Olga Andrada, a cargo del merendero El Amanecer, habló con #LPN sobre la grave situación que atraviesan. Ellos fueron uno de los que recibieron las cajas de leche en polvo que repartió a través de CONIN el ministerio de Capital Humano hace pocas semanas.
La ola polar que afecta a gran parte del país esta semana se hizo sentir en Santa Rosa con alertas por fríos extremos y vientos fuertes. Las bajas temperaturas impactan especialmente en los barrios más pobres de la ciudad, donde en muchos casos no hay calefacción, ni servicios de agua o energía eléctrica. En uno de estos barrios periféricos, un merendero subsiste gracias a donaciones de alimentos y ropa que sin embargo, no llegan a cubrir una demanda cada vez mayor.
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En El Amanecer, espacio lindante al relleno sanitario de Santa Rosa y ubicado detrás de la laguna Don Tomás, del barrio El Molino y del asentamiento El nuevo Salitral, se vive el día a día y sin servicios básicos. El invierno se pasa con estufas, y a veces ni siquiera.
Olga Andrada (65) cuenta que solo pueden abrir sus puertas los días sábados. Hasta hace poco ofrecían viandas dos veces por semana, pero dice que ya no es posible mantener esa frecuencia.
«Por el momento le estamos dando merienda a los chicos una vez por semana. Estos dos meses anteriores no teníamos nada de donaciones, ninguna ayuda, estábamos complicados. Ahora CONIN nos trajo la leche, y algunas otras personas han venido a traer cosas para poder empezar de vuelta con el merendero. Antes les dábamos la viandita dos veces por semana pero se nos re complicó, no pudimos seguir».
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Ahora, cuando reciben donaciones de mercadería preparan bolsitas de alimentos que se entregan los fines de semana.
«Hicimos bolsitas porque no tenemos para hacer vianda, nos falta muchas cosas para complementar. Falta carne, papa, cebolla, zanahoria, todo lo que se puede usar en una comida, así que armamos bolsitas con mercadería y le damos a los papás para que se lleven».
Olga
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Hace tres semanas, llegaron a Santa Rosa los 600 kilos de leche en polvo que el Gobierno nacional tenía retenidos en depósitos del ministerio de Capital Humano. La Fundación Conin de Santa Rosa se encargó de distribuir las cajas en distintos comedores y merenderos de la ciudad. Pero las cajas se agotaron rápido y de los 77 kilos que llegaron a El Amanecer, ya no queda nada.
«Muchas madres me piden varias cajas. Mujeres con cuatro o cinco chicos me dicen «¿No me podés dar más? me voy a quedar corta».
Olga
Al merendero asisten al menos 30 niños, niñas y adolescentes. Van con sus padres, abuelos, tíos. » Es mucha gente la que viene, los chiquitos siempre vinieron acompañados. Así que nosotros tratamos de darles a todos, un vaso de leche a los grandes y a los chicos, a todos. Más con la situación de ahora».
Sin ayuda de ningún gobierno o partido político, el merendero subsiste como puede.
Olga
«Nosotros del gobierno no recibimos nada, ni del municipio ni del gobierno provincial, nada. Formé este merendero en el 2010 porque yo vivía bien al ras del basurero y había muchos niños viniendo, se bajaban a pedir agua, pan, mientras sus papás trabajaban arriba. Yo soy una más, no creas que tengo, no tengo nada yo. En la página que tenemos en Facebook nos escriben para brindarnos ayuda, es la gente nos ayuda».
Emergencia
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) dados a conocer en marzo de este año, en el conglomerado Santa Rosa-Toay el 26,5 % de los hogares y el 38,2 % de las personas se encuentran por debajo de la línea de la pobreza. A su vez, el 9,6 % de los hogares y el 15,8 % de las personas está en la indigencia. Más allá de los datos, Olga cree que las condiciones materiales de subsistencia de la población empeoraron significativamente este año:
Olga
«Con el cambio del gobierno empeoramos todo, todo. Antes de este gobierno, yo recibía muchas cosas, nos ayudaba una fundación, que ahora solo viene una sola vez al mes».
Olga describe otro fenómeno preocupante en El Salitral: además del aumento en el número de familias que acuden al merendero debido a la creciente necesidad, también observa un incremento en el número de carpas en el área, que empiezan a formar lo que sería un asentamiento paralelo al asentamiento principal.
Olga
«El año pasado acá no había tantas carpas como ahora. Antes la mayoría se iba haciendo casita, acomodándose. Pero ahora se ha salido del predio, fuera del barrio El Amanecer, para el lado de los piletones se está juntando más gente que necesita ayuda».
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Donaciones
A principios de junio, recibieron una importante donación de un hombre que se acercó sin dejar su nombre. «Nunca supimos quién es, no quiso decirnos. Trajo fideos, arroz, polenta, harina», afirma. También se organizó un festival musical solidario en el Teatro Español, con el auspicio del Municipio, gracias al cual pudieron recibir algo de alimentos.
Aún con la ayuda recibida este mes, El Amanecer, como muchos otros merenderos y desayunadores en la ciudad, necesita con urgencia colaboraciones de alimentos, frazadas, ropa de abrigo, pañales y calzado para niños y niñas.
Para donaciones: Facebook Merendero El Amanecer o comunicarse al teléfono 2954312513
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