Julián Barrientos es un ciclista combativo, tenaz, incansable. Está en el último año de la carrera de Educación Física en General Pico y si todo sale bien este año podría recibirse. Hasta este fin de semana va a estar compitiendo, como lo hace prácticamente todos los findes, pero después del 5 de mayo, su última competencia, va a aflojar un poco para poder recibirse.
De lunes a viernes vive en Pico y el fin de semana entrena en Santa Rosa o viaja a alguna carrera. Un buen entrenamiento, con las exigencias que necesita el nivel de Julián, es de más o menos tres o cuatro horas arriba de la bici con pasadas o sprints o velocidad o lo que ese día le toque entrenar.
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Pero ahora, Juli, tiene que dejar un poco la bici y dedicarse a la cursada. Educación física no solo es una carrera que tiene muchas muchas materias teóricas, didácticas y pedagógicas sino también con mucha cursada de campo. Es decir, hace prácticas de softball, natación, atletismo, deportes alternativos. Es una carrera muy física.
Julián empezó a correr en bici desde muy chico: “Primero bici cross, con mi hermano, a los siete u ocho años más o menos, y él tenía cinco. Como mi papá corrió toda la vida, nos armó unas bicis. Así empezamos con un grupo de chicos que había en la pista de Santa Rosa. Y después, solo, con mi viejo, con amigos, con mucho apoyo del ámbito familiar”.
El próximo domingo 5 de mayo Julián va a competir en el Autódromo de Toay. “Tengo carreras casi todos los fines de semana, ahora hasta el 5 de mayo y después ya no corro por un tiempo porque me quiero dedicar de lleno al estudio”.
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“Invito a los que quieran a conocer o insertarse en el mundo de las bicis a que vengan a ver la carrera. Es un espectáculo muy lindo el ver, los ciclistas pasan rápido, además es muy atractivo ver al pelotón y la velocidad”.
El primer fin de semana de abril, el santarroseño se dio el gusto de imponerse en la categoría Elite, de la cuarta fecha del campeonato Provincial de ciclismo. El pasado 20 de abril, en una inédita definición, Julián Barrientos y Jorge González empataron en la segunda fecha del campeonato de mountain bike de General Acha.
En el último desafío en Río Pinto quedó segundo. Julián no para de cosechar medallas y logros y todavía le queda muchísimo por recorrer. De cualquier manera, prioridades son prioridades y ahora sabe que se tiene que enfocar en el estudio para después volver con todavía más fuerza al circuito.
“Corro mucho mountain bike o rural bike, que es en calle y más que nada llano. Mi especialidad son los rally bike, que son un poquito más largos, son de dos horas y media, tres o cuatro horas. Hace poco, en las Altas Cumbres y en La Falda, quede campeón argentino de gravel”.
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Si bien en la Argentina es muy difícil vivir del deporte de alto rendimiento, Julián puede dedicarse a correr gracias a los sponsors que tiene. Además, tiene un gran grupo de personas que lo contiene, que lo acompaña y que lo motiva a no frenar. Cree en el destino, pero, sobre todo, cree que puede, cree en su capacidad.
“En la bici me siento libre. Sentir el viento en la cara siempre me generó la sensación de libertad. Vos podés decir para dónde vas, para dónde no vas, lo que querés hacer, si querés frenar, parar, arrancar. La bici siempre me generó eso: libertad”.
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