Nadia Podoroska es hoy la cara visible del deporte argentino. Su nombre aparece en todos los portales de noticias. Imposible olvidarla. Con su tenis conmueve, educa y motiva.
Es rosarina, vino al mundo el 10 de febrero de 1997 y con 23 años se metió en las semifinales de Roland Garros al derrotar por 6-2 y 6-4 a la ucraniana Elina Svitolina, número 5 del mundo. En cuestión de días, Podoroska ya estará entre las mejores 50 del mundo.
Hija de madre y padre farmacéuticos, había ganado 301.547 dólares hasta antes de su participación en Roland Garros. Ahora las circunstancias se modificaron: por meterse entre las mejores cuatro de la competencia, Podoroska ya se adjudicó 425.250 euros.
Hay que viajar a 2004, el año donde llegó a una instancia similar la tenista argentina Paola Suárez. Podoroska es fiel admiradora de Gabriela Sabatini, a la que no duda en reconocer que «es un ejemplo a seguir siempre».
En una entrevista con Enganche, Podoroska reconoció que «lo que genera Gaby es muy grande, incluso en quienes no juegan al tenis ni saben del deporte. Ella es una embajadora total. Es algo asombroso, genera mucha felicidad en la gente. Y eso se tiene o no se tiene, no se compra».
Apellido de origen ucraniano, ella solo se imagina representando a la Argentina, aunque reconoció que en alguna oportunidad la tentaron para representar a otro país con mucho más recursos. Eso poco le importó. Ganó la medalla de oro en los juegos panamericanos de Lima 2019 y se clasificó a los Juegos Olímpicos de Tokio.
Luego de la victoria de hoy, agarró el micrófono y dijo: «Se qué hay mucha gente en Argentina viendo mi partido. Para mí es un honor poder darles esta alegría».
Y después siguió con un emotivo discurso y no se olvidó de su origen. “Hay una persona muy cercana a mí, por una de las cuales estoy hoy parada aquí. Quien me apoyó durante mis comienzos en mi carrera. Hoy está pasando un muy mal momento. No sé si me está pudiendo ver jugar, pero aprovecho esto para agradecerle. Sin él hoy no estaría acá”.
Podoroska volverá a salir a la cancha este jueves y buscará convertirse en finalista de Roland Garros.
Para ella, ya nada resulta imposible.