Eugenia Elizalde (37) se hace llamar a través de sus redes sociales «La Viajera Cósmica». Un personaje que se apoderó de cada momento de su cotidianeidad, que resignificó su manera de ver la vida y que representó, y representa, despertarse todos los días «ser, siendo», como ella dice.

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Es la frase que identifica a esta ex contadora y actual astróloga y tarotista. «Me gusta esta expresión porque para mí representa lo que es vivir en autenticidad. Esa es la clave, comprender que ser auténticos, es soltar la creencia de lo que deberíamos ser y experimentar la vida conectados a nuestra esencia en cada momento. Eso es mágico. Me inspira cada día, poder descubrir y despertar la chispa que llevamos dentro cada uno. Me permito jugar, es dejar de lado prejuicios en la escucha, soltar el deber ser y vivir simple, liviana, con la flexibilidad y apertura para cambiar las reglas y creencias en el tiempo. Que surja lo espontáneo.«
Patear el tablero. Euge fue «nacida y criada» en Hurlingham, provincia de Buenos Aires. Al terminar el colegio secundario, por gusto a las matemáticas, se avocó a la carrera de contaduría en la Universidad Nacional de Buenos Aires. Terminó los estudios y trabajó hasta hace tres años en empresas como contadora. Una chica firme, poderosa, que imponía respeto y que no permitía ser vulnerable ante el resto.
Una amiga, al terminar la licenciatura, le leyó por primera vez la carta natal, y gracias a esa lectura, Eugenia recordó de dónde viene y por ende, el linaje femenino de su familia, se reactivó. Su abuela y bisabuela hacían lecturas de tarot predictivo, «mis tías me cuentan que de chica les pedía los libros de astrología aunque yo no lo recuerde», mencionó Euge. Luego la razón, las creencias y los prejuicios hicieron que ella sintiera cierto rechazo ante lo místico y esotérico. Hasta el momento de la lectura de su carta natal. «Empecé un viaje energético», rememora.
La primera vez. «En esa lectura encontré la coherencia que necesitaba para entender muchas cosas que me estaban pasando, empezaron a aparecer muchas facetas de mi persona, no sólo una que era con la que me identificaba. La carta me ubicó como un globito en el GPS y entendí muchas cosas. Ese contacto con la astrología me hizo querer estudiarla».
Mientras trabajaba como contadora en la furiosa Buenos Aires, decidió anotarse en la carrera de astrología. Cuatro años después, en la última clase de la carrera una profesora les preguntó a los alumnos, uno por uno, «¿Qué quieren hacer con este conocimiento? ¿Utilizarlo como una herramienta de autoconocimiento o trabajar de esto?». Eugenia no lo dudó. Con los propios y lógicos miedos de dejar un sueldo fijo atrás y comodidades casi aseguradas, «pateó el tablero», se mudó a Santa Rosa, La Pampa, con su pareja y empezó a vivir del tarot, de las lecturas de cartas natales y de la terapia floral.
El boca en boca fue la clave para que Euge empezara a resonar entre los santarroseños. Sin embargo la pandemia llegó y en el 2020 se vio forzada a abrir las redes sociales y a pensar una estrategia de comunicación para plasmar sus conocimientos y para venderse a sí misma. Hoy tiene más de cinco mil seguidores y una comunidad que la apoya en todo.
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Carta natal, tarot evolutivo y terapia floral
El tarot evolutivo es una rama del tarot. Cartas que tu energía atrae. A través de la lectura conecta a la persona a su consciencia, y es «evolutivo» porque las cartas no van a comunicar nada que el oyente no esté preparado para escuchar. «Tiene que ver con la pregunta que la persona está haciendo, entonces a raíz de eso se está abriendo un juego vincular entre los dos. A través de la pregunta también hay una respuesta escondida» explica Euge.
La carta natal es un mapa del cielo que indica la posición de los planetas y los astros en el momento del nacimiento de una persona. La Astrología es un lenguaje sagrado mandálico, «nos dice que somos una totalidad donde cada uno a través de su singularidad aporta su partecita al universo. Entonces esa partecita es la carta natal, es la foto del cielo el día que naciste. Ahí está toda la energía que te integra, hay partes con las que la persona se puede sentir identificada pero también hay toda una energía disponible para que te potencies y para que pueda evolucionar en su consciencia A través de la lectura uno se encuentra con su totalidad».
La terapia floral es un «puentecito» más para reconectarse con la energía. «No es una terapia alternativa, porque la connotación de la palabra alternativa le quita veracidad, sino que es una terapia complementaria» menciona Euge. Consta de 38 esencias que equilibran a la persona, le devuelven la armonía y ayudan en procesos de sanación, evolución y depuración.
Un objetivo. «En las sesiones trato de tender ese puente entre lo que la persona ya conoce de sí y la posibilidad de ver todas las oportunidades que tiene dentro suyo y devolverle ese poder de decir qué quiere, para que pueda animarse a jugar también, confiando en todos sus dones, porque cada ser es único».
Trabajar jugando. La viajera cósmica a lo largo de la entrevista hizo hincapié en la palabra -jugar-. ¿Por qué decís que jugas en lugar de decir que trabajás? «Yo desterré la palabra trabajo desde que soy la viajera. Digo -jugar- porque incluye alegría y disfrute mientras que -trabajar- etimológicamente proviene del latín tripalium ‘especie de instrumento con el que se castigaban a los esclavos para que se esfuercen más´. Por eso sentimos muchas veces la carga de tener que ir trabajar. La famosa frase ¨tener la casa es con esfuerzo¨ responde a ese concepto» dice Euge que a lo largo de la conversación se ve que sí, que su chispa resuena con el mundo de la «danza cósmica».
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Abundancia. «No nos enseñan que podemos ser abundantes haciendo lo que nos nace desde adentro y que eso sea con disfrute todo los días. Nadie niega que existen situaciones difíciles en lo cotidiano. pero si no perdemos el foco de vivir en armonía con nosotros mismos y volvemos siempre a nuestra base, todo eso se convierte en aprendizaje que enriquece la vida», reflexiona.
Bailar al son de los planetas. «Como es arriba, es abajo, como es adentro, es afuera», dice Euge haciendo referencia al libro Kybalión. «Todo lo que sucede acá abajo es parte de mi interior y lo que sucede en el cielo con los planetas se manifiesta en la Tierra. Nosotros somos los que nos desenvolvemos acá abajo, y si nos animamos a fluir en esa danza cósmica fluiríamos mucho mejor. Todo es un escenario donde lo que sucede con los planetas está sucediendo en la Tierra y en nosotros como correspondencia».
¿Qué es lo que más disfrutás de este juego? «Ayudar a las personas a encontrar la fuerza y la coherencia de cosas guardadas, y darles la posibilidad de que miren la vida desde otro lugar» concluye La Viajera Cósmica con, por supuesto, una enorme sonrisa en su cara.
Para contactarla: https://linktr.ee/laviajeracosmica
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