La celebración por el Día del Padre surge en Estados Unidos, en 1909, a partir de que una mujer llamada Sonora Smart Dodd, quiso homenajear a su padre, William Smart, un veterano de la guerra civil, que enviudó después de que su esposa muriera al dar a luz a su sexto hijo.
William se encargó solo de la crianza de sus hijos en una granja rural. La devoción y el trabajo constante del padre hizo que Sonora Smart quisiera conmemorarlo y, por ese motivo, decidió trabajar para conseguir un día que realzará la figura de todos los padres.
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La propuesta fue para el 5 de junio, día del cumpleaños de su papá, y ese año se registró como el primer festejo. La fecha fue cambiando con los años hasta que en 1924 el presidente Calvin Coolidge lo convirtió en una fiesta nacional. En 1966, el presidente norteamericano Lyndon Johnson estableció que el Día del Padre iba a ser todos los terceros domingos de junio.
En la Argentina, al principio la fecha era el 24 de agosto, en honor al General Don José de San Martín, el «Padre de la Patria«, fecha del nacimiento de su hija, Merceditas, en 1816.
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Después, se decidió que iba a ser el tercer domingo de junio, porque eran pocas las veces que la fecha original coincidía con un domingo. Con el tiempo se fue popularizando la entrega de regalos.
Este año, la celebración coincide con el fin de semana largo extra largo por el Día de la Bandera (20 de junio). La llegada del Día del Padre es siempre una buena oportunidad para reunirse en familia y disfrutar de los seres queridos, como también una fecha comercial para reactivar las ventas.
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