Todos los 3 de diciembre se conmemora en Argentina y en Latinoamérica el Día del Médico. Desde el año 1956, cuando el Colegio Médico de Córdoba se sumó a la celebración, nuestro país le hace un lugar el calendario de efemérides nacionales a esta profesión.
La historia
La fecha fue elegida en honor al médico epidemiólogo cubano Carlos Juan Finlay Barrés, nacido un 3 de diciembre de 1833. El Dr. Finaly dedicó años de su vida en la búsqueda del causante de la fiebre amarilla, enfermedad que arrebató la vida de millones de personas. Sus estudios lo llevaron a proponer ante la Academia de Ciencias de la Habana su hipótesis que luego después de largos años se pudo demostrar. Su teoría consistía en que la hembra de la especie de mosquito Aedes aegypti era el agente transmisor de la fiebre amarilla) el mismo que hoy en día transmite los virus que generan el Dengue, Zika y Chikungunya). Esta hipótesis fue descartada por el dogma médico de la época el cual consideraba que los pacientes enfermos contagiaban a través del contacto directo con objetos.

Una comisión de Estados Unidos, presidida por Walter Reed, James Carroll y Aristides Agramonte y Jasse Lazer, llegó a Cuba en 1900 y después de un año de investigaciones, comprobó que la hipótesis del médico cubano era correcta. En los experimentos llevados a cabo, Lazer y algunos voluntarios fueron picados por mosquitos, obtenidos de los huevos suministrados por Finlay, que habían ingerido sangre de pacientes de fiebre amarilla dos semanas antes. En el caso de Lazear, falleció luego de los 13 días de autoinoculación de la enfermedad. Desde esas evidencias científicas se pudo progresar en la prevención y erradicación del mosquito.
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Los protagonistas del 2020
Tras un 2020 agitado, los médicos pueden ser considerados como los protagonistas del año a nivel mundial. Según los datos difundidos en el dia de ayer en la Conferencia de Prensa del Ministerio de Salud de la Nación, en la Argentina fueron 60.145 trabajadores de la salud que contrajeron coronavirus desde el inicio de la pandemia y 362 fallecieron. Estos datos nos recuerdan el rol fundamental y primordial de los médicos, quienes nada más y nada menos salvan vidas y ponen en riesgo su propia salud y la de sus familias en servicio de la sociedad.
El total de infectados a la fecha en la Argentina es de 1.440.103, mientras que los fallecidos por COVID19 se elevó a 39.156 personas en todo el país desde marzo, en los principios de la curva.
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Esta repentina enfermedad y las millones de muertes que provocó, dejó en evidencia la importancia de un sistema de salud preparado con médicos especializados, tecnologías innovadoras y posibilidades de atención social. Las falencias del sistema y el desamparo de los trabajadores sanitarios generó una ola de manifestaciones a lo largo del país en reclamo de mejoras salariales y condiciones laborales. Pero a pesar de lo abrupta que fue la situación que ocasionó este virus, los enfermeros y los médicos nunca bajaron los brazos, los aplausos en los balcones ya no se sienten, pero ese primer homenaje que se escuchó en las calles de todo el país en marzo, sigue latente.
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Las oportunidades de la pandemia
El Dr. Mariano Gimenez es profesor titular de Cirugía de la Facultad de Medicina (UBA) y director de la Cátedra de Excelencia en Cirugía Percutánea de la Universidad de Estrasburgo, Francia, sostuvo a Télam que “quienes llevan muchos años en la profesión no solo deben acompañar los cambios, también pueden generarlos. Desde la experiencia, se puede aportar mucho para ir hacia un modelo más humano con más tecnología y más innovación. Comencemos por la educación. La pandemia aceleró tendencias que ya venían asomando. Facilitada por las herramientas de comunicación digitales, la enseñanza online quedará, sin dudas, instalada en el futuro post-Covid 19. Las ventajas son enormes: las barreras geográficas desaparecen; muchos contenidos son gratuitos o muy accesibles, y se puede aprender según los propios ritmos”.



En este contexto el Doctor concluyó que “los médicos deben desplegar una perspectiva amplia para encarar cirugías, ablaciones y otros tratamientos. Observar el conjunto y diseñar una planificación previa ayudan a mejorar los resultados. Por eso, por ejemplo, en el tratamiento del cáncer es tan necesaria la discusión entre cirujanos, oncólogos, radiólogos y otros especialistas. Entre todos, ante cada caso, debemos ofrecer lo que creemos el mejor proceder: cómo hacer y cómo acompañar”.
Repensar la medicina y el sistema de salud después de una crisis sanitaria a nivel global parece ser un aprendizaje que deja la pandemia ocasionada por el Covid-19 para los profesionales de la salud y para toda la sociedad.