nº 27.130. La misma está orientada a disminuir la prevalencia del suicidio a través de la asistencia y la prevención.
«Crear un sistema de registro que contenga información estadística de los intentos de suicidios, suicidios cometidos, causa de los decesos, edad, sexo, evolución mensual, modalidad utilizada y todo otro dato de interés a los fines del mejoramiento de la información estadística, la que será proporcionada por los sectores dedicados a la problemática del suicidio, públicos y privados”.
Promueve la Ley
Otra de las pautas que se establecen en la ley es que “los casos de suicidio y las causas de los decesos deben notificarse obligatoriamente a la autoridad sanitaria más próxima”. En 2021 el decreto 603 reglamentó la Ley 27.130, que promueve la unificación de registros y ahora se empezará a llevar a la práctica y los casos se archivarán en el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA).
Desde la declaración de la pandemia por el Covid-19, marzo de 2020, la OMS comenzó a advertir acerca de los efectos en la salud mental de las personas, que en ese momento se estaban evidenciando como consecuencia de una crisis sanitaria inédita. «Esas advertencias incluyen la proyección de los efectos mencionados en el mediano y largo plazo«, comunicó el Ministerio de Salud en el boletín.
Los datos de la OMS indican que una de cada 100 muertes en el mundo es por suicidio. De esta manera, lo considera como una «epidemia silenciosa» y representa, además, la cuarta causa principal de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años.
En este contexto, el Gobierno anunció que buscará habilitar líneas telefónicas gratuitas de escucha a situaciones críticas, como así también puso en foco el trabajo de las obras sociales y prepagas para instarlos a dar cobertura asistencial a las personas que hayan sido víctimas de intento de suicidio y a sus familias.
En cuanto a los objetivos de la vigilancia con notificación obligatoria de estos eventos figuran: “Estimar la magnitud del evento en tiempo, persona y lugar; caracterizar epidemiológicamente los intentos de suicidio; identificar las poblaciones o grupos de riesgo para fortalecer las actividades de control y prevención; y brindar la información para procurar las acciones de seguimiento a las personas que hayan sido víctimas de intento de suicidio y a sus referentes vinculares”.
Para acelerar el plan de unificación de datos sobre el suicidio, el Ministerio informó que el Programa de Abordaje Integral del Suicidio y la Dirección de Epidemiología comenzaron las reuniones preparatorias con los equipos provinciales de las regiones Sur y Centro, para luego continuar con las provincias del NEA, NOA y Cuyo.
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Desde el Ministerio de Salud de la Nación se recuerda:
- La persona que se suicida no desea morir. La persona que tiene ideas suicidas está transitando una situación de ambivalencia en su vida, es decir, desearía morir si su vida continúa de la misma manera, pero desearía vivir si se produjeran cambios significativos en ella.
- Se cree que el que dice o amenaza con quitarse la vida, no lo hace, sin embargo, la mayoría de las personas que se suicidan, hicieron saber el propósito de acabar con su vida.
Toda persona antes de cometer un intento de suicidio evidencia una serie de señales que de ser detectada a tiempo puede ayudar a evitarlo. El suicidio no ocurre solo por impulso. - El suicidio o intento de suicidio puede ocurrir durante un proceso depresivo o no.
Los comportamientos suicidas se han asociado con depresión, abuso de sustancias, esquizofrenia y otros padecimientos mentales, además de comportamientos destructivos y agresivos. Sin embargo, esta asociación no se debe sobrestimar. No hay una relación directa entre el sufrimiento que padece quien desea terminar con su vida y los padecimientos o enfermedades mentales. - Hablar con una persona sobre sus intenciones de matarse no incrementa la posibilidad de cometer suicidio. Dialogar sobre el tema reduce la posibilidad de cometerlo y puede ser una oportunidad para ayudar a quien está padeciendo.
- No debe asociarse el suicidio y el intento de suicidio con acciones de cobardía o valentía, tampoco con hechos románticos o heroicos. No es menor destacar que la acostumbrada asociación que se realiza desde los medios de comunicación del suicidio con hechos delictivo al anunciarlos en las secciones policiales, debe ser cuestionada.
- Suele afirmarse que los niños no se suicidan. Sin embargo, una vez que un niño adquiere el concepto de muerte puede cometer suicidio.
- La tendencia al suicidio no es hereditaria. Lo que sí puede trasmitirse por medio de la educación es la visión sobre el suicidio como una forma de solución a los problemas.
¿Cómo se puede prevenir el suicidio?
- Reconociendo los signos de alerta: aislamiento, persistencia de ideas negativas, dificultad para comer, dormir y trabajar; desesperanza, llanto inconsolable, repentino cambio de conducta.
- Mostrando interés y apoyo.
- Respetando las diferentes expresiones de sentimientos.
- Eliminando prejuicios. El suicidio no es ni bueno ni malo, tampoco un hecho delictivo, es una situación de sufrimiento.
Desde casa, desde la escuela, desde cada espacio, motivando a las personas
- Para que hablen sobre cómo se sienten
- Para que tengan amistades saludables
- Para que tomen decisiones de manera autónoma
- Para que aprendan a manejar situaciones de estrés y dificultad
- Para que aprendan a perseverar cuando la ocasión lo requiera y a renunciar cuando sea necesario
- Para que tengan buena autoestima
- Para que desarrollen habilidades e inteligencia emocional para resolver problemas.
Líneas de atención a la comunidad La Subsecretaría de Salud Mental y Adicciones cuenta con dos líneas telefónicas de atención a las personas en crisis: 132 y 136, líneas gratuitas y de atención 24 horas. Además también se encuentra disponible el Centro de Asistencia al Suicida: (011) 5275-1135.
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