En Santa Rosa, como en casi en todas las ciudades medianas, o grandes, hay gente en situación de calle. Según el equipo de la Iglesia Catedral de Santa Rosa que los asiste, hoy hay 27 personas. La campaña Navidad corazón a corazón también está destinada a ellos.
Cuando empezó la pandemia, en marzo del 2022, cuando se cerraron hasta las iglesias y para muchos no había plata ni para «changas», la Iglesia siguió trabajando más que nunca puertas adentro. No había misas, pero había mucho pan para repartir. Y mucha necesidad.
Los espacios de la Catedral se reinventaron. Cobraron nuevas funciones, y más vida que nunca. Los hornos se comenzaron a encender a las 4 de la mañana para hacer el pan. Y el cura de la Iglesia –Padre Juan Carlos Cipolla– se sacó la sotana, se arremangó, y se puso el delantal. Hoy, con un equipo de colaboradores se convirtió en una Iglesia de «puertas abiertas». La panadería sigue adelante, se sumó un desayunador y viandas para gente «en situación de calle».
Panadería. Desayuno. Viandas
Los programas solidarios de la Catedral son varios. A la mañana, el desayuno: «Damos el desayuno que donan panaderías, o tortas que nos donan. Todos los días se van desayunados. Una que otra vez el padre les arma un asado», nos cuenta Paula.
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¿Qué significa estar en situación de calle? Pasar el día, la noche, vivir, comer, dormir, todo a la intemperie. Verano e invierno. ¿Por qué están ahí? No hay un sólo motivo. Existen múltiples factores y explicaciones. Algunos sin trabajo, sin familia, desórdenes vinculados a la salud mental o adicciones, falta de oportunidades, y aunque parezca raro: hasta por elección.
Esta mañana #LPN pasó por el desayunador y compartió una mañana con ellos. En su mayoría son hombres. Hacen changas para vivir. No tienen familia cerca. Son personas «solas». Algunos están de paso hacia otras provincias o ciudades.
Navidad 2022 de corazón a corazón. A beneficio de familias de Santa Rosa, Toay y localidades del oeste de La Pampa. Organizan: La Pampa Noticias, FundalHum, Ex Alumnos Don Bosco, Cáritas, Instituto María Auxiliadora, Instituto Domingo Savio y Santa Rosa Rugby. Inscripción para DONAR: https://forms.gle/aXoXmA3T3qhrBkCB7
Se van contactando entre ellos o con la gente que les recomienda venir acá. Sus caras, sus ojos, hablan de un larguísima noche hasta llegar a ese reconfortante café con leche con facturas para encarar el día.
Un joven bien vestido, de unos 25 años, entra rápido al lugar – ¿Estoy a tiempo de un café con leche?, pregunta. – ¡Sí, claro! Le contesta Mauro – ¿Querés unas facturas? Todavía nos quedan. Pasa, se sienta a esperar. Nadie le cuestiona nada. Conversa con los que están ahí. Entre todos se ayudan.
-Somos un gran equipo, comenta Popeye -Pedro-, uno de los «fijos» del lugar. Un personaje conocido de Santa Rosa que ya se siente uno más, y ayuda y colabora, en cada cosa que lo convocan.
Cargan el celular. Comen. Charlan un poco. Preguntan cómo llegar a una dirección. Cómo hacer un trámite. Cómo buscar un dato. Situaciones e información que pueden parecer sencillas para otros, pero no lo son para ellos. Nancy, Paula, Lola, Mauro, Roberto, Emiliana, Olga y el padre Juan Carlos se encargan de todo.
Viandas. A la noche se les lleva la comida adonde están. Una oportunidad también para conocerse. Y ayudar. Cristian, Agustina, Mauri y Vivi son los que hacen las viandas y el trabajo de panadería con el padre Cipolla.
Esteban tiene 31 años. Es de Tandil. Llegó hace una semana a La Pampa. Hace malabares en la Avda. San Martín para juntar unas monedas para vivir. Viene de San Luis en donde me cuenta que perdió todo. Hasta sus documentos. Desayuna acá, le dan la vianda. Y reciba ayuda e información para hacer su DNI, «moverse» en la ciudad y planificar su regreso.
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Hugo es de Caleufú. Se encarga de barrer la vereda de un negocio del centro dos veces por semana. Todos los días desayuna acá para arrancar el día. Cuando ve a alguien «perdido» en la calle le sugiere que venga a desayunar.
Hace unos días llamaron de la Terminal de Ómnibus. Había un joven durmiendo ahí. Venía a visitar a un familiar enfermo pero no tenía «ni un peso». También pasó por la Catedral y lo ayudaron.
El «lujo» de un baño
Este año se acondició un baño de la Iglesia, en donde los que quieran puedan bañarse, pasar tranquilos a un «baño lindo» en donde pueden higienizarse, acomodarse, lo que necesiten. También pueden dejar su ropa para lavar y luego retirarla. Una iniciativa muy bien recibida y muy necesaria para quien no tiene en dónde hacerlo.
Allí funcionó mucho tiempo un gran ropero de Cáritas. Hoy es uno muy pequeño, en donde hay prendas de varios talles para algún imprevisto. Pero saben que pueden cuidar su ropa y lavarla. También hay una familia que vive en un asentamiento y deja su ropa ahí para que no se le moje ni se estropee.
No es la ropa y la comida nada más. Es ayudar a alguien que está en la calle, alguien que no tiene absolutamente nada, alguien que está perdido, que está enfermo, alguien que está de paso. Se los vincula con otra gente, con entes o instituciones -según el problema que tengan- que los recibe y que los puede ayudar. Y también se les da de comer, claro.
¿Cómo ayudar? Se necesitan voluntarios para cocinar, atender, y repartir. También comida para cocinar y viandas. Catedral Avellaneda 320. Santa Rosa, La Pampa.
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