Siete jóvenes profesionales combinaron sus conocimientos, presentaron dos proyectos y ganaron un concurso de la NASA: diseñaron el primer «RoverTito» lunar de Latinoamérica y crearon una aplicación que permite medir la actividad sísmica en la Luna, uno de ellos es el pampeano Juan Manuel Losarcos.
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Aunque Juan nació en Santiago del Estero, él dice que es pampeano, porque pampeano se hace y se elige. Cuando tenía 18 años quería estudiar Medicina, pero su mamá no lo podía bancar. Entonces, Juan Manuel estudió Geología en la UNLPam. Se acuerda de su primera clase en el auditorio, cursaba Geología general y el profesor se puso a explicarles que había geólogos que trabajaban estudiando el espacio. Fue así como supo que existía la posibilidad de estudiar la Luna, de estudiar Marte, de estudiar el espacio.
Entre idas y vueltas, estudios y con una beca ya cursada en Estados Unidos, se formó un equipo interdisciplinario, todos estudiantes de menos de 25 años y todos de la Argentina. Ese equipo diseñó un robot: “RoverTito”. El proyecto ganó la competencia organizada por la empresa Open Space. El año pasado consiguió la beca Fulbright para estudiar en Estados Unidos.
A fines de 2023, este grupo compuesto por siete jóvenes argentinos, oriundos de seis provincias distintas de nuestro país, se consagraron ganadores del hackatón NASA International Space Apps Challenge, una competencia de prestigio mundial.
Ahí presentaron la aplicación: Aónikenk. Un mapa 3D de la Luna donde se muestran los eventos de los lunamotos, detectados a partir de instrumentos que fueron dejados durante las misiones Apolo.
“El proyecto se presentó en octubre del año pasado, en 2023. Nosotros ya veníamos trabajando desde el desarrollo del Rover en 2020. Fue gracioso porque me escribió una de las chicas del proyecto y me invitó a participar como jurado de este evento porque yo era el único geólogo espacial que conocía. Y yo le dije: ¿por qué no nos anotamos nosotros para participar?”
Juan Manuel Losarcos
Esta competencia es a nivel mundial en donde la NASA plantea ciertas problemáticas actuales que necesitan resolver. “Cuando nosotros empezamos a ver las distintas clasificaciones o las categorías que tenía NASA, nos anotamos en el de la Luna porque es en el que teníamos más expertise considerando que ya veníamos laburando hace varios años con el proyecto de Rover sobre la Luna”, dice Juan.
La categoría en la que se inscribieron consistía en desarrollar un modelo 3D, una aplicación donde se pudieran visualizar datos lunares, “principalmente los datos sísmicos de la Luna y cualquier otra cosa extra”.
La aplicación que bautizaron como Aónikenk, es un mapa interactivo de terremotos lunares (moonquakes) en la que se permite monitorear la actividad sísmica en superficie lunar, basada en datos de sismógrafos de la NASA.
“Participamos de la competencia, que fueron dos días, es un hackatón. En un hackatón tenés que laburar 100% durante muy poco tiempo para desarrollar lo que salga. Realmente fue la reunión más larga que tuve en mi vida. Fueron 48 hs. trabajando. Nos turnábamos para dormir, nos turnábamos para comer, para ir al baño, nos turnábamos para todo. Fue tremendo, pero salió bien porque desarrollamos Aónikenk, una aplicación que no solo presenta datos sísmicos lunares, geológicos y otros datos ambientales sino también datos de misiones, tiene un chatbot al que se le pueden preguntar cosas y va a responder”.
Juan Manuel Losarcos
Juan Manuel cuenta que esta aplicación es una especie de mini videojuego, un modelo 3D, donde se puede ingresar y tener más información, caminar sobre la Luna.
¿Quiénes componen el equipo? Tomás Liendro (27) de Santa Cruz, ingeniero mecánico y el líder del equipo. Sol Maldonado Betanzo (28) de Comodoro Rivadavia, ingeniera electrónica. Dolores Avalis (26) de Villa Mercedes, San Luis, diseñadora industrial. Fabián Burgos (25), de Sunchales, Santa Fe, ingeniero electrónico. Lautaro Mendieta (28), de CABA, ingeniero en telecomunicaciones. Juan Manuel Losarcos (27), de Santa Rosa, La Pampa, geólogo. Santiago Núñez, ingeniero electrónico.
Ganaron
“Como en toda competencia hay que pasar etapas. Nos avisaron que habíamos pasado las dos etapas previas. Una locura porque se presentaron muchísimos, creo que se presentaron algo de 8.000 proyectos. Lo gracioso es que nosotros nos enteramos que habíamos ganado en diciembre, porque la NASA nos mandó un mail, pero teníamos que mantenerlo en secreto hasta fines de enero, cuando la NASA lo hiciera oficial”.
Juan Manuel Losarcos
El próximo objetivo del equipo es ir a Washington para presentar la aplicación a gente que está trabajando dentro de la NASA y ver si consiguen algún tipo de apoyo, no solo económico y de recursos, sino también desde el punto de vista profesional, es decir, algún tipo de mentoreo para poder seguir desarrollando la aplicación.
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“En segunda instancia, lo que estamos buscando es aprovechar que vamos a estamos en la NASA y no solo presentar la aplicación, que es meramente de la competencia, sino también queremos presentar a Rover, que es algo que venimos desarrollando hace mucho más tiempo y que tiene otro nivel de profesionalismo”.
Juan Manuel Losarcos
Las posibilidades de que el Rover viaje a la luna están: “Actualmente nosotros desarrollamos el modelo de vuelo con los fondos que obtuvimos durante estos años. Pero actualmente necesitamos seguir trabajando y para seguir trabajando en eso creemos que presentar el proyecto a la NASA, junto con la aplicación, nos puede llevar más posibilidades de que este sueño se cumpla y que el primer Rover Latinoamericano alcance la Luna para 2026”.
Para poder recibir el premio y presentar al Rover el equipo está juntando fondos para que puedan viajar los siete participantes de la NASA International Space Up Challenge. “Somos todo el equipo del Rover y el objetivo es recaudar fondos para esto, porque si bien NASA nos invita a este evento de celebración y esta oportunidad para presentar nuestros proyectos, no nos financian ni los vuelos ni las estadías”.
“Yo soy el único que está acá en Estados Unidos y que tiene mayor accesibilidad, el resto de los chicos deberían pagar los pasajes y sabemos muy bien que las cosas no son sencillas. En principio, intentamos agotar todo tipo de recurso previo: pedimos ayuda a los gobiernos, pedimos ayuda a instituciones y actualmente estamos recurriendo a la gente porque es lo único que nos queda”.
Juan Manuel Losarcos
El equipo necesita financiar tres pasajes, porque ya hay cuatro pasajes que ya están cubiertos, un monto aproximado de siete mil dólares entre pasajes y estadías. “Por eso estamos pidiendo la colaboración de la gente”, dice Juan.
¿Cómo se aporta para la campaña?
En este momento se aporta por la página de Instagram, @spacebeetech, el alias es: ARGENTINOS.A.NASA o desde la app de cafecito: https://cafecito.app/rovertito
“Es muy importante que viajemos todos porque cada uno tuvo una labor independiente a la hora de desarrollar la aplicación”.
Juan Manuel Losarcos
Hay que destacar que todos estudiaron y salieron de universidades públicas. “Siempre digo lo mismo, tenemos una educación que es extraordinaria, una educación que es de calidad, cuando mencionás que sos argentina, el resto del mundo sabe sobre eso, somos muy respetados en el mundo y tener la posibilidad de estudiar, tener la posibilidad de cambiar de carrera es algo único y que el resto de los países del mundo ni siquiera lo pueden llegar a entender”.
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“La educación pública ha sido una base no solamente para nosotros, sino también para miles de profesionales que están alrededor del mundo. Si no hubiera sido por la universidad pública yo hoy no estaría trabajando para este proyecto de NASA. La universidad pública me dio las bases necesarias para hoy en día poder estar desarrollándome como profesional y hacer lo que más me apasiona”.
Juan Manuel Losarcos
Juan destaca que está muy feliz, que todo es hermoso “esto es un sueño para mí. Soy un loco por estas cosas, por la ciencia, por el espacio y el año pasado cuando finalmente obtuve la beca después de cinco intentos fue una gran emoción, fue cumplir un sueño, no solo porque iba a poder estudiar lo que quería y dedicarme a ser un científico espacial, sino también porque iba a tener la oportunidad de estudiar en otros países del mundo”.
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