Nuestra provincia es hogar de una riqueza natural sorprendente, que aún guarda secretos por descubrir. Entre los misterios de su fauna se encuentra el escurridizo Pichiciego, un pequeño armadillo cuyos hábitos subterráneos lo mantuvieron en gran parte en el anonimato de la ciencia. Sin embargo, gracias al trabajo de investigadores como Esteban Soibelson, del CONICET, este mamífero está empezando a revelar sus secretos.
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Soibelzon, doctor en ciencias naturales y profesor en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), lidera el proyecto «Especies crípticas: el Pichiciego«. Esta iniciativa, respaldada por el Programa Nacional de Ciencia Ciudadana, tiene como objetivo investigar esta especie que solo habita en la Argentina.
No es un roedor ni un marsupial, sino un mamífero. Específicamente, se trata del armadillo más pequeño del mundo. «Apenas más chico que la palma de una mano», indica Esteban. Tiene hábitos estrictamente fosoriales. Es decir, pasa la mayor parte de su vida bajo la tierra alternando con algunos momentos en que sale a la superficie.
Lo que lo distingue de otros armadillos en la provincia, como el famoso Peludo, el Picheplanicero o Pichepatagónico, es su pequeño tamaño, sus hábitos subterráneos, sus grandes garras en las patas delanteras y traseras, su caparazón delgado que se une solo en la línea media, sus ojos pequeños y su cola corta que usa como trípode al excavar.
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Más allá de estos datos, es una especie de la que poco se sabe aún en 2024. Aspectos como su reproducción, dieta y comportamiento subterráneo son todavía un misterio para la ciencia. Por eso a nivel nacional está categorizada como especie con datos deficientes.
Esto quiere decir que no hay información suficiente que permita establecer una categoría de conservación. No obstante, para la provincia de La Pampa, la especie tiene una categoría de conservación de vulnerable.
Entonces, ¡a investigar!
Fue precisamente la falta de investigación lo que atrajo a Esteban y a su equipo a este campo de investigación en 2010, cuando comenzaron a trabajar con pobladores y pobladoras pampeanos, indagando a través de entrevistas. ¿Conoce este animal? ¿Alguna vez lo vieron? ¿Cuántas veces lo vieron? ¿Cuántos vieron a la vez? ¿Saben qué come? ¿En qué momento del día y del año lo vieron? ¿Hace algún ruido o sonido cuando lo agarran? ¿Tienen algún vínculo con el ser humano?.
A través de más de 100 entrevistas, recopilaron información valiosa sobre avistamientos, comportamiento y amenazas para esta especie.
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Esteban
«Comenzamos a conocer datos sobre cómo era su cueva, cómo es el rastro, que cuando lo agarran en algunos casos hace un sonido que es como un chillido, que algunas personas lo guardan como mascota o que para otras tiene algún augurio o alguna premonición como ser que anuncia la lluvia, pero para otras personas también sale después de la lluvia. Como mascota suele morirse en muy poco tiempo«.
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Ciencia y comunidad, una colaboración fundamental
Esta asociación motivó al equipo a desarrollar un proyecto de ciencia ciudadana, que recibió acreditación del Ministerio de Ciencia y Tecnología para el período 2020-2023. Este proyecto se centra en investigar la presencia del pichiciego y cómo recopilar información sobre él utilizando métodos de ciencia ciudadana.
«Esto quiere decir involucrar a la gente en nuestro proyecto de investigación tanto en la recolección de datos, como también en ser replicadores de nuestro proyecto«.
La divulgación y difusión de las investigaciones en charlas en centros culturales, bibliotecas, escuelas rurales y otras instituciones sirvieron para despertar el interés y la participación de la población en la conservación del Pichiciego. Incluso el uso de redes sociales y la distribución de folletos ampliaron el alcance de su proyecto.
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«Hace poco nos llegó una información a nuestro instagram de una gente que fue de paseo a la Reserva Pichimahuida y en el baño encontró un sticker pegado de nuestro proyecto. Nos escribió para comentarnos y enviarnos fotos de que lo habían visto en otro lugar alejado de ahí. Se enteraron de nuestra existencia justamente a través de esa calco«.
Esteban
Gracias a esto, se recuperaron numerosos ejemplares que fueron víctimas de ataques de perros y gatos. Estos especímenes ahora forman parte de la colección del Museo de Historia Natural de La Pampa, donde están siendo estudiados para comprender mejor esta especie y las amenazas que enfrenta.
Hacia la categoría de conservación
Todo este trabajo dio lugar a una ampliación en el conocimiento de la distribución del Pichiciego en La Pampa. Lo que comenzó con solo cinco localidades conocidas para la ciencia en 2010, se convirtió en un mapa detallado que abarca gran parte del territorio provincial.
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A pesar de estos avances, sigue siendo una de las especies más esquivas de la región. Aunque han utilizado herramientas de muestreo tradicionales, como trampas y cámaras trampa, nunca lograron capturar uno vivo a través de estas técnicas.
«De la única forma que pudimos alguna vez conocer uno vivo fue a través de un poblador de la zona de Victorica que nos dio aviso de que había encontrado uno y como estábamos en la zona, fuimos hasta el lugar y pudimos conocerlo«.
Esteban
Sin conocer gran parte de sus aspectos biológicos, es difícil otorgarle una categoría de conservación. Por eso, cada dato que se recibe es importante y los acerca a la posibilidad de asignarle una categoría real de conservación en el futuro.
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El financiamiento, un problema
El investigador y su equipo, conformado por miembros del CONICET, de la Universidad de La Plata y estudiantes de otras universidades, enfrentan diversos desafíos en el contexto actual, como los recortes que están afectando al sistema universitario y científico. En su caso, debido a la falta de una autoridad en la agencia encargada, los fondos asignados para su proyecto no pueden ser ejecutados desde diciembre del año pasado, situación que se agrava por la alta inflación.
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Además, hay incertidumbre por la demora en la asignación de fondos para nuevos proyectos y la reducción en la cantidad de proyectos financiados. Este panorama complica la planificación a largo plazo y amenaza la continuidad de las investigaciones científicas en el país.
«No solo enfrentamos recortes y problemas económicos, sino también una falta de reconocimiento por parte de la sociedad. Esto afecta la capacidad de hacer investigación y el impacto que esta tiene en la comunidad«.
Esteban
Para colaborar con información al proyecto pueden escribir a su instagram @pichiciego_pampa
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