Las Devotas del Senderismo caminan de día, las noches de luna llena, con frío, lluvia o calor, escalan, trepan, podría decirse que son un grupo de mujeres que siempre se alientan a seguir. Ese es su súper poder, no importa la edad, la profesión, la religión, las preferencias políticas, lo único que importa es que las Devotas son una para todas y todas para una.
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Después de muchas semanas de entrenamiento, el sábado 9 de septiembre, 28 Devotas viajaron a Sierra de la Ventana, 27 Devotas subieron a la cima del cerro, pero eran muchísimas más las que acompañaron y acompañan esta travesía, ya sea con materiales, con logística y organización o con los mensajes de ánimo que se mandan constantemente.
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“En realidad subimos todas y eso es lo mejor que tenemos, todo este grupo. 27 hicimos cima, pero a Sierra de la Ventana fuimos 28. Una de las chicas que viajó tiene asma y no podía subir, pero igual fue acompañarnos para darnos ánimo, para estar. Además, también están todas las del grupo de WhatsApp, las que no pudieron ir, todas mandando fuerzas, mandando felicitaciones, tirando buena onda, así que en realidad subimos 27, pero a la cima llegamos todas”.
Silvana Bertone
Desde #LPN hablamos con Silvana Bertone, una de las fundadoras de Devotas y una de las mujeres que se ocuparon de organizar el viaje. “Podrás apreciar en el tono de mi voz que gritamos bastante, charlamos bastante y la pasamos espléndidamente bien”, dice Silvana casi sin voz. Hace meses pensaban en el día de la subida y se estaban preparando con consciencia y voluntad.
“Las 27 devotas que intentamos hacer cimas en el Cerro Ventana lo logramos. Llegó el grupo completito, almorzamos, comimos un sanguchito, nos hidratamos y regresamos. El grupo re bien, re buen ánimo, súper contentas y emocionadas porque había muchas, bah muchísimas del grupo que vivían su primera experiencia en montaña. Así que teníamos mucha ansiedad, muchos temores, mucha expectativa de lo que era escalar y subir una montaña. Hubo mucha emoción en toda la actividad”.
Silvana Bertone
¿Cuánto cuesta subir el Cerro Ventana?
El ascenso al cerro de la Ventana demora entre 5 y 6 horas (ida y vuelta), requiere de un gran esfuerzo físico y es actualmente una excursión que requiere la compañía de un guía habilitado por el propio Parque. El sendero lleva hacia un pequeño bosque de pinos que protege la base del cerro.
Hay que caminar despacio, trepar entre raíces centenarias de pinos que salen a la superficie y que dificultan el paso. La caminata es lenta y sostenida. Después hay que trepar, quizás esa sea la parte más difícil de la montaña.
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Pero lo que las Devotas nunca hicieron fue rendirse. “Priorizamos siempre ir todas juntas, darnos ánimo para que todas pudiéramos llegar. Por más de que algunas venían más cansadas, creo que lo más lindo fue que ninguna en ningún momento dijo `yo no sigo, me vuelvo´ porque si alguna se volvía nos volvíamos todas”, dice Silvana.
A las 9 de la mañana estaban en el parque, se registraron, les asignaron a Rebeca y a Damián como sus guías, comenzaron con la entrada en calor y a las 9.45 empezaron a subir el cerro. Subieron tranquilas, despacio, disfrutando. Cuando llegaron a la cima lo primero que hicieron fue sacarse una foto. Después almorzaron, celebraron, se tomaron un merecido descanso y de nuevo la caminata, pero hacia abajo. Llegaron a la base a las 16.30 hs.
“Todo habla del hermoso espíritu del grupo que hemos logrado. Fue hermoso toda la experiencia previa porque todos nos conocemos de los sábados, de compartir un par de horas y acá nos tocó convivir: desde compartir los autos, el hostel con dormitorios compartidos entre tres o cuatro personas, compartir la cena, los desayunos, ayudarnos para subir, subimos el cerro, lo bajamos, hicimos una elongación. Después hicimos una meditación que nos regalaron dos de las chicas, una meditación sobre la voluntad, la celebración de los logros, felicitarnos por animarnos a hacerlo, pero sobre todo por animarnos a auto desafiarnos”.
Silvana Bertone
Cerro de la Ventana
Es un lugar altamente recomendado para los amantes del trekking y la aventura en contacto con la naturaleza. El objetivo es escalarlo hasta llegar al singular “hueco”, que significa un gran esfuerzo físico sostenido y es premiado a lo largo del recorrido con vistas panorámicas asombrosas para, finalmente, lograr pararse en la geoformación por excelencia de toda la región serrana.
Se encuentra ubicado en el distrito Tornquist al sudoeste de la provincia, a 9 kilómetros de Villa Ventana, a 25 kilómetros de la localidad turística de Sierra de la Ventana, y a 7 kilómetros de San Andrés de la Sierra, donde se accede por la ruta Provincial 76.
Con una superficie de 680 hectáreas, este cerro es el principal protagonista de nuestras sierras y le da el nombre a toda la región de Ventania. Este cerro ubicado en el Parque Provincial Ernesto Tornquist y pertenece a las sierras australes bonaerenses.
Tiene una altitud de 1136 metros sobre el nivel del mar, y las rocas que conforman este Monumento datan de una edad aproximada entre 280 a 500 millones de años. El recorrido se lleva adelante a través de 10 estaciones o postas (la 10ma es la ventana), se realiza por un sendero con cambiantes niveles de pendiente, y excepcionales vistas al paisaje serrano.
“Pudimos. Subimos entre todas. Y yo escuchaba a mujeres que decían `jamás creí que iba a poder y pude hacerlo a esta edad´. Viajamos mujeres de entre 35 y 62 años, todas de edades muy diversas, mujeres que a los 59, 60 años estaba subiendo una montaña por primera vez. Fue algo realmente emocionante y que me daja mucho por agradecer a todo este grupo, a la fuerza del grupo, a la fuerza de que todas juntas podemos y eso fue hermoso, realmente fue hermoso”.
Silvana Bertone
“El broche de oro fue cuando terminamos de cenar, una de las chicas llevó una botellita de champán de las mini para compartir entre todas, es poquito, pero lo compartimos y cada una hizo un brindis en voz alta con todo lo que sintió. La emoción fue gigante, fue hasta las lágrimas, todavía me emociono”.
Silvana Bertone
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Las Devotas lo lograron, como cada objetivo que se proponen. Las Devotas no van a dejar de caminar, escalar y subir. Este grupo es felicidad, es alegría y saben que la cima la tienen cada vez más alta. Lo importante es que se tienen entre todas para alentarse a seguir siempre.
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