La Asociación Civil Payamédicos es una organización no gubernamental fundada en el 2002 por el médico psiquiatra Jose Pellucchi, en Buenos Aires. Comenzó con esta ONG y, a partir de ahí, se empezaron a formar dispositivos en diferentes provincias a través de capacitadores que viajaban a distintos puntos del país.
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La capacitación consta de una parte teatral sobre cómo ser payaso y otra parte que le llaman Payamedicina, relacionada al desenvolvimiento en áreas de salud y todo lo que hay que saber antes de poder ingresar en un ambiente médico. Todos los años se realizan capacitaciones tanto en Santa Rosa como así también en otros puntos del país.

«Susana, la doctora que es pediatra acá en el hospital fue el motorcito que hizo que Payamédicos viniera a La Pampa. Hoy vinimos al hospital para celebrar el décimo aniversario desde la graduación de la primera promoción, a la cual pertenezco. Había contactado a gente de otras provincias a ver si podía viajar a hacerla, y un día abro el diario y veo que decía que Payamédicos venía a Santa Rosa. Fuimos un montón en la primera camada y yo desde el primer momento lo disfruté mucho».
Nana Marrana (Analia Fité, 64)
Hay muchos grupos con distintos nombres y todos hacen la misma tarea con diferencias en la filosofía de la ONG, pero básicamente es sobrellevar un poco de distensión y alegría a las personas que están institucionalizadas. Porque payamédicos trabaja en distintos tipos de instituciones como hogares de ancianos y escuelas donde hicieron dispositivos que están muy buenos para fortalecer valores y hábitos saludables.
«Nuestro rol es distender a una persona que está en un estado pasivo, como dice la palabra paciente. Está esperando ser atendido, diagnosticado, medicado, u operado y buscamos sacarlo de ese papel y hacerlo un produciente como le decimos nosotros, que haga algo, que produzca y juegue. Y eso es lo que nos hace más felices: jugar en un momento donde el ambiente y el entorno la mayoría de las veces no lo permiten. Tener ese momento de alegría hace bien, levanta el sistema inmune y mejora muchas cosas dentro de nuestro cuerpo».
Nana Marrana (Analia Fité, 64)

La presencia continuada de payasos profesionales que trabajan en hospitales como parte del equipo de atención médica se remonta a 1986, cuando Karen Ridd en Winnipeg y Michael Christensen en Nueva York, independientemente el uno del otro, comenzaron la práctica del payaso en amplios hospitales pediátricos. La actividad se extendió a lo largo del mundo, a países como Argentina, con alegría intensiva o Payamédicos, a Uruguay con Payasos Medicinales, a Chile con Sonrisólogos, a México con Doctor Payaso o Cuento con tu risa, a Colombia con Doctora Clown, Nueva Zelanda con Clown Doctors, y Portugal con el nombre de Palhaços d’Opital entre muchísimos más.
“Cumplimos diez años desde que estamos en Payamédicos, desde que desembarcamos en este hospital, que era el Hospital Molas y ahora es el Hospital Molas – Favaloro. Vinimos de la mano de un profesor itinerante de Payamédicos de todo el país. En ese momento no teníamos gente formadora en Santa Rosa, entonces él viajaba por varios lugares y formaba grupos de Payamédicos. Era Cristian Velázquez, tenía un payaso que se llamaba Rizzo Energizo. Nos enseñó todas las herramientas que hoy tenemos para poder hacer este trabajo de Payamédicos, que requiere una formación actoral y teatral con la técnica de clown».
La doctora Luciana Olecraniana (Ilda Susana Pérez, 56)

«A mí me trajo esta idea una actriz, Mónica Castaño, que vino a proponerme esta idea de payasos de hospital a mi trabajo, yo soy médica, jefa del área pediátrica de la división. Después me comentó que había un movimiento llamado Payamedicos en Argentina y empezamos a contactarnos, llegamos a Cristian Velázquez y empezamos con la formación de los grupos. El 13 de diciembre del 2013 nos recibimos todos los Payamédicos e hicimos la primera intervención en el hospital, a partir de ahí arrancamos con todo».
La doctora Luciana Olecraniana (Ilda Susana Pérez, 56)
En Payamédicos cada uno se arma su personaje, elige su nombre y se hace el traje. Se realiza la capacitación, donde la parte teórica es muy larga porque se instruyen en conocimientos de medicina y los cuidados de bioseguridad.
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Por otro lado, se enseña sobre cómo utilizar el lenguaje ya que es muy cuidado. Los payamédicos están cerca de la sensibilidad, del sufrimiento, del dolor y de la enfermedad por lo hay que tratan de evitar palabras que remitan a situaciones negativas.

«La idea es tratar de sacar lo más productivo del produciente. Se propone en una actitud muy activa y participativa. Cuando la energía está en su mayor potencial se aconseja ahí irse a otro lugar, a visitar a otro produciente, dejarlo con una energía bien alta y positiva. El discurso también es muy potente, se puede decir lo mismo de manera negativa o positiva. Siempre hay que optar por la positiva. También influyen los colores de los trajes y accesorios, no hay negro, la nariz es anaranjada, no roja. Ese tipo de observaciones están estudiadas».
La doctora Luciana Olecraniana (Ilda Susana Pérez, 56)

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«Hice teatro mucho tiempo con distintos profesores, pero la técnica de clown es la más maravillosa porque es muy reveladora de lo que uno es, realizás un autoconocimiento profundo y es muy divertida».
Doctor Nazario (Oscar Orquera, 56 años).
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