Las chicas de Deportivo Carro Quemado, se quedaron con la copa del Primer Torneo Provincial de Fútbol Femenino el domingo pasado. En la capital pampeana, el marcador quedó 1 a 1, y en la vuelta, los equipos volvieron a igualar en el marcador, pero esta vez 0 a 0. El partido se tuvo que definir por penales y fue el equipo del oeste quien terminó con la victoria frente a All Boys por 5 a 4.
En su cancha, con su gente, entre bombos y papelitos, el club se metió en la historia grande del fútbol femenino de La Pampa. Acompañó el pueblo y los vecinos de otros pueblos también. Acompañaron las familias, entre lágrimas y gritos. Y las jugadoras, de a ratos, miraban afuera y no lo podían creer.
La localidad de Carro Quemado tiene entre 300 y 350 vecinos, pero en la cancha, ese domingo, había más de 1200 personas. Ese apoyo fue un mimo, el empuje que necesitaban para creer, para mantener la fe, y mientras jugaban se repetían “a esta final la tenemos que ganar”.
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“Ser las primeras campeonas de un provincial, con televisación y medios gráficos de toda la provincia, con más de mil personas en la cancha es histórico. Van a venir más campeonas, pero las primeras fuimos nosotras”.
Melina Álvarez, arquera de Carro Quemado
Desde hace varios años, Carro Quemado apuesta por el fútbol femenino. Al principio tuvieron algunos tropiezos, más que nada en coordinar con todas las jugadoras para poder entrenar juntas. Algo que todavía les presenta dificultades. Pero el equipo salió adelante y después de tanto apoyo, pudieron darle al pueblo la alegría que necesitaba, cuenta Adán Villegas (36), el Director Técnico de las chicas.
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“De a poco nos fuimos ganando el lugar que merecíamos, la importancia y se nota el crecimiento y el buen nivel que estamos alcanzando como jugadoras. Está buenísimo y es muy importante para el deporte que los clubes y los pueblos empieces a incorporar fútbol infantil femenino. Prepararse y formarse desde chiquitas es importantísimo”, cuenta Melina Álvarez (27), arquera de Carro Quemado.
“Nos teníamos fe. Por suerte pudimos gritar y levantar la copa”.
Melina Álvarez
El equipo de las chicas dejó al club en lo más alto posible. “Allá, bien en lo alto, orgullosos de sus chicas, felices, contentos”, cuenta Melina. Y agrega que la gente salía de sus casas a la caravana y las seguían. Con las familias apoyando, llorando junto a ellas. “Es algo impagable. Un recuerdo que nos vamos a llevar para toda la vida”.
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