El 15 de enero de 1929, nace en Atlanta, Estados Unidos, el reconocido pastor y activista pacífico por la defensa de los derechos civiles de los afroamericanos, Michael Luther King Jr.
Su lucha le valió el 14 de octubre de 1964, nada menos que el Premio Nobel de la Paz. Desde 1986, en Estados Unidos, el tercer lunes de enero, por la cercanía con la fecha de su cumpleaños, se celebra el Día de Martin Luther King Jr.
Fue asesinado por el segregacionista James Earl Ray, el 4 de abril de 1968 en Memphis.
Su relación con Rosa Parks, la chispa que encendió el fuego
Martin provenía de una familia de pastores por tradición, su padre y su abuelo también lo habían sido. En 1954, fue nombrado pastor de la Iglesia Baptista de Montgomery, Alabama. Ahí vivía Rosa Parks, quién fue una mujer afroamericana, destinada a la discriminación doblemente por su sexo y por su color de piel.
Las leyes raciales vigentes en 1955, obligaban a toda persona de color a ceder el asiento a las personas blancas. La valentía y la dignidad de esta mujer, no le permitieron el 1 de diciembre de 1955, ceder su asiento a un hombre blanco en un colectivo. Por supuesto que fue detenida por alterar el orden público y obligada a pagar una multa, pero estas represalias, indignaron a la comunidad negra de Montgomery.
En abierta confrontación a estos hechos Martin Luther King lidera un boicot contra los autobuses públicos de Montgomery, el cual se prolongó hasta el 20 de diciembre de 1956.
Esta protesta, que no estuvo exenta de violencia contra King y sus seguidores, finaliza cuando el Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos declaró inconstitucional la ley que exigía la segregación en el transporte público.

Birmingham
Pero la lucha de este pastor por los derechos civiles de los afroamericanos recién comenzaba. A pesar de dicha resolución, la segregación racial continuaba siendo una realidad, particularmente en los estados sureños.
En 1957, fue elegido presidente de la Conferencia Sur de Liderazgo Cristiano. Esta organización, cristiana y pacifista, tenía como objetivo participar activamente en el movimiento por los derechos civiles.
En el año 1963, Birmingham era probablemente la ciudad más racista de todo Estados Unidos, y además vivía del acero, que ocupaba en los peores puestos de trabajo a trabajadores de color.
Martin Luther King pregonaba la acción directa no violenta, de manera de crear tensión en la población y que sus proclamas se escuchen y la comunidad se vea obligada a efectuar negociaciones sinceras.
Luego de las manifestaciones no violentas que tuvieron como contrapartida fuertes represiones y ataques por parte de los segregacionistas y las autoridades policiales locales, el evento tuvo tanta repercusión que provocó que el movimiento cuente con mayor divulgación y apoyo financiero, tanto que se convenció a la elite blanca de la ciudad a tomar medidas en contra de la segregación racial.
En dicha ciudad fue arrestado, y escribió desde prisión la popular Carta desde la cárcel de Birmingham, en la que explicaba el porqué de sus protestas.
Uno de los discursos más inspiradores de la historia: “Yo tengo un sueño”
El discurso más famoso por su mensaje contra cualquier tipo de discriminación, fue brindado en Washington, durante la «Marcha en Washington por el trabajo y la libertad» bajo el Monumento a Abraham Lincoln, quien fue el presidente que abolió la esclavitud en Estados Unidos, ante alrededor de 250 mil manifestantes un 28 de agosto de 1963.
Vale la pena escucharlo:
Premio Nobel, Ley de derechos civiles y voto
Gracias a su histórica lucha coronada por su emblemático discurso de 1963 «I have a dream» (Yo tengo un sueño)», el 14 de octubre de 1964, Luther King recibió el premio Nobel de la Paz por su campaña no violenta contra la segregación racial. Un premio que aceptó en nombre del movimiento de los derechos civiles.
Cuando recibió el premio en Oslo pronunció otro discurso de incalculable valor histórico, entre otras las siguientes frases representan la lucha no violenta contra la discriminación y la pobreza por las que luchaba.
“Después de reflexionar, concluyo que este premio, el cual recibo en nombre del movimiento, es un profundo reconocimiento de que la no violencia es la respuesta a la crucial interrogante política y moral de nuestro tiempo —la necesidad del hombre de vencer a la opresión y a la violencia sin recurrir a ellas. La civilización y la violencia son conceptos contradictorios.”
“Tengo la audacia de creer que los pueblos de todo el mundo pueden tener tres comidas al día para sus cuerpos, educación y cultura para sus mentes, y dignidad, igualdad y libertad para sus espíritus.”
Martin Luther King.
Pero el Movimiento de derechos civiles siguió cosechando sus frutos. Ese mismo año de 1964, lograron la ratificación de la Enmienda 24, que abolió el impuesto de votación, y la Ley de Derechos Civiles, que prohibió la discriminación racial en el empleo y la educación, así como la segregación racial en las instalaciones públicas.
El año siguiente en 1965, se dictó la Ley de Derecho al Voto, la cual prohibió las prácticas discriminatorias en el derecho al voto a los afroamericanos.



Asesinato
El 3 de abril de 1968, Martin Luther King se encontraba en Memphis. Había concurrido para brindar su apoyo a la huelga de recogedores de basura. El Alcalde de Memphis, Henry Loeb, era un racista acérrimo que defendía la segregación bajo el lema “separados pero iguales”.
Los manifestantes reclamaban que sus salarios eran insuficientes para subsistir y que además las condiciones de trabajo no eran adecuadas, no contaban con seguridad laboral, habiéndose producidos incluso muertos por las condiciones precarias de trabajo. Casi todos los trabajadores eran negros.
Martin Luther King se hizo eco de este reclamo y acudió a dicha ciudad a brindar su apoyo. Ya su avión había sufrido un retraso por una amenaza de bomba, y en su acalorado discurso la noche anterior a su asesinato ya presagiaba su destino.
La tarde del 4 de abril de 1968, mientras se encontraba tomando aire en el balcón de su hotel, fue alcanzado por un disparo que destrozó su cuello y mandíbula, murió asesinado en manos de un racista blanco con un rifle de caza.
Minutos antes había pedido al cantante Ben Branch, que no se olvide de cantar “Take my hand, precious Lord”, en el próximo acto que iba a participar.
Por esa época Martin Luther King se encontraba preparando una gran manifestación en Washington para visibilizar la situación de extrema pobreza en la población afroamericana. Su asesinato provocó manifestaciones en todo el país y la inmortalidad de un mito que trascendió todas las fronteras.