Inauguró el Teatro Paradiso, el sueño de una familia

Anoche inauguró en Santa Rosa el Teatro Paradiso. Con mil butacas, se convirtió en la sala más grande de La Pampa, y una de las más grandes del país. No sólo eso, su historia es el sueño hecho realidad de una familia pampeana, los Martín-Di Menza. «Una patriada» como la definieron los artistas.

El proyecto llevó 13 años de trabajo y su inauguración había sido postergada por la pandemia. El médico neurólogo Miguel Ángel Martín, su esposa la psicopedagoga María Inés Di Menza, y sus hijos Lucía, Lucas y Tomás, son los artífices de este proyecto que tiene como padrino al empresario teatral Carlos Rottemberg.

“Son esos momentos que quisiera que no pasen nunca, más no se puede pedir. Paradiso, estás inaugurado” dijo el Dr. Martín, lleno de emoción, al inaugurar junto a toda su familia y el padrino Carlos Rottemberg.

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Drácula, el musical, la mítica obra creada por Pepe Cibrián y Miguel Ángel Mahler, fue el espectáculo que levantó el telón de la sala, y lo hará por dos noches seguidas a sala llena. Protagonizada por Juan Rodó y Cecilia Milone, la calidad artística y la trayectoria de la obra, engalanó la noche santarroseña y abrió el telón del Paradiso con majestuosidad.

“Para Santa Rosa en particular y para La Pampa en general el hecho de contar en el centro del país con una sala flamante de un millar de butacas, con un escenario como el que se construyó aquí, es muy importante. Siempre digo que los edificios teatrales sobreviven a las personas y las empresas, lo sé porque lo practico desde hace 47 años” dijo Carlos Rottemberg

La historia

«Un día llegaron Inés, Miguel y Lucas, hablando de la idea de este espacio, y de construir el teatro mas grande la provincia. No nos conocíamos. Parecía una utopía demasiado grande. Después de charlar unas horas, llegamos a la conclusión de que desde lo económico quizás no servía, pero desde las satisfacciones de lo que iban a poder dejar a esta ciudad, cumplía con lo que ellos buscaban como familia. Yo le llamo prepotencia de trabajo.»

Carlos Rottemberg, padrino de la sala.

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