Olga Orozco (1920-1999) fue poeta, escritora, periodista, actriz, astróloga, polifacética y vanguardista, pero sobre todo las cosas Poeta y Mujer, todo un personaje para su época. Su infancia en Toay, La Pampa, en donde vivió hasta los 8 años, marcó su vida y su obra para siempre.
“Toay es una puerta que quedó abierta para siempre en mi memoria, por la que podía entrar a mi antojo, para encontrar la fuerza o el sosiego”. Más de 10 libros de poemas, 1 de relatos, y 1 libro póstumo dan crédito de cómo los recuerdos de su infancia impregnaron su obra, que fue traducida al francés, inglés, italiano, alemán, rumano, hindú, portugués, japonés y finlandés.
Reconocida como una de las mayores poetas argentinas y de Latinoamérica, recibió numerosos premios de poesía, pero fue un premio internacional, en 1998, ya en el ocaso de su vida, el broche de oro de su carrera «Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo”.
“El museo introdujo a Olga en La Pampa. Se hablaba de que no era pampeana, ideas plagadas de prejuicios” nos cuenta Daniela Rodi, museóloga de la Casa Museo Olga Orozco.
En el año 1994 la poeta comienza a frecuentar la Universidad Nacional de La Pampa para hablar sobre Girondo, sobre Borges. En una de esas visitas vuelve a su casa de Toay. Estaba a la venta. Se compromete a que si la casa la compraba la Municipalidad, ella donaría su biblioteca.
Y así fue. En el centenario de Toay, abrió sus puertas la “Casa de la Cultura Olga Orozco” en el hogar de su infancia. Como un poema circular, su último libro, lo presenta aquí. Y cuando muere, por testamento, llega su biblioteca.
“Los libros cuidan la casa” nos cuenta Daniela. Llegan investigadores de todo el mundo, de Estados Unidos, de España, de México. Vienen en busca de marcas, notas, dedicatorias en sus libros. Muchos llegan a su obra por medio de la escritora Alejandra Pizarnik quien la consideraba su “madre literaria”, y ambas se dedicaban libros.
Pero sus “fans más destacados” quizás, son músicos, y artistas en general que se acercan desde otro lado “¡hasta un chamán vino una vez!” nos cuenta sorprendida.
“Muchos sólo vienen a ver si es cierto que existe” algunos que creen que este hogar sólo es una especie de ‘mito de la literatura´. Lo cierto es que la casa es un símbolo de la poesía, un espacio en donde construyó su imaginario poético.
Olga fue parte del surrealismo, miembro de lo que se llamó la “Tercera Vanguardia”, amiga de todos los artistas de su época. Una mujer introvertida, con una vida plagada de amuletos, de viajes, objetos, magia y misterio.
La propuesta del Museo es hoy entrar de a poco en su mundo, en su obra, para ir develando su historia. Además de su biblioteca, se la puede conocer a través de los objetos que fueron llegando. Desde su máquina de escribir, adornos, hasta sus prendas.
El Museo recibió recientemente una colección de documentos que Olga le había legado a un amigo. Fotos, cartas, mapas, folletos de lugares, dedicatorias, que estaban en custodia de Luis Díaz Mason. Hoy se está trabajando junto a la la UNLPAM en su digitalización.
Mañana, 15 de agosto, aniversario de su muerte, la Secretaría de Secretaría de Cultura – Gobierno de La Pampa y la Municipalidad de Toay recordarán a Olga Orozco en el veinte aniversario de su muerte, con la voz de la poeta pampeana leyendo sus propios poemas en su casa natal y en radios de Toay y Santa Rosa.
En el 2020 se cumplen 100 años de su nacimiento, aquí en esta casa, aquí en Toay. ¡Deseamos que la casa se vista de fiesta para celebrarlo!
Casa Museo Olga Orozco
Av. 13 de Caballería, Toay, La Pampa.
Lunes a viernes de 10h a 17h.
Sábados, domingos y feriados de 16h a 19h.
A 20 años de la muerte de Olga Orozco