Tanto pampeanos como habitantes del resto de la Argentina han colmado los estadios y las calles de Qatar para alentar a la selección, con el deseo de la ansiada tercera Copa del Mundo para el país, pero son pocos los que pueden describir el detrás de escena de un Mundial, cómo es la preparación de la tecnología del VAR, cómo es la atención que reciben los planteles desde su arribo hasta su egreso de la cancha y lo que todo hincha sueña vivir: cómo es intercambiar una palabra, chocar manos y tener cerca a los mejores jugadores del planeta.
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Tomás Vicente es un joven macachinense de 26 años que fue seleccionado por la FIFA para trabajar como voluntario en el Mundial de Qatar 2022, en un principio abocado al sector de Servicios al Espectador y más tarde al de Tecnologías e Innovaciones del Fútbol, puesto que ocupa desde la segunda fecha de la fase de grupos: «Me tocó asistir a la Selección Argentina en el partido contra Polonia y la experiencia fue una locura, la mejor que tuve acá», cuenta aún incrédulo.
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Como todo estudiante de Turismo se ve atraído por la idea de conocer los lugares más icónicos de la Tierra y esta pasión, junto a su interés por el voluntariado como una oportunidad de vivir dichas experiencias, lo llevaron a inscribirse para trabajar en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018, en los JJ.OO. de Invierno de Lausanne 2018 (Suiza) y ahora en Qatar 2022.
Un trotamundos: su gusto por viajar comenzó a los nueve años con su primer viaje solo en micro a la casa de sus tíos en el sur, el cual duró doce horas. Ya de mas grande comenzó a recorrer la provincia y luego el exterior y ya lleva más de 25 países visitados: Alemania, Austria, Brasil, Bulgaria, Canadá, Chile, Colombia, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Francia, Hungría, Inglaterra, Irlanda, Italia, Kosovo, Macedonia, Países Bajos, Panamá, Polonia, Qatar, Rumania, Serbia, Ucrania y el Vaticano.
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Después de anotarse en 2020 y de atravesar un largo proceso de selección de un año y medio, con entrevistas, cursos y capacitaciones, hace seis meses le avisaron que había quedado seleccionado y hoy relata cómo vive esta aventura en Medio Oriente: «Este puesto de tecnología te da la posibilidad de estar cerca de las selecciones y compartir tiempo con ellos. No pensé que iba a tener esa oportunidad; es un sueño cumplido», confiesa el pampeano que además cursa la carrera de Relaciones Internacionales en la UADE.
«Me tocó asistir a la Selección Argentina en el partido contra Polonia y la experiencia fue una locura, la mejor que tuve acá. Tuve la posibilidad de conocer a todos los jugadores en más de una oportunidad, porque los fui a recibir al arribar al estadio, también los vi entrando y saliendo de los vestuarios en el entretiempo, en la sala de conferencia de prensa, en la manga del túnel que te lleva a la cancha… La verdad que son unos genios todos«.
Tomás Vicente – Empleado de la FIFA en Qatar 2022
Lo único que lamenta es no haber podido sacarse fotos con ellos ni tampoco conversar, ya que las pautas laborales y la rigidez de sus jefes no le permiten molestarlos demasiado: «Pero bueno, verlos así cara a cara, tener la posibilidad de tocarlos, de chocarle la mano a algunos son momentos que te los llevas guardados en la retina», expresa con entusiasmo quien además se dio el lujo de estar con Cristiano Ronaldo y tener cerca a Neymar, entre tantas otras estrellas.
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Pero, ¿de qué se trata ese puesto en Football Technology & Innovation de la FIFA? El macachinense explica que, junto a otras dos personas, es el encargado de corroborar que toda la parte tecnológica del Estadio 974 y del Al Thumama esté funcionando correctamente, desde los micrófonos y auriculares de los referees, los intercomunicadores, relojes, las pelotas, hasta las pantallas y cámaras del VAR.
«Sinceramente la tecnología aplicada al fútbol es de maravilla. A nosotros nos toca chequearla todos los partidos y es impresionante: las pelotas vienen integradas con un chip y un sistema de sensores internos que tienen un costo de 800 dólares cada una. Se cargan como si fuesen un teléfono y lo que hacen es emitir señales a los sensores que están ubicados dentro de la cancha, en los arcos y afuera, y van informando al centro de comando y a los referees de todo lo que va sucediendo«.
Tomás Vicente – Empleado de la FIFA en Qatar 2022
Todos los dispositivos que son utilizados para los encuentros pasan por las manos de Tomás quien verifica que estén en condiciones y a su vez se encarga de proveer de material tecnológico al equipo táctico y médico de los seleccionados al arribar a los estadios, sobre todo para la comunicación entre ellos y también para el estudio de los partidos segundo a segundo, entre otras cosas.
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A pesar de las virtudes que tiene la innovación tecnológica en el fútbol, una de las ardientes polémicas de este campeonato del mundo fue la utilización errónea del VAR y la implementación del «offside semiautomático» que sin ir más lejos le anuló tres goles a la Argentina en la derrota por 2 a 1 contra Arabia Saudita por el debut, con una gran discusión en el segundo tanto no convalidado en el que Lautaro Martínez habría estado habilitado por pocos centímetros.
«La tecnología puede ayudarnos mucho, pero también creo que la FIFA debe establecer un parámetro que nos sirva para decir hasta dónde se puede usar en una jugada y hasta donde no», apunta el pampeano y señala que se debería continuar con la mejora del equipo tecnológico para lograr un mayor procesamiento de datos en un lapso de tiempo mucho menor, lo que evitaría a su vez las extensas demoras para revisar el VAR que luego derivan en hasta diez minutos de tiempo agregado en algunos casos.
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«Empezamos a jugar con esto del detalle, que a veces se nos pasa y terminamos quedando mal con una selección y no con otra. Sin ir más lejos con Uruguay, como sucedió con un montón de selecciones, de un penal o un offside mal cobrado«.
Tomás Vicente – Empleado de la FIFA en Qatar 2022
Fuera de las aproximadas ocho horas de jornada laboral que tiene en cada encuentro del Mundial, donde el duelo entre Portugal y Marruecos del sábado 10 en el Al Thumama por cuartos de final será el último en el que preste sus servicios, el pampeano disfruta de las atracciones de ofrece Doha: «Es una fiesta por todos lados. Hay muchas zonas de fans ubicadas en varios puntos de la ciudad y se ve que el país entero está volcado a este Mundial«, dice y no deja pasar de largo una ligera crítica sobre el lugar: la restricción del alcohol.
En Qatar rige la Ley Islámica (sharía) que limita la venta de bebidas alcohólicas para los qataríes que solo pueden comprarlas con un permiso especial. En el caso de los extranjeros, solo pueden consumirlas en lugares específicos como hoteles y restaurantes: «Uno siempre relaciona que el fútbol tiene que ir de la mano con una cerveza y por ahí a muchos nos cuesta a veces estar tantos días sin poder festejar con al menos una en algún momento», expresa risueño y con tono de broma.
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¿Hasta cuándo se quedará? Ni él lo sabe. Su estadía en Doha depende del progreso de la Selección Argentina en el Mundial: «Si Argentina llega hasta la final me quedaré y si no llega me iré antes. Dios quiera que me quede acá hasta esa instancia. De parte de FIFA nos cubren el alojamiento y las comidas hasta la final, así que en ese sentido no tengo gastos extra», manifiesta y en su deseo está el de un país entero que sueña con ver a Argentina en otra definición por la Copa del Mundo.
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