Es rosarino. Tiene casi 45 mil suscriptores en su canal de YouTube y viaja por los rincones naturales de la Argentina más agrestes para transmitir la simpleza y la belleza de los paisajes de nuestro país a través del contenido de su canal. Su nombre es Marcelo, pero se apoda «El Señor de la 48».
«Viajero incansable, amante de la naturaleza, la música y las comidas», así se describe Marcelo Gattolin en su autobiografía de Twitter.
A los 52 años su vida dio un cambio rotundo. Un cambio impulsado por él mismo y un poco también, por la pandemia. Marcelo tiene una empresa de sonido que a causa de la cancelación de los eventos sociales, como casamientos, fiestas, cumpleaños, etc, dejó de funcionar. El rosarino que desde el 2006 reside en Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba, vio la oportunidad de hacer realidad un ambicioso proyecto personal: crear un canal de Youtube bajo el formato de documental en el que se funden viajes, pueblos, fotografía, historias y sobre todo, un turismo no convencional. La otra cara del turismo.
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«Me interesa el micro viaje, el recorrido corto y mostrar cosas del país que la mayoría de los viajeros influencers o youtubers no muestran. Hacen una pasada muy escueta, muestran lugares muy turísticos que todo el mundo ya los conoce a través de distintos medios. Lo mío es mostrar rincones en donde poca gente va o la simpleza de bajarse en la banquina a tomar mates abajo de una planta y disfrutar de eso» dijo Marcelo en una charla con LPN.
Es una «filosofía de vida y viaje, un poco en contra del turismo convencional». Así fue como Marcelo dio a luz «El Señor de la 48» el canal en el que comparte sus viajes que lleva a cabo en su Volkswagen Kombi T2, un vehículo que encontró tirado hace unos años a punto de convertirse en chatarra, y que le costó solamente $1.000. Le costó poca plata pero bastante trabajo recuperarla.
«Estaba absolutamente carancheada, como se dice acá, y me llevó cuatro años recuperarla», cuenta Marcelo. Viajar de este modo, con un vehículo recuperado desde 0 es una de las cosas que más le maravilló de este proyecto.
Este rumbo al que se inclinó Marcelo nunca fue pensado como un pasatiempo o un hobby. «Tiene que ver con un trabajo y como una forma ideológica de comunicación y expresión, tiene que ver con una pasión y con una vocación artística», enfatiza. Con conocimientos de locución, historia, edición, comunicación e historia, El Señor de la 48 se sintió seguro para desplegar y hacer realidad un sueño.
La Pampa
En marzo del corriente año, Marcelo conoció Toay y viajó por la ruta 35. Fue un viaje de tránsito en donde se dirigía con parada final a la costa atlántica. «Tenía como misión parar en la casa de un seguidor amigo, él y su mujer me abrieron las puertas de su casa en Toay». La pareja que recibió a Marcelo son fieles seguidores de su canal de Youtube y, él mismo los quiso conocer porque ambos estuvieron presentes en un «momento muy complicado» el año pasado. Las redes que tienden la tecnología.
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«Más importante que la comida, el alojamiento y la belleza de este barrio Lowo Che anclado en un monte autóctono pampeano, lo mas importante que yo me llevo en el corazón es el apoyo que me dieron ustedes en un momento muy complicado, me dieron una mano muy grande, eso no tiene precio».
Menciona Marcelo en el video «Recorriendo 🚐 LA PAMPA por la ruta 35» con más de 49.000 visualizaciones en YouTube.
La estación de tren en desuso de Toay fue lo que más le «sorprendió fotográficamente» de la localidad pampeana. De Santa Rosa Marcelo no conoció mucho porque intenta «escaparle a las grandes ciudades» y decidió fundirse en los paisajes de la Ruta Nacional 35 parando en algunos lugares, como Eduardo Castex en donde conoció el Parque Temático de la Prehistoria “Livio M. Curto» y a la persona que lo llevó adelante.
«Quiero volver a La Pampa» dice Marcelo que al ser un viaje de tránsito no tuvo mucho tiempo para recorrer todo lo que le hubiese gustado conocer. «Pude ver el movimiento de los pueblos, la vegetación, recorrer los caminitos internos del monte y pude observar las diferencias que hay con otros lugares a los que ya visite».
¿Por qué «el Señor de la 48»?
Este pseudónimo tiene origen en una «vieja anécdota en Termas de Río Hondo». Macelo y dos amigos con los que viajaba tardaron en encontrar hospedaje en esta localidad. «llegamos en un horario complicado», relata. Él, con la kombi recién restaurada, quería un alojamiento con cochera, requisito excluyente.
Terminaron en uno de los «hospedajes sobre la ruta 9, a mano derecha, ingresando a la ciudad. Pero lo que en primer
momento pareció ser fortuna luego resultó una desilusión. Las habitaciones eran bastante
agradables, el servicio bueno y la cochera, algo apretada«. Este detalle, el de la cochera, resultó tener como consecuencia, una noche perturbada para Marcelo, la recepcionista del hotel lo despertó cada dos por tres a los gritos de «¡Señor de la 48 (por el número de habitación), Señor de la 48!, necesito que mueva el vehículo!». La cochera al ser tan cerrada y al estar mal diseñada, los autos no podían salir, entonces Marcelo tuvo la mala suerte de pasar toda una noche al son de «Señor de la 28!» para mover el auto y que los otros viajeros puedan salir.
Ser youtuber a los 53
«Que el canal vaya creciendo con lo que hace una persona de 52 años, que justamente no es un modelo, como pasa en otros canales o en estas redes sociales o plataformas y que sea consumida por personas de 30 años aproximadamente es impresionante».
Además agrega que «a raíz de la pandemia mucha gente grande empezó a ver YouTube, escapando de la televisión o de los medios convencionales los cuales sobre-informan y bombardean a las personas con noticias negativas».
Por otro lado, Marcelo hace hincapié en que trata de no identificarse con lo que conlleva el significado de «youtuber», «si bien cuando me preguntan de qué trabajo digo que soy youtuber, trato de que lo interesante o importante sea justamente el contenido y no la persona, desgraciadamente en esta plataforma pasa lo contrario. Las estrellas son los youtubers y yo trato de pelearme con eso, por concepto ético de comunicación, prefiero que lo importante sea lo que queda y no la persona,«, concluye el Señor de la 48.